Ethereum es un hábitat donde el dinero digital cobra vida; se construyó una industria propia bajo los cimientos de la blockchain. Gracias a ello, Ethereum evolucionó hacia un modelo económico nuevo y autónomo que no solo está generando valor, sino que también podría proporcionar a los usuarios un lugar para que la totalidad de sus finanzas viva, crezca y se reproduzca.
En teoría, todo lo que se puede realizar con el dinero del día a día, lo pueden realizar los tokens y los contratos en Ethereum:
- Préstamos
- Empeños
- Intercambios
- Inversiones
- Opciones
- Contratos
- Futuros
- Donaciones
- Apuestas
- Compras
- Ventas
- Recaudaciones
- Seguros
Esta extensa lista son algunas de las aplicaciones posibles dentro del ecosistema de Ethereum.
La diferencia reside en que en Ethereum todo sucede al instante, sin papeleo, sin intermediario, del punto inicial al final, de manera transparente y sobre todo segura. La materialización de estos hechos condujo la creación de una industria que genera dividendos bajo sus propias reglas, y que por lo tanto, podría sin problema albergar la economía personal de un ciudadano cualquiera.
En efecto, ese es el propósito de este escrito. Recorriendo desde el Banco Central que emite el dinero, hasta el usuario que lo gana, ahorra y gasta, se describirán las posibilidades que Ethereum otorga para que una economía personal sea sostenible y pueda aclamar: “yo vivo en Ethereum”.
El Banco Central en Ethereum
Para que haya economía debe existir dinero. La equivalencia de un Banco Central debe existir en Ethereum, pues esta institución gubernamental es la que se encarga de emitir y controlar el dinero de los ciudadanos en casi todas las naciones del mundo.
Por suerte, en Ethereum también se puede emitir y controlar dinero, pero lo mejor reluce cuando esto es posible sin intermediarios y sin humanos centrales que tomen decisiones arbitrarias sobre el dinero de los demás. En este mundo descentralizado, el “Banco Central” es un código computacional independiente, tan simple como eso.
El ejemplo más fidedigno es MakerDAO y su Protocolo Maker. Esta organización es la creadora de Dai, la primera stablecoin descentralizada que funciona bajo un sistema de deuda sobrecolateralizada en una canasta de criptoactivos preseleccionados.
Básicamente, MakerDAO es una gigantesca casa de empeño en donde cualquier persona puede poner sus criptomonedas, y a partir de ellas pedir un préstamo en Dai, una moneda estable con valor anclado al dólar que se autorregula en su propio protocolo. Este préstamo se otorga con nuevos Dai emitidos cuyo precio es garantizado por Maker.
El préstamo tiene un precio que se basa en la tarifa de estabilidad. En pocas palabras, esta tarifa es lo que el prestatario debe pagar junto con su deuda para poder recuperar su colateral.
Las nuevas empresas descentralizadas y sus trabajadores
Las tarifas hacen que MakerDAO sea capaz de generar un ingreso diario equivalente a $570 mil dólares. Es decir, es una empresa que verdaderamente gana dinero. Con esto en mente, cabe destacar que detrás de ese dinero existe un equipo capacitado para que el protocolo responsable de estos dividendos pueda funcionar.
De hecho, el pasado 29 de abril se aprobó el primer Ciclo de Gobernanza que incluyó a las Core Units como los nuevos equipos de desarrollo de Maker que migraron desde la fundación hacia la DAO. Estas unidades van desde equipos de marketing hasta programadores que trabajarán para el mantenimiento y el crecimiento de MakerDAO.
Aquí se encuentra un primer punto clave: un grupo de trabajadores capacitados recibe un salario directamente de un protocolo DeFi cuyo producto tiene tanta demanda que lo hace generar ingresos millonarios. Sin lugar a dudas, una demostración de que Ethereum es hogar de un flujo económico sostenible.
Según la Maker Improvement Proporsal (MIP) descrita con el código 40c3-SLP4, la “Growth Core Unit”, conformada por 7 personas, tiene un presupuesto de 378.350 Dai.
Maker es solo un ejemplo, Ethereum cuenta con muchos más
Se conoció al Banco Central de Ethereum que genera ganancias y tiene trabajadores remunerados directamente desde un proyecto que vive solo en la blockchain. Con esto, se demostró que la vida en Ethereum es posible, pero, ¿cómo?
