A finales de septiembre de 2020, la plataforma de intercambio de criptomonedas KuCoin anunció que había sufrido uno de los hacks más importantes del mundo de las criptomonedas en 2016. Los daños ascendían a varios cientos de millones de dólares.
El nerviosismo no tardó en apoderarse de las redes sociales, Bitcoin experimentó una leve caída de unos pocos cientos de dólares… Hasta que el CEO de KuCoin dijo que no había nada de que preocuparse; los fondos de sus clientes estaban cubiertos por un fondo especial. Pocos después ya comenzaban a aparecer los primeros sospechosos.
¡Desarrolladores al rescate!
Tras el hack, varios proyectos blockchain cuyos tokens estuvieron involucrados en el robo decidieron tomar cartas en el asunto. Binance se comprometió a bloquear cualquier transacción vinculada a las wallets sucias, Tether directamente congeló 13 millones de USDT y pausó transferencias de 20 millones de tokens de wallets sospechoas. Ocean Protocol se bifurcó para retrotraer la línea del tiempo antes del hack, Silent Notary quemó los tokens robados y los reemplazó por nuevos tokens en las wallets originales. Akropolis también pausó todas las transferencias.
In response to the recent @kucoincom Security incident, we paused all the transfers of $AKRO. More updates to follow shortly. Don't try to transfer tokens or swap on DEXes. CEXes trading working fine. https://t.co/jXSy6bUUjV
— Akropolis (@akropolisio) September 26, 2020
En total, se estima que gracias a la intervención de los desarrolladores, se podría recobrar hasta el 65% de los fondos.
En la vida real, esto sería el equivalente a ser robado a mano armada y que el estado, por arte de magia, rastreara los seriales de los billetes robados, los desintegrara de las manos del ladrón y los restituyera a la víctima. Hermoso… ¿O tal vez no?
Centralización vs Descentralización: El eterno debate del mundo cripto
La decisión es una muestra de las bondades de la centralización. El ecosistema aprendió de sus “errores” del pasado y no está dispuesto a permitir que la inacción sea norma. Probablemente si lo mismo hubiese sucedido tras el hack de Cryptopia, o incluso tras el del propio caso de Mt.Gox, ambas plataformas habrían seguido funcionando y los usuarios no hubieran perdido tanto dinero.
Sin embargo, los mas puristas dentro de la comunidad criticaron este episodio —no el hack, sino lo que hicieron para proteger a los clientes— y se revivió un debate que había estado dormido desde los tiempos del ataque a la DAO de Ethereum: ¿Hay que dejar a la blockchain inmutable bajo las dulces mieles de la descentralización? o ¿somos humanos después de todo y alguien tendría que protegernos en un sistema centralizado?
“Si un proyecto “descentralizado” puede invalidar tokens robados, también puede invalidar TUS tokens” dijo Jameson Lopp, creador de Casa; mientras añadía “resistencia a la censura para todos, o resistencia a la censura para nadie.”

En contexto esta declaración podría implicar que:
- Se se está poniendo del lado de los delincuentes.
- Está mostrando la hipocresía de un sistema donde todos alaban la descentralización… hasta que necesitan de la centralización.
Sin embargo hay que diferenciar los escenarios. Ciertamente, un protocolo centralizado podría invalidar tokens “limpios” de forma deliberada, pero desde el punto de vista jurídico esto ubicaría a los desarrolladores dentro de un esquema de responsabilidades legales al cual no querrían exponerse.
Visto de esta forma, aunque filosóficamente la descentralización tiene sus ventajas, aún pierde por experiencia contra todo el entramado legal del mundo centralizado. De hecho, siendo lo más pragmaticos posibles, el usuario común no quiere “ser su propio banco” sino más bien tener su dinero en el “mejor banco” posible, uno que le responda en los problemas y le facilite la vida.
¿Podemos trascender a un mundo descentralizado?
Entonces, ¿está la sociedad actual preparada para adoptar un sistema descentralizado de finanzas a nivel global?. Todo parece indicar que, al menos por ahora, no.
Todo contrato inteligente es desarrollado por seres humanos, y por lo tanto, siempre habrá una competencia entre desarrolladores y hackers para mejorarlo o aprovecharse de él. Y un sistema financiero global, un gobierno o un usuario tradicional no pueden depositar toda su confianza en este tipo de protocolo aunque la posibilidad de fallo sea mínima.
De hecho, por ahora, los riesgos potenciales del mundo de las finanzas descentralizadas se resuelven aplicando un cierto grado de centralización al protocolo… Y el mundo está bien con ello, al menos al día de hoy.
Un ejemplo de algo de centralización en un proyecto descentralizado lo podemos observar en palabras del CEO de DiverSiFi cuando catalogó la mentalidad de Bitcoin como algo temprano:
¿No sería $DAI un mejor stablecoin si se pudiera recuperar de forma justa cuando se demuestra que se ha perdido?
Maybe nobody has tried this partly because of the early Bitcoin mindset that all funds out of circulation due to being lost or stolen just reduces supply and increase scarcity?
Wouldn't $DAI be a better stablecoin if you could recover it in a fair way when shown to be lost?
— Will Harborne 🕳️ (@will_harborne) September 26, 2020
Esto no implica que en un futuro las cosas no cambien. Pero como siempre, la tecnología va a un ritmo más acelerado que el resto del mundo. La política, la economía, el entramado jurídico nacional e internacional de cada país, la cultura; todo debe cambiar antes de que la sociedad comience a abrazar la descentralización como parte de su filosofía financiera.
Y aunque falte mucho para ello, ya el mundo dio el primer paso.