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De la desconfianza bancaria a la inevitable crisis financiera global (Parte I)

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EN RESUMEN

  • La crisis crediticia es el preámbulo de una inminente crisis financiera global.
  • La crisis mundial del sector inmobiliario comercial es uno de los principales factores de la crisis financiera.
  • Los bancos tienen con una sobreexposición al sector inmobilario.
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Inevitablemente, nos acercamos a una crisis financiera global y a los hechos me remito. Un enorme endeudamiento global impagable; un frenazo económico global provocado, entre otros motivos, por una crisis de confianza bancaria generada por la caída de los bancos regionales estadunidenses Silvergate Bank, Silicon Valley Bank, Signature Bank y First Republic Bank y por el banco europeo Credit Suisse, una de las compañías de servicios financieros más longevas del mundo y que tenía su sede en Suiza. Un sector inmobiliario comercial seriamente en crisis. Una inflación pegajosa que no remite ni en Estados Unidos ni en Europa y una política de subida de tipos de interés que todavía no ha cesado, ni por parte del BCE ni de la FED, principalmente.

En relación al endeudamiento global, para el Fondo Monetario Internacional (FMI), la deuda pública en el conjunto de la economía mundial ha alcanzado el 100% del PIB. Además, el Instituto Internacional de Finanzas estima una deuda global (países, empresas y hogares del mundo) de 305 billones de dólares. Esta deuda globales ahora 45 billones más alta que su nivel pre-pandémico y se estima que seguirá creciendo rápidamente.

Sobre las cifras que nos indican una seria ralentización de la economía global nos encontramos al sector manufacturero mundial que está claramente en recesión, al igual que la construcción y el transporte por carretera. Los indicadores adelantados conocidos por las siglas PMI están situándose en muchos países por debajo de 50 para el sector de las manufacturas desde hace varios meses. Eso quiere decir que en todos ellos las manufacturas están muy débiles, como en EEUU donde el PMI está en 47,1; un 45,8 en la eurozona y un 49,2 en China. 

China ha entrado en un período deflacionario

Concretamente, en el gigante asiático reina el pesimismo en torno a sus perspectivas económicas. Muchos advierten, no sin razón, que China ha entrado en un período deflacionario.

En el primer trimestre de 2023, el índice de precios al consumidor (IPC) de China aumentó solo un 1,3% interanual, menos que el 1,8% del trimestre anterior. Los datos indican que la economía china sigue afectada por una baja demanda efectiva y con un crecimiento del PIB por debajo del estimado. Inclusive, el propio FMI confió en China buena parte del crecimiento mundial de 2023. Sin embargo, a medida que las cifras e indicadores se van conociendo, las expectativas comienzan a desinflarse.

Como afirman en Oxford Economics, la debilidad de la industria en particular ya no puede atribuirse simplemente a la debilidad de las exportaciones. Además, la construcción inmobiliaria sigue siendo un lastre. Sin olvidarnos de la tasa de desempleo juvenil china, que aumentó hasta un máximo histórico del 20,4%, como afirman en Commerzbank. Lo que está claro es que la situación económica en China puede ser un problema para una economía mundial que legaba gran parte de sus esperanzas a la gran recuperación del gigante asiático.

Estados Unidos se enfrenta a una gran salida de capital

Ante este escenario económico, Bank of America considera que las fuerzas monetarias están arrastrando a la baja los precios del crudo Brent, anticipando un precio de 80 dólares para este 2023. Para la entidad estadounidense:

“mientras los bancos centrales siguen corrigiendo en exceso su último error (la elevada inflación), el petróleo se apresura a anticipar la desinflación y una recesión estadounidense impulsada por las quiebras bancarias y el endurecimiento de las condiciones crediticias”.

En lo que respecta a la tormenta bancaria de Estados Unidos, esta no termina de amainar ya que las dudas de los inversores sobre la salud financiera de los bancos regionales continúan.