Existe el dinero, y guardarlo es tan fácil como descargar una wallet de esta red. A partir de este punto inicial, el usuario podrá recibir, enviar y guardar dinero. Lo que realmente destaca, es lo que hay más allá.
Hablando de ingresos, existen muchas opciones que se encuentran después de trabajar para un protocolo. Ethereum además de ser la red blockchain más utilizada, es la red donde los incentivos económicos relucen por doquier.
En Uniswap, el exchange descentralizado más grande del mundo, el protocolo paga a los usuarios por su liquidez. La liquidez es el factor que hace que Uniswap haga bien su trabajo, y por lo tanto, llama a los usuarios a proporcionar liquidez ofreciéndoles como incentivo económico una parte de las comisiones de cada intercambio realizado.
Los rendimientos esperados de esta liquidez se encuentran con un tope de 1.500% anual según los datos de Uniswap V2, con una gran variedad de opciones que estiman ganancias entre 500% y 100% anual.
Aave, por su parte, es un protocolo de préstamos en criptomonedas con una tarifa delimitada por la oferta y la demanda. Para poder otorgar sus préstamos, ofrece una parte de los intereses de estos a los usuarios que proporcionen su liquidez en la plataforma. De la misma manera que Uniswap, se genera un mercado en donde cualquiera puede generar ganancias con tan solo poner su dinero a trabajar en el mercado de Aave.
Las ganancias de Aave son más modestas que las de Uniswap, pero su riesgo es mucho menor. Con un simple depósito en stablecoins ya se pueden generar 2 cifras porcentuales al año.
No obstante, el mayor referente de los rendimientos aparenta ser Yearn.Finance, un protocolo cuya explicación podría ser la de “un gestor de carteras de inversión automatizado y descentralizado”. Yearn.Finance se encarga de encontrar y gestionar los mejores rendimientos en todo el ecosistema DeFi para que el dinero de sus usuarios llegue al otro nivel.
En Yearn, al momento de esta escritura, un simple depósito en Dai rinde 13% y sus movimientos más complejos logran superar el 30% de ganancias al año.
Por supuesto, todos estos proyectos generan sus propios dividendos, y a su vez pagan con ellos a su propio equipo.
Gastar el dinero
El último eslabón del ciclo de vida monetario es el gasto. Aunque es un poco más complicado de lo que parece, en Ethereum ya se están desarrollando soluciones para este mercado. Por ejemplo, la capa 2 de Loopring está desarrollando Loopring Pay, una implementación para pagos escalables en Ethereum que ya ha sido incluida en procesadores de pago reales.
Como Loopring Pay, las soluciones de capa 2 y las redes alternativas son las más llamativas para este nicho de los y pagos, principalmente debido a los altos costos de la red principal de Ethereum. Otras soluciones como Polygon y xDAI también son adeptas a este sector.
Desde lo centralizado, las pasarelas de pago como Cryptobuyer Pay también están tomando terreno en esta necesidad de realizar pagos con cripto. En Venezuela, por ejemplo, gracias a Cryptobuyer se pueden comprar pizzas de Pizza Hut con Dai y Ether.
Por otro lado, las tarjetas para liquidar saldos en criptomonedas también están generando popularidad entre la comunidad cripto. La experiencia de gastar las criptomonedas justo de la misma manera en la que se gasta el dinero fiduciario es posible gracias a estas tarjetas cripto.
Sin embargo, siempre existirán las opciones de liquidación de criptomonedas por dinero fiat. Tanto las reguladas como las P2P, todas son formas que permiten la venta de criptomonedas por dinero local al instante, para que finalmente el gasto sea concretado por la vía tradicional.
De esta manera, Ethereum fue capaz de completar el ciclo de vida del dinero en manos de un usuario cualquiera:
- El nacimiento
- La circulación
- La obtención
- El resguardo
- El pago.
Pero, por supuesto que no se queda aquí, cuando se aclama que “en Ethereum se puede programar lo que sea” se quiere decir que en esta red es muy probable que se puedan hacer cosas con el dinero más allá de las capacidades conocidas actualmente. Es cuestión de esperar a que pueda emitir todo su potencial: el de un sistema financiero cien por ciento programable y descentralizado.
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