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Explora los riesgos de las CBDC: conoce los dólares estadounidenses digitales

6 mins
Editado por Eduardo Venegas
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EN RESUMEN

  • El dólar digital plantea problemas de privacidad, ya que potencialmente facilita la extralimitación del gobierno.
  • Las amenazas a la seguridad cibernética, incluidos los hacks y los costos de proteger la moneda digital, presentan riesgos adicionales.
  • La adopción de un dólar digital podría empeorar la desigualdad financiera, ampliar la brecha digital y perjudicar a las pequeñas empresas.
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A medida que los bancos centrales de todo el mundo exploran el concepto de monedas digitales de bancos centrales (CBDC), la posible introducción de un dólar digital en los Estados Unidos ha provocado un animado debate.

¿Cuáles son los peligros asociados con el dólar digital y los riesgos potenciales frente a los beneficios percibidos?

¿Qué es una moneda digital del banco central (CBDC)?

Una CBDC es una representación digital de la moneda del banco central de un país accesible al público.

A diferencia del dinero digital utilizado en cuentas bancarias y monederos digitales, que son pasivos de los bancos comerciales, una CBDC es un pasivo del banco central.

Si bien actualmente existen monedas físicas y saldos digitales en poder de los bancos comerciales en el banco central, una CBDC tiene como objetivo proporcionar una opción de pago adicional, segura y eficiente.

La Reserva Federal (Fed) está considerando una CBDC para “mejorar la seguridad y la eficiencia del sistema de pagos doméstico de Estados Unidos”.

Esto se debe al surgimiento de nuevos productos y servicios financieros del sector privado, como monederos digitales, aplicaciones de pago móvil, criptomonedas y stablecoins.

Una CBDC podría ofrecer beneficios como un acceso conveniente al dinero del banco central. Podría proporcionar una plataforma para productos y servicios financieros innovadores, pagos más rápidos y económicos y una mayor inclusión financiera para los consumidores.

No obstante, una CBDC estadounidense también presenta riesgos y preocupaciones de política.

Estos incluyen su impacto en la estructura del mercado del sector financiero, la disponibilidad y el costo del crédito, la seguridad y estabilidad del sistema financiero y la eficacia de la política monetaria.

El enfoque de la Fed para un CBDC potencial enfatiza los beneficios que superan los costos y los riesgos.

Su objetivo es complementar el dólar estadounidense actual y los servicios financieros para equilibrar la privacidad del consumidor con la transparencia para prevenir actividades delictivas.

Peligros de un dólar digital: los riesgos de las CBDC

Pérdida de privacidad

Uno de los peligros más importantes del dólar digital es la posible pérdida de privacidad de los usuarios. A diferencia de las transacciones físicas en efectivo, que pueden ser anónimas, las transacciones digitales se pueden rastrear y monitorear fácilmente.

Esto significa que el gobierno podría tener un acceso sin precedentes a los datos financieros de los ciudadanos. A su vez, plantea preocupaciones sobre la vigilancia y la erosión de la privacidad financiera.

Con la capacidad de realizar un seguimiento de las transacciones digitales, los gobiernos pueden verse tentados a utilizar esta información para vigilar a los ciudadanos, lo que puede dar lugar a posibles abusos de poder.

Esto podría incluir el seguimiento de disidentes políticos y denunciantes o simplemente monitorear los hábitos de gasto de los ciudadanos comunes.

Bo Li, subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo:

“CBDC puede permitir que las agencias gubernamentales y los actores del sector privado programen… funciones de políticas específicas. Al programar una CBDC, el dinero se puede orientar con precisión a lo que las personas pueden poseer y lo que [las personas pueden hacer]”.

El potencial de abuso plantea serias preocupaciones sobre la erosión de los derechos de privacidad en un entorno de moneda digital.

Más allá de la vigilancia del gobierno, el dólar digital podría exponer los datos financieros de los usuarios a terceros, como corporaciones o anunciantes.

Esto podría conducir a la mercantilización de los datos financieros personales, ya que las empresas buscan explotar esta información con fines de marketing dirigido u otros.

Libertad financiera disminuida

Además de las preocupaciones por la privacidad, el dólar digital podría erosionar la libertad financiera. Con el potencial de un mayor control gubernamental sobre las transacciones financieras, las personas pueden ver limitada su capacidad para realizar transacciones libremente.

El dólar digital podría facilitar que el gobierno congele o incaute activos. La congelación de activos físicos en efectivo requiere una orden judicial, pero un dólar digital podría agilizar este proceso.

Por lo tanto, plantea preocupaciones sobre el debido proceso y los derechos de propiedad individuales.

La gobernadora de la Reserva Federal, Michelle Bowman, sostiene que este tipo de control podría llevar a politizar cómo se usa el dinero.

“Una CBDC que permitió este tipo de control no solo tiene el potencial de permitir que el gobierno limite ciertos tipos de gastos privados o limite el acceso a cuentas bancarias, sino que también podría amenazar la independencia de la Reserva Federal”.

