Brasil reportó una deflación en junio, siendo la caída más pronunciada desde 2017

Este martes 11 de julio, Brasil reportó una de las variaciones a la baja en su índice de precio al consumidor más altas desde el 2017 al alcanzar una caída de 0.08%, llevando al acumulado de la inflación anual a 3.16%.

Los datos sobre la deflación fueron presentados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) que realizó un estudio basándose en 9 grupos de productos para analizar el comportamiento de la inflación dentro del mercado en Brasil.

Sigue la caída de la inflación en Brasil

De estos 9, cuatro cayeron en junio, siendo los que más cayeron el aceite de soya con una caída de 8.96%. A este le siguen los alimentos y bebidas con un -0,66% y el transporte con un -0,41%. El motivo de la caída tan pronunciada del aceite de soya se debe a la caída de los precios de los granos y de los costos de producción.

Con estos datos, la inflación en Brasil pasa de estar en 3.94% del dato registrado en mayo, a estar en 3.16%, una cifra que sigue estando por encima del objetivo del gobierno del 3.14%.

Guerra entre gobierno y banco central

Ahora bien, estos datos incentivaron al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a solicitar al Banco Central que comience un proceso para reducir las tasas de interés que en estos momentos se ubican en un 13,75%. Desde el Palacio de Planalto se argumenta que ante la caída de la inflación y al estar este índice dentro de los objetivos económicos, las tasas están sobrevaluadas, por ende, podría empezar a recortarlas.

Hay que recordar que, en el 2022 en medio de la crisis inflacionaria global, los bancos centrales del mundo empezaron a aplicar una política económica agresiva de subida de tasas, uno de estos bancos fue el brasileño que, como se menciona, llevó a las tasas hasta los 13.75%.

Pero con la llegada al poder de Lula la política económica ha tomado un vuelco. Primero, el presidente ha apostado por presionar al banco central para que cambie su postura con las tasas, esto debido a que, al ser el banco un organismo independiente, el gobierno central no puede tomar decisiones.

A esto se le ha sumado un nuevo plan económico que busca acabar con la crisis inflacionaria. Y es que el gobierno de Lula tomó una serie de medidas en junio para reducir la inflación. En estas se incluye el retorno de los stocks de alimentos por parte de la empresa estatal Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) y una reforma tributaria llevada por el Congreso para modificar el IVA a los productos de la canasta básica.

Pero aún desde el banco central no se ha tomado una decisión. En junio los directivos del banco mantuvieron su postura, pero se espera que para agosto pueda haber cambios, así reportan desde Bloomberg.

Brasil y las criptomonedas

Mientras se debate qué hacer con la inflación, el sector cripto en Brasil vive su propia realidad. Y es que tal y como se reportó desde BeInCrypto, el 20 de junio entró en vigor una ley que regula al sector cripto brasileño.

Esto es un paso importante para uno de los países del mundo con mayor adopción de criptomonedas. Hay que recordar que, junto con Argentina, Brasil encabeza las listas de la región en ese aspecto.

A su vez, es de los países cuya industria cripto y digital más ha crecido en los últimos años. Tanto que el banco central del país ya está probando lanzar su propia moneda digital.

Pero así como se dice lo positivo hay que hablar de lo negativo. Y es que en estos momentos, Binance, el exchange cripto más grande del mundo, se encuentra en plena investigación por parte de las autoridades brasileñas por culpa de la oferta de derivados que la firma ofrece.

Esto ha llevado a que el exchange suspenda sus transferencias P2P en el territorio brasileño y a que un congresista los acuse de ser un esquema piramidal. Una lucha sin cuartel.

Aún con esto, la situación sigue siendo favorable para las criptos, unos activos que han funcionado para salir de las crisis inflacionarias que se viven en la región en los últimos años.