“He estudiado bastante este tema y quiero anunciar que Venezuela va a implementar un sistema de criptomonedas, la petro moneda”, así anunciaba Nicolas Maduro, presidente venezolano, la creación del Petro, la cripto que prometió rescatar a la economía nacional y que, tras 6 años, ha ido quedando en el olvido.
Así es, el Petro se ha ido desapareciendo progresivamente del discurso gubernamental y de las propagandas oficiales. Pasó de ser una medida para medir al salario mínimo y de estar hasta en las publicidades de la selección de fútbol, a ser un mero recuerdo de otra promesa del gobierno que quedó sin concretarse.
¿Qué pasó con el génesis del Petro venezolano en 2017?
Ante esto surge la pregunta de ¿Qué pasó con el Petro y por qué no pudo ser una salvación para la economía venezolana? Para responderla hay que entender su historia. Por eso en este trabajo se repasará todo lo que sucedió y se explicará qué pasó en el 2023 para que el sueño cripto venezolano se acabara.
Para entender de donde surge el Petro hay que irse a 2017, el año de su nacimiento. Si se revisa la historia contemporánea de Venezuela, el 2017 se puede considerar el peor año jamás vivido.
En el ámbito político se vivió la jornada de protesta más larga y violenta de su historia. La Asamblea Nacional de mayoría opositora perdió la mayoría de sus facultades, dejando a una oposición inoperante y dividida.
En el plano económico la situación se empeoró. Comenzó el ciclo de hiperinflación, la escasez se acentuó y el dólar llegó a máximos históricos.
Todo esto dio paso a que en el plano social se empezara a descomponer la estructura. Comenzó una gran ola migratoria que llevó a que la cifra de migrantes venezolanos llegara hasta los 7 millones de personas.
El Petro venezolano fue pionero en el mercado de las criptomonedas
Es en este contexto donde muchos empiezan a buscarse la vida de distintas formas. Los trabajos remotos aún no estaban popularizados y las oportunidades de buenos sueldos eran mínimas. Así, en medio de este caos, aparecen las criptomonedas.
Entre 2016 y 2017 estas aún no llegaban al mundo mainstream como es hoy en día. Para inicios del 2017, Bitcoin estaba en el rango de los mil dólares y el número de proyectos rentables eran limitados, pero existía una oportunidad de oro que estaba comenzando: las minadoras de criptomonedas.
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Gracias a los bajos precios de la energía y a la devaluación, comprar un equipo minador de Bitcoin e instalarlo en Venezuela era sumamente rentable. Una estimación de The Athlantic reveló que una persona podía generar hasta 500 dólares mensuales con una granja de Bitcoin.
Si bien esta práctica tenía dándose desde, por lo menos, 2014, el 2017 fue el año donde se popularizó. Pero como suele suceder en Venezuela, apenas se hizo mainstream, el gobierno decidió entrometerse.
Sanciones, entusiastas cripto y el token venezolano
Con las minadoras de Bitcoin proliferando empieza a surgir una ola de inversionistas y entusiastas criptos venezolanos. Muchos jóvenes expertos en finanzas y en tecnología empiezan a invertir en criptomonedas gracias a la facilidad y practicidad de esta inversión.
La explicación a este fenómeno es sencilla. Ante el cierre de cualquier mecanismo de inversión en el plano tradicional para muchos venezolanos y gracias a las facilidades para entrar en el mercado cripto, muchos decidieron apostar por él como mecanismo de inversión.
A pesar de que no tenían grandes fondos disponibles, los entusiastas cripto venezolanos aprovecharon un momento ideal del mercado cripto donde los precios no superaban los mil dólares y donde cualquier subida representaba un aumento sustancial de ingresos.
En medio de todo esto estaban dándose las protestas políticas que se mencionan anteriormente. Este hecho es importante porque es el que desata la batería de sanciones que son impuestas desde Estados Unidos al gobierno de Maduro.
Y es que, gracias a la represión que estaba ejerciendo el gobierno y al irrespeto contra la Asamblea Nacional, la comunidad internacional encabezada por Estados Unidos decidió sancionar a Nicolas Maduro como medida para que cambiara su forma de actuar.