Los bancos centrales podrían implementar tasas de interés negativas más fácilmente con un dólar digital, penalizando efectivamente a los ahorradores y empujándolos a gastar o invertir su dinero.

El representante Tom Emmer (R-MN) cree que esto podría afectar profundamente la autonomía y la toma de decisiones financieras individuales.

Sostiene que un dólar digital representa “dinero programable controlado por el gobierno que puede convertirse fácilmente en una herramienta de vigilancia”.

Riesgos de ciberseguridad de las CBDC

La naturaleza digital del dólar digital lo hace más susceptible a los ciberataques.

El Viceministro de Finanzas para Asuntos Internacionales de Japón, Masato Kanda, cree que la seguridad cibernética es uno de los principales desafíos que enfrentan las CBDC.

Los hackers podrían apuntar al banco central o a cuentas de usuarios individuales, lo que podría causar una interrupción generalizada del sistema financiero.

Un hack exitoso en la infraestructura del dólar digital podría generar un riesgo sistémico, lo que llevaría a una pérdida de confianza en la moneda y en el sistema financiero en general.

Esto podría tener graves consecuencias económicas, ya que la confianza es un componente fundamental de un sistema financiero que funcione.

Estados Unidos confianza
Porcentaje de personas que confían en el gobierno de Estados Unidos. Fuente: Pew Research

Los hackers también podrían apuntar a usuarios individuales del dólar digital. Pueden explotar las debilidades de seguridad o usar técnicas de ingeniería social para acceder a las cuentas.

Esto podría generar graves pérdidas financieras para las víctimas y socavar la confianza en la moneda digital.

Exacerbación de la desigualdad financiera

La implementación de un dólar digital puede empeorar la desigualdad financiera al ampliar la brecha digital. No todos pueden acceder a la tecnología requerida para usar monedas digitales, como smartphones o conexiones confiables a Internet.

Esto podría afectar desproporcionadamente a las comunidades rurales y de bajos ingresos, lo que conduciría a una mayor exclusión financiera.

Si bien algunos defensores argumentan que las CBDC podrían impulsar la inclusión financiera, el dólar digital puede dejar atrás a quienes ya están marginados.

El Director Adjunto del FMI afirmó que “si están mal diseñadas, las CBDC podrían generar riesgos para la estabilidad financiera”.

Las personas sin acceso a dispositivos digitales o conexiones a Internet podrían encontrarse en una desventaja significativa. Es posible que no puedan participar en el ecosistema financiero digital.

El dólar digital también fomentaría una dependencia de la tecnología para el acceso a los servicios financieros. En caso de fallas técnicas, desastres naturales u otras interrupciones, esta dependencia de la tecnología podría dejar a las poblaciones vulnerables sin acceso a sus fondos, aumentando las desigualdades financieras existentes.

La transición a un dólar digital también podría tener un impacto negativo en las pequeñas empresas y las economías basadas en efectivo.

A medida que las transacciones digitales se vuelven la norma, las empresas que dependen de transacciones en efectivo podrían enfrentar desafíos.

Las pequeñas empresas pueden enfrentar mayores costos a medida que hacen la transición a los sistemas de pago digitales, incluidos hardware, software y las tarifas de transacción.

Esto podría ejercer una presión financiera adicional sobre las empresas que luchan por competir con empresas más grandes y tecnológicamente más avanzadas.

¿Es el dólar estadounidense digital el futuro del dinero?

Si bien muchos bancos centrales, incluida la Reserva Federal, están investigando y considerando el desarrollo de CBDC, no se ha tomado una decisión final.

El futuro del dólar digital depende de un análisis y consulta exhaustivos con las partes interesadas clave para garantizar que los beneficios superen los riesgos.

A medida que avanza la tecnología y crece la demanda de servicios financieros digitales, la idea de un dólar digital podría ganar más fuerza.

Sin embargo, el camino hacia la adopción generalizada sigue siendo incierto y los formuladores de políticas deben considerar las posibles consecuencias de implementar un dólar digital.

Descargo de responsabilidad

Descargo de responsabilidad: siguiendo las pautas de Trust Project, este artículo presenta opiniones y perspectivas de expertos de la industria o individuos. BeInCrypto se dedica a la transparencia de los informes, pero las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de BeInCrypto o su personal. Los lectores deben verificar la información de forma independiente y consultar con un profesional antes de tomar decisiones basadas en este contenido.

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Eduardo Venegas
Soy un periodista con 14 años de experiencia en medios impresos y digitales, especializado en el periodismo de negocios. Estudié en la UNAM. Fui becario, redactor, reportero y editor en medios de negocios en México por 12 años, hasta que en el segundo semestre de 2021 me uní a las filas de BeInCrypto en Español como editor. En mi paso por los medios de negocio, pude conocer sobre el ecosistema de las criptomonedas de forma esporádica durante la gestación de le Ley FinTech en México en...
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