La inestabilidad financiera desatada desde la caída del Silicon Valley Bank (SVB) el pasado 10 de marzo también tuvo un efecto financiero restrictivo. Los rescates bancarios se financiaron con cargo a las aportaciones de los bancos a la FDIC. El rescate aportó efectivo o bonos para facilitar las operaciones:

  • 25.000 millones de dólares en la venta de Signature Bank a Flagstar
  • 35.000 millones en la de SVB a First Citizens
  • 50.000 millones en la de First Republic a JPMorgan.

Además, la caída en los depósitos bancarios en las instituciones estadounidenses coincide con la crisis que atraviesa ese sector prácticamente desde que inició el 2023. Hablamos de casi un billón de dólares que han salido de las cuentas bancarias estadounidenses en el lapso de un año. Así lo muestran los datos oficiales del Sistema de la Reserva Federal, disponibles en su web. En ellos se muestra que los depósitos en las entidades bancarias estadounidenses han retrocedido un 4,70% en cuestión de 12 meses.

La desconfianza del sistema financiero estadounidense es cada vez mayor

Además, según las investigaciones llevadas a cabo por los profesores Erica Xuewei Jiang de la Universidad del Sur de California, Gregor Matvos de la Escuela de Administración Kellogg de la Universidad Northwestern, Tomasz Piskorski de la Escuela de Negocios de Columbia y Amit Seru de la Universidad de Stanford, existen 186 bancos en EEUU que presentan vulnerabilidades importantes y que podrían enfrentarse a una situación similar a la que sufrió Silicon Valley Bank.

Recordemos que la caída de este banco se produjo cuando se vio obligado a vender una cartera de bonos con grandes pérdidas que no tenía valorada a precios de mercado para hacer frente a una salida de depósitos. Esto desencadenó el fin del banco americano y desató el pánico en el sector financiero de EEUU y Europa.

Estos profesores señalan de forma clara y concisa que:

“el valor de mercado de los activos del sistema bancario de EEUU es dos billones de dólares más bajo de lo que sugiere el valor en libros de los activos que representan las carteras de préstamos y bonos mantenidas hasta el vencimiento. Un riesgo potencial de 300.000 millones de depósitos asegurados”.

Y sin con todo esto no fuera suficiente, existe una encuesta recientemente realizada por la consultora Gallup, donde casi la mitad de los estadounidenses teme por el dinero que tiene depositado en los bancos. Lo que demuestra, que la confianza en el sistema financiero actual es cada vez menor.

La crisis crediticia es el preámbulo de una inminente crisis financiera global

Por lo que respecta a los bancos centrales, sus decisiones están afectando a los estándares de préstamo que se están endureciendo y desplomando. Esto abre las puertas a una crisis crediticia, como preámbulo de una inminente crisis financiera global.

Después de una década y media ignorando los tipos de interés, el mundo despierta lentamente en una realidad de tipos de interés que influyen considerablemente el entorno macroeconómico y que implica nuevos desafíos. 

Como afirma la gestora AXA Investment Managers:

“los tipos altos son un problema y podría haber más quiebras bancarias, ya que los tipos a corto plazo seguirán siendo más altos que la mayoría de los tipos de depósito disponibles en los bancos regionales”.

El aumento del precio del dinero no solo tiene el efecto adverso en la banca de restringir el crédito y causar más impagos. Se está convirtiendo en causa de la mudanza del dinero en depósitos hacia fondos del mercado monetario. Estas tienen rentabilidades superiores a medida que suben los tipos de interés.

Para la entidad Federated Hermes:

“la tensión bancaria se suma al endurecimiento de las condiciones financieras ya en marcha debido a catorce meses de subidas de tipos. Ahora está claro que los riesgos de accidentes en los mercados financieros han aumentado a medida que el entorno ha pasado de unas condiciones monetarias extremadamente acomodaticias a otras restrictivas”.

Los principales bancos centrales cierran el grifo

Lo cierto es que los bancos cierran el grifo a ambos lados del Atlántico. Tanto en Estados Unidos como en la zona euro las autoridades financieras han detectado una fuerte restricción de las condiciones crediticias. Lo avisó el BCE y cifras similares han salido de la Reserva Federal.

La Encuesta sobre Préstamos Bancarios del BCE del segundo trimestre mostró el mayor endurecimiento de las condiciones crediticias en la zona del euro desde 2009. También en Bank of America ve “claros indicios de deterioro del ciclo crediticio que apuntan a un debilitamiento del impulso del crecimiento en el futuro”. 

El fuerte endurecimiento de las actuales condiciones de financiación han sido provocadas por la actual crisis bancaria y la continuada política de subidas de tipos de interés de los bancos centrales. Estas condiciones están ya impactando en la demanda de consumo e inversión de la actividad económica.

Recordemos que la política monetaria deja notar sus efectos con un cierto retardo en la economía, entre 12 y 24 meses. En relación a Europa, la demanda de crédito está cayendo de forma muy intensa y sin precedentes en muchos años. Esto afecta tanto a empresas como a familias y continuará durante los próximos meses, según declaraciones de Luis de Guindos, vicepresidente del BCE.  

La subida de tipos de interés de Estados Unidos puede continuar

Por lo que respecta a Estados Unidos, varios miembros de la Reserva Federal han salido a la palestra con un mensaje común. Las subidas de los tipos de interés no tienen por qué haber terminado. A pesar de que el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, abrió la puerta a una pausa en el ciclo de alzas.

Como es el caso, entre otros, del presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, que no prevé que el banco central de Estados Unidos haga recortes en los tipos de interés este año. Aún cuando se produzca una recesión, ya que la inflación sigue persistentemente alta. Por ahora, los consumidores continúan muy resistentes en términos de gasto y los mercados laborales siguen estando muy ajustados.

Inclusive, Jamie Dimon, CEO de JP Morgan, alerta:

“los bancos deben prepararse para tipos de interés del 6% ya que la inflación podría seguir más alta de lo esperado durante más tiempo”.

La subida de los tipos de interés, que comenzó en marzo de 2022 en Estados Unidos y se contagió el pasado verano del 2022 a Europa, no está cerca de terminar. La subida puede desencadenar en un Credit Crunch en los Estados Unidos. 

Un Credit Crunch sería una crisis crediticia causada por una reducción repentina de la oferta de crédito por parte de las entidades bancarias. Es decir, que los bancos repentinamente se nieguen a conceder créditos, porque se produzca un endurecimiento repentino de las condiciones exigidas por los bancos para la concesión de créditos.

La subida de tipo de interés endurecen las concesiones de crédito

En Estados Unidos también se han endurecido significativamente las condiciones crediticias a empresas y particulares. Esto se debe al deterioro de la calidad de las garantías que tienen los préstamos. A esto hay que sumarle la reducción en la demanda de créditos por parte de las compañías, debido a la creencia desfavorable de las perspectivas económicas. Inclusive, los bancos estadounidenses han endurecido las condiciones para la concesión de crédito porque no ven claras las perspectivas económicas en el futuro

La inflación y la subida de los tipos de interés pueden crear una crisis financiera global

Como se ha demostrado, la subida agresiva de tipos de interés llevada a cabo por la FED ha provocado una crisis de liquidez. La intención es que los bancos redujeran los préstamos que concedían a empresas y particulares. De este modo, tales bancos harán el trabajo sucio del sistema de la Reserva Federal estadounidense.

Lo curioso de todo esto es que las tensiones del mercado y las presiones a las que se enfrentan hoy los bancos estadounidenses más pequeños recuerdan a la crisis de las cajas de ahorros y préstamos que tuvo lugar entre 1986 y 1995 en Estados Unidos. Esta crisis provocó la quiebra de casi un tercio de las 3.234 asociaciones de cajas de ahorros y préstamos. En esa época, como actualmente, el ritmo de las subidas de tipos de interés perjudicó la rentabilidad de los bancos y aumentó la vulnerabilidad de las entidades más pequeñas, frente a la fuga de depósitos.

La crisis mundial del sector inmobiliario comercial es uno de los principales factores de la crisis financiera global

Por otra parte, como decíamos al principio, uno de los principales factores de la crisis financiera global que se nos avecina lo encontramos en la actual crisis mundial del sector inmobiliario comercial. La entidad quebrada Signature Bank era un activo prestamista inmobiliario, al igual que la actual banca regional estadounidense.