A su vez, varios jerarcas y financistas del gobierno empezaron a ser perseguidos por casos de corrupción y por sus vínculos al gobierno. Congelándoles las cuentas y obligándolos a tener que salir del país.
Ante esto, Maduro se encontró con problemas para poder generar ingresos en el extranjero y para mover fondos. Todas sus transacciones estaban supervisadas y podían ser detenidas en cualquier segundo.
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Así es que nace la idea de un mecanismo que los haga saltarse las sanciones y ¿qué mejor opción que un mecanismo digital que no puede ser rastreado? Es aquí donde nace el Petro, el proyecto cripto venezolano.
El Petro: la criptomoneda del petróleo venezolano
3 de diciembre del 2017. Las sanciones estaban en marcha, la hiperinflación estaba comenzando y el dólar ya había pulverizado al bolívar. En medio de esto, Bitcoin estaba en pleno bull market y las criptomonedas eran un tema de conversación.
Es en este contexto en el que aparece Nicolas Maduro en su programa Domingos con Maduro. Todo se estaba realizando en una feria de tecnología en la que estaban el por entonces ministro de economía, Tareck el Aissami y Hugbel Roa, ministro de universidades y de ciencia y tecnología.
Estos dos nombres son sumamente importantes para la historia de este trabajo, pero serán tocados más adelante.
En el discurso, Maduro explica que, tras estudiar el tema, ha decidido implementar en Venezuela un sistema de criptomonedas con el que podrá alcanzar “soberanía” monetaria y puedan evadir las sanciones que se le habían impuesto.
“Venezuela va a crear una criptomoneda. El Petro moneda, el Petro. Para avanzar en soberanía monetaria, para hacer sus transacciones financieras para vencer al bloqueo financiero”.
Como se lee, Maduro dijo en el primer discurso en el que habló del Petro que su objetivo era saltarse las sanciones. Una confesión que demuestra la línea a seguir del chavismo con este proyecto.
En el mismo discurso Maduro explicó que el Petro estaría respaldado en “las reservas de riquezas venezolanas” entre las que se encuentran el petróleo, el gas, el oro y el diamante. En este sentido hubo un cambio porque al final, según discurso oficial, el respaldo era el petróleo venezolano.
“El Petro se va a llamar. El San Petro. La criptomoneda de Venezuela, nos incorporamos en el siglo XXI”.
Durante el programa se trató el tema de la industria cripto venezolana y se empezó a trabajar para regularizar a ese sector. Comenzando así la etapa de las criptomonedas en Venezuela.
La Venezuela del Petro
En el programa de Domingos con Maduro, Hugbel Roa presenta al mundo a la Asociación Nacional de Criptomonedas (Asonacrip) una asociación civil enfocada en representar a la industria cripto ante el gobierno.
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Esto fue el primer indicio del gobierno para demostrar que la cosa iba en serio. Luego en abril del 2018 publicaron en gaceta oficial el Decreto Constituyente de Criptoactivos, marco jurídico con el que se abría la era cripto de Venezuela.
A partir de este decreto se crea la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip), institución gubernamental dedicada a aplicar la ley en materia de criptomonedas. A su cargo quedó la tarea de aprobar, registrar y supervisar a cualquier actor cripto que se desarrollara en el país.
Pero también quedó a cargo del Petro. La Sunacrip se encargaría de controlar y supervisar sus operaciones, así como también mantener al wallet o monedero donde se podría tranzar con ella.
Pero Maduro no dejó al Petro como algo limitado a saltarse las sanciones, sino que decidió expandir sus operaciones. Estableció que el salario mínimo en el país se mediría a partir del valor del Petro, permitió que se aceptara como método de pago para el combustible y lo estableció como un mecanismo para enviar remesas y poder ahorrar.
De esta forma el gobierno entraba de lleno en el mundo de las criptomonedas. Mientras, en el sector privado se empezaba a gestar un crecimiento gracias a que muchos vieron a esta regularización como una opción para establecerse en el país.
Hay que entender que los problemas antes de esta regularización no escaseaban. Muchos fueron detenidos por la policía, mientras que otros vivían en un limbo legal. Limbo que se pensó que se acabaría, pero la realidad demostró otra cosa.
La era del Petro venezolano: Luces y sombras
La aparición de leyes cripto en Venezuela atrajo interes por este país. En primer lugar, los mineros que ya estaban establecidos decidieron regularizarse para evitar seguir siendo detenidos.
