El déficit presupuestario de Estados Unidos supera los máximos históricos

El déficit presupuestario de Estados Unidos se ha trasladado a un territorio previamente desconocido en los últimos meses. En particular, el informe del mes de junio realizado por el Departamento del Tesoro reveló un exceso de 864 mil millones de dólares, aplastando el máximo anterior de 2020 de registrado en 738 mil millones de dólares el pasado mes de abril. Las dramáticas cifras de los últimos meses se han sumado al déficit ya creciente. El año presupuestario, que comienza el 1 de octubre, ya tiene un sobregiro de 2.7 billones de dólares y está en camino a los pronósticos de  3.7 billones de dólares.

Estalla el presupuesto de Estados Unidos

Las cifras totales ya están muy por encima de los máximos anteriores registrados durante la recesión de 2009. En ese año, el gobierno gastó más de 1.4 billones de dólares, siendo este el máximo anterior. Ese año se vieron iniciativas de gasto dramáticas para detener la crisis fiscal causada por los valores respaldados por hipotecas. El gasto actual ya casi ha duplicado ese total, y aún quedan, adicionalmente, tres meses completos para gastar.

Tiempos de guerra

Los déficits se componen en gran medida de las iniciativas de estímulo y apoyo económico causadas por la crisis del coronavirus. Estas cifras, como el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), están casi al nivel experimentado al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Ese año había sido el déficit presupuestario más alto jamás visto en el país norteamericano.   Estas cifras revelan que la lucha contra el nuevo coronavirus es similar a librar una guerra. La combinación de pérdida de empleos y colapso de ingresos ha dejado al país en una situación muy complicada.

Gastar para sobrevivir

El argumento del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos ha sido esencialmente que el país no sobrevivirá sin un estímulo sustancial. Esto, junto con la reducción del gasto, ha dejado al gobierno de Estados Unidos contra la pared. La necesidad de liquidez ha impulsado los estímulos. Sin embargo, la presión subsiguiente sobre el déficit ha dejado a muchos economistas preguntándose cómo las consecuencias finalmente afectarán a la nación. El secretario del Tesoro, Mnuchin, ya indicó que otra suspensión de actividades es “imposible”. Con estados como California amenazando con tomar más medidas, es posible que al Tesoro no le queden opciones y el futuro sigue siendo incierto.