El arribo del magnate Elon Musk a la otrora red social Twitter no ha pasado desapercibida. La recientemente bautizada como plataforma X pretende provocar una revolución en cuanto a las modificaciones. Algunos de esos cambios podrían volverla una interfaz que integre mensajería y comercio electrónico, por ejemplo.
De acuerdo con lo que ha dejado saber el dueño de Tesla, un objetivo cercano para X es volverla un espacio que conserve un aire más inclusivo y participativo para quienes forman parte de esta red social. Para mediano plazo hay rumores acerca de posteos editables, cambios en cuanto a la relación con la política y eliminación de bots.
Los cambios de la plataforma en la era Musk
La lista es prácticamente interminable, pero lo concreto es que, al menos por ahora, no están del todo claro los movimientos específicos ni el modo en que éstos afectarán a los usuarios.
Elon Musk compró Twitter hace menos de un año. El primero de los cambios desde su llegada en noviembre de 2022 fue promover que las verificaciones de los perfiles pasen a ser de pago. Igualmente, el modelo de suscripción Twitter Blue no fue lanzado efectivamente hasta el mes siguiente, en diciembre. Una variante que provocó críticas en parte de la comunidad.
El siguiente cambio, para finales de ese año, fue introducir funciones al servicio de suscripción Twitter Blue. Allí apareció la posibilidad de subir videos de 10 minutos. Asimismo, se introdujeron las denominadas “Notas de la Comunidad”, que venían a advertir sobre fake news o procesos de desinformación.
Más tarde se aplicó una diferenciación de perfiles verificados. Aparecieron etiquetas azules (usuarios), doradas (empresas y organizaciones) y grises (gobiernos). El objetivo fue lograr que algunas cuentas mantengan su verificación, aún sin estar estar pagando por este servicio.
Ya con la llegada de 2023 ingresaron las nuevas pestañas “Para ti” y “Siguiendo”. Con este cambio se buscó un filtro mucho más específico que apuntara casi exclusivamente a las preferencias de cada usuario. Los usuarios con cuentas suspendidas vieron la chance de apelar esas resoluciones para destrabar sus perfiles y ajustarse a los nuevos criterios de moderación.
También se habilitó el programa “ad revenue share”, destinado a creadores de contenido.
Más caracteres y el impacto provocado por el cambio de nombre
Se amplió a 4 mil caracteres las publicaciones para suscriptores de Twitter Blue y fue posible promocionar productos derivados del cannabis, en zonas donde consumo se encuentra habilitado. Hasta esta parte no había transcurrido siquiera el primer trimestre del año.
Otra medida adoptada en marzo fue limitar el acceso a la autenticación de doble factor por medio de mensajes SMS solo para los suscriptores de Twitter Blue.
Para mayo llegaron los mensajes de voz, habilitados únicamente en los mensajes directos (DM). El encriptado de extremo a extremo y la creación de grupos de chat de hasta 100 integrantes por DM eran una realidad para el mes de junio.
En julio, la plataforma pasó de Twitter a “X”, además de XPro (antes TweetDeck), una nueva función de búsqueda de empleos destinada a organizaciones verificadas. Finalmente, la otra novedad estuve relacionada con el límite en la capacidad de envío de mensajes directos.
Qué debemos esperar de la nueva plataforma X
Elon Musk parece imperturbable frente a cierta crítica que plantea temores e inseguridades en cuanto al futuro de la marca, especialmente con su llegada. Puede resultar hasta lógico que un empresario de su talla y con tan vasto recorrido no le tema al desafío, pero no se trata de un camino sencillo.
A partir de la llegada de Musk, los principales anunciantes han dejado de utilizar la plataforma. Allí es donde se justifica el nacimiento de Twitter Blue, con la idea de generar ingresos extra. La cuestión es que esa implementación no ha alcanzado el éxito esperado, con la generación de apenas 290 mil suscripciones.
Antes Musk, Twitter contaba con 388,53 millones de usuarios activos en todo el mundo. La expectativa era superar los 650 millones en 2025.
Cuando la toma de decisiones comenzó a pasar por el magante creador de Tesla, la plataforma comenzó a debilitarse. Actualmente, las cifras disminuyen cada mes reduciéndose a 353,9 millones y en 2024, se espera que continúe su declive hacia los 335,7 millones. Por otro lado, está variando la confianza de las marcas en Twitter, así como su inversión publicitaria.
El cúmulo de rumores no hace más que provocar una alta expectativa para determinar las nuevas funciones de la plataforma y, con ellas, un repunte o no en cuanto su gravitación. Un cambio de peso sí está confirmado: Musk anunció que están trabajando en la integración de inteligencia artificial (IA) para mejorar los resultados de búsqueda.
“Estamos trabajando en la búsqueda semántica (IA). Mostrará publicaciones de X que coincidan con el significado de su búsqueda, no solo el texto”.
La política, que entrará en vigor el 29 de septiembre, otorga a X permiso para recopilar información detallada sobre el historial laboral de los usuarios, antecedentes educativos, actividad de búsqueda de empleo, habilidades e incluso datos biométricos.
Al incluir esta tecnología, X tendrá la capacidad de ofrecer búsquedas más eficientes y cercanas al usuario, ya que dejarían de ser tan esquemáticas como lo son ahora.
Las criptomonedas y su relación con la nueva plataforma X
Otro cambio que se suponía de fuste estaba relacionado con las criptomonedas. El 28 de agosto pasado, Rhode Island aprobó la solicitud de X para una licencia de transmisor de moneda. Esta licencia es obligatoria para las empresas que manejan actividades financieras relacionadas con los usuarios, como transferencias de dinero, incluidos los criptoactivos.
No obstante, a principios de agosto, Musk descartó enfáticamente que su empresa de redes sociales lanzara su propio token. Los comentarios se produjeron después de un esquema de pump-and-dump de TwitterDAO, donde Musk rápidamente descartó la existencia de cualquier vínculo con el proyecto.
X no tenía planes de lanzar una criptomoneda, “y nunca lo haremos”, dijo Musk en una publicación de X.
Al parecer, Musk pretende una aplicación para todo. Un sueño que ha forjado influenciado por WeChat, una popular plataforma de redes sociales china. La aplicación, que se utiliza escasamente fuera de China, es la quinta aplicación social más popular del mundo.
Su funcionalidad incluye mensajería personal, chats grupales, pagos y juegos. Una amplia gama de características que Musk parece dispuesto a emular.
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