Así muchos empezaron a pasar a la legalidad progresivamente. Surgieron empresas y firmas criptos, y los centros de minado dejaron de ser algo clandestino para ser más formales.
A su vez, las transacciones con criptomonedas aumentaron. Muchos comercios agregaron a exchanges y wallets entre sus formas de pago, y el uso de USDT se popularizó.
Pero la pregunta que origina todo esto es ¿funcionó el Petro? La respuesta es, según quien lo mires.
Todo el proceso de regularizar al sector cripto venezolano fue algo positivo para la industria. El número de detenciones y allanamientos por minerías se redujo. También hubo un crecimiento en el uso de las criptomonedas y de las herramientas que estas ofrecen, pero nada de esto era el objetivo fundamental del Petro.
Las alternativas que surgieron al Petro venezolano
El Petro llegó con la misión de saltar las sanciones y de garantizar una “soberanía monetaria”, pero la realidad es que, desde su aplicación, el venezolano adoptó el dólar y no al Petro como moneda y el bolívar fue creciendo en su uso por el gobierno.
Y en cuanto a las sanciones sí ayudó, pero a medias.
Ante el incremento de las empresas y exchanges venezolanos, así como el uso del USDT, el gobierno encontró una opción para poder recibir fondos sin pasar por el sistema financiero tradicional.
Esto hizo que el volumen de transferencias y de usos con criptomonedas se incrementara años tras año. Nada más en 2022 se registró un aumento del 32% en el uso de criptomonedas en el país.
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Pero mientras esto pasaba, el gobierno dependía de estos activos para funcionar. El USDT era moneda de cambio y era normal ver a gente recibiendo y comprando, pero todo cambió.
La trama de corrupción vinculada al Petro venezolano
Todo el sector cripto en Venezuela parecía ir viento en popa, hasta que en mayo del 2023 una gran ola de detenciones desató al conocido como caso PDVSA Cripto. Una trama de corrupción que llevó a la detención de 60 personas implicadas.
Todo comenzó de sorpresa. En las redes sociales se filtró que se estaban dando detenciones en la cúpula gobernantes y de aliados de los implicados. Los rumores no dejaban de llegar y todos apuntaban a Tareck el Aisammi como el principal implicado.
La trama está enfocada en empresas del gobierno venezolano, principalmente PDVSA, la estatal petrolera. Empresa que, según explicaron, ha dejado de ganar hasta 21 mil millones de dólares gracias a los movimientos corruptos que se hicieron.
Ahora bien, el mundo cripto entra cuando se revisa el punto en común de todas las empresas implicadas: la Sunacrip.
Según el Fiscal General, Tareck William Saab, desde la Sunacrip se creo una estructura “paralela” que recibía fondos de las empresas estatales y los manipulaba a su antojo sin ningún control.
De esta forma el anteriormente mencionado, Hugbel Roa y Joselit Ramírez, presidente de Sunacrip para ese entonces, fueron detenidos y presentados en tribunales con acusaciones de corrupción.
Tras esto, la Sunacrip fue intervenida, sus operaciones se detuvieron y la industria cripto entró en un momento de parálisis donde, sin organismo regulador, no puede operar con libertad legal.
Todo esto afectó al Petro. La blockchain del token se detuvo, hubo rumores de que estarían cerrando sus operaciones y muchos vieron que sus fondos en Petro desaparecían momentáneamente.
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Actualmente no se sabe mucho sobre qué sucederá, pero la realidad es que el experimento acabó.
¿El fin del Petro?
La respuesta corta a esa pregunta es, por ahora sí. Aunque la app del Petro siga activa y todavía no haya anuncio oficial, la actitud del gobierno está alejada a esos tiempos cuando el Petro era una norma.
Las publicidades y propaganda han ido desapareciendo de la fauna de la ciudad y ahora el gobierno se enfoca en otros temas. Tanto ha sido el problema que la Asonacrip ha pedido que se responda por la situación actual, pero no ha tenido respuesta.
La realidad es que el experimento del Petro, el proyecto cripto del gobierno venezolano ha ido quedando en el olvido. Muchos siguen acordándose de este, pero todo apunta a que ya es cosa del pasado.
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