También encontramos importantes riesgos y vulnerabilidades financieras en el capital riesgo internacional. Por ejemplo, el aviso dado hace unos meses por el gigante estadounidense de la inversión Blackstone. El fondo restringió las retiradas de dinero de su fondo Blackstone Real Estate Income Trust en diciembre de 2022 y lo volvió a hacer en enero de 2023. En marzo, esta entidad volvió a lanzar un nuevo aviso de problemas de liquidez. No es el único, también el fondo de capital riesgo KKR ha tenido que recurrir a la restricción de los reembolsos de su fondo inmobiliario.

Hay que prestar especial atención al ámbito del capital riesgo, cuyas entidades han obtenido abundante financiación en los últimos años gracias en gran medida a créditos sindicados que posteriormente se titulizaban. Los problemas surgirán donde haya más apalancamiento.

Como reconoce Luis de Guindo, vicepresidente del BCE, el principal riesgo del sistema financiero europeo está en los fondos de inversión de alto riesgo. Estos han asumido mucho apalancamiento y riesgo desde el punto de vista de la liquidez, donde la continuada subida de tipos de interés tendrá su impacto en estas. Como reconoce el mandatario europeo, existe una clara interrelación entre la banca europea y estos fondos de inversión de alto riesgo, tanto en operaciones de activo como de pasivo.

Por su parte, desde la entidad financiera Nomura recuerdan que cuando hay turbulencias en el mercado bancario. El sector inmobiliario comercial y residencial, los préstamos al consumo y las carteras clásicas de titulizaciones tienden a ser los más afectados. 

Los bancos tienen con una sobreexposición al sector inmobilario

En Goldman Sachs reconocen que la exposición de la banca al crédito inmobiliario comercial está siendo analizado cada vez más. Los inversores vigilan el descenso de las valoraciones del ladrillo.

En EE UU, los pequeños bancos regionales, ahora concentran en el sector inmobiliario el 65% de sus créditos, frente a apenas el 15% de los bancos de mayor tamaño.

En Europa, la BCE ha advertido de la exposición de la banca al ladrillo como un punto de debilidad para algunas entidades. La cuestión es especialmente sensible en Suecia. El inmobiliario comercial copa el 15% del crédito, según los últimos datos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Alemania también cuenta con una elevada exposición, por el 12% del total del crédito bancario.

Ambos mercados cuentan a su favor con unas tasas de morosidad muy reducidas, según destaca Goldman Sachs. En España, con datos de la EBA a junio de 2022, la exposición al riesgo inmobiliario era del 5% del total del balance, aunque con una mora del 8% que duplicaba la media europea.

En la segunda parte de este artículo, ahondaremos, con mayor profundidad, en la crisis financiera del sector inmobiliario comercial. Con especial atención en los instrumentos financieros denominados CMBS, una clara bomba de relojería. Para finalmente hablar sobre criptoactivos como Bitcoin y que se espera de ellos, ante este contexto de inevitable crisis financiera global que se nos avecina.  

Sobre el autor: Ismael Santiago

Ismael Santiago: De la desconfianza bancaria a la inevitable crisis financiera

Profesor doctor de Finanzas e investigador en Universidad de Sevilla. Colaborador en diversos medios internacionales especializados en Finanzas, Criptoeconomía y Geopolítica. Coordinador de proyectos DLT/Blockchain de I+D+i en el ámbito DeFi, Refi, DeEn, Healthtech y Agtech. Escritor de los libros: NFT Y METAVERSO. La Economía Intangible”, “Introducción al Blockchain y las Criptomonedas (3ª edición)” y “La Nueva Economía Blockchain (3ª edición)”.

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Ismael Santiago
Profesor doctor de Finanzas e investigador en Universidad de Sevilla. Colaborador en diversos medios internacionales especializados en Finanzas, Criptoeconomía y Geopolítica. Coordinador de proyectos DLT/Blockchain de I+D+i en el ámbito DeFi, Refi, DeEn, Healthtech y Agtech. Escritor de los libros: NFT Y METAVERSO. La Economía Intangible”, READ FULL BIO
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