El Banco Central Europeo (BCE) ha confirmado una nueva suba de las tasas de interés, esta vez en el orden de los 0.25 puntos porcentuales. Con este anuncio, la entidad ha dado forma a su octavo incremento consecutivo. La causa fundamental que se ha esgrimido para la toma de esta decisión es la alta inflación reinante en el actual contexto y el presagio de un escenario de poca calma en cuanto a la suba de precios.

De acuerdo con las proyecciones actualizadas del organismo que conduce Christine Lagarde, como presidenta del BCE, se aguarda que la inflación sea del 5.4% para el año en curso. Este dato registra un pequeño ajuste con el pronóstico previo, de 5.3% en marzo. Si bien el panorama no encierra los récords de inflación en la eurozona del año pasado, para las autoridades sigue siendo un escenario delicado. Mirando más allá, la suba de precios bajará al 3.0% en 2024 y al 2.2% en 2025. La pretensión del BCE es que llegue al 2%.

La tasa de interés aplicada por el Banco Central Europeo contrasta con la Fed

Mientras la autoridad reguladora en Europa no solo ha incrementado la tasa de interés, sino que imagina futuras subas, en Estados Unidos se registra un panorama diametralmente opuesto. Al cabo de 10 meses consecutivos con suba de tasas, la Fed finaliza el aumento de la tasa de interés (aun con la consideración de eventuales aumentos adicionales este año). Una decisión que también tuvo efectos sobre el mercado de criptomonedas.

Christine Lagarde, en cambio, ha sido contundente respecto del futuro próximo de la Eurozona en cuanto a los esfuerzos para controlar la inflación. La economista francesa ha ofrecido una conferencia de prensa para detallar el plan que tiene el organismo que dirige.

“No hay pruebas claras de que la inflación subyacente haya tocado techo. A menos que haya cambios sustanciales, las tasas seguirán subiendo en julio“.

La entidad ha sido contundente en cuanto a la gravitación central del índice inflacionario para considerar nuevas subas de tasas. Una cosa va de la mano de la otra. Mientras no se logran controlar los incrementos de precios, las tasas no cortarán su tendencia. Sobre el primer punto, el comunicado del organismo de deja lugar a eufemismos.

