El polémico euro digital podría estar muy cerca de volverse una realidad. Al menos eso indica la última señal del Banco de España, el cual ha autorizado a la FinTech Monei a experimentar con la emisión de euros digitales. Se trata de un proyecto basado en un test piloto del sandbox financiero y que pretende ser el prototipo del euro digital que está diseñando el Banco Central Europeo (BCE).
Esta fase de pruebas estará cerrada a un reducido grupo de personas para testar la aplicación. De momento, solo estará disponible para operaciones dentro de España. Para conseguir los euros digitales, los usuarios tendrán que introducir su número de teléfono, confirmar su identidad mediante identificación por vídeo, y cargar el monedero con euros reales a través de Bizum.
Este proyecto forma parte del Espacio Controlado de Pruebas del Banco de España y permitirá probar el funcionamiento del euro digital desarrollado por Monei, que emplea las tecnologías blockchain de Ethereum y Polygon.
Funcionamiento del proyecto
La aplicación creará una especie de clon o back-up de euros digitales equivalentes a los depósitos en euros reales realizados por elusuario. Se pretende que estos euros digitales tendrán la misma validez que los euros relales, por lo que podrán usarse para transacciones particulares y de empresas asociadas.
Los euros reales estarán custodiados en dos cuentas de salvaguarda de BBVA y CaixaBank y se podrá canjear por euros físicos en cualquier momento. La compañía detalla que siempre existirá el mismo número de euros digitales que euros que los respaldan.
La fase de pruebas tendrá una extensión de entre seis a doce meses. Se espera que durante ese tiempo se puedan elaborar informes más realistas acerca del funcionamiento del euro digital en el día a día. Con la información recopilada; el Banco de España deberá decidir si autoriza a Monei a abrir el servicio al público en general.
Si bien se espera que el verdadero euro digital será lanzado por el banco central; este puede ser un experimento muy valioso para conocer la reacción de los agentes económicos a esta nueva medida. Pese a ser un proyecto micro, lo cierto es que incluso el fundador de Monei, Álex Saiz Verdaguer, explicó que podrían haber confluencias al final del experimento.
“Son proyectos diferentes, pero es muy probable que haya confluencias en el camino. Hemos sido los primeros en Europa en poner en funcionamiento un proyecto de este calado. De momento, el Banco de España ha decidido que haya un ente privado que sea el que lo lidere. Podría ser una prueba piloto para el BCE. El Banco de España ha sido el más rápido e innovador, y puede que se siente con el BCE y diga que tenemos el producto, que está regulado y supervisado y a partir de ahí se le dé forma”.
Desafíos del Euro digital
El proyecto del euro digital es uno de los grandes desafíos del supervisor para los próximos años. Aunque los bancos ya ofrecen la posibilidad de realizar transferencias, pagos y envíos de dinero online, la creación de un euro digital abre un gran abanico de posibilidades en cuanto a pagos programables que con los sistemas tecnológicos actuales no son posibles.
De esta forma, se permitirá programar el envío de dinero siempre que se cumplan ciertas reglas, un fenómeno que recuerda a los smart contracts pero con un mayor contacto con el sistema financiero tradicional. Por ejemplo; se ofrecerá la posibilidad de enviar desde cientos de euros a fracciones de céntimos cada cierto intervalo de tiempo..
Apenas el día de ayer, la Unión Europea hizo saber que está dando algunos pasos hacia su euro digital, habiendo discutido algunas propuestas y comenzado estudios de mercado. Sin embargo, quedó en claro que algunas acciones pueden necesitar apoyo político.
La Unión Europea ha ofrecido una actualización sobre el euro digital, su muy discutida moneda digital del banco central (CBDC).
El informe de la reunión ofrece más información sobre la opinión del grupo sobre el euro digital. Señala que los pagos digitales son cada vez más populares, pero que los pagos en efectivo siguen siendo importantes para muchos países de la región.
En cuanto a la motivación de por qué podría ser necesaria una CBDC, el informe establece que sería “un ancla monetaria que preservaría el acceso público al dinero del banco central en el mundo digitalizado al ser ampliamente accesible para los posibles usuarios”. También beneficiaría la autonomía estratégica, ya que la UE lo ve como un medio para aumentar la independencia de las soluciones de pago no europeas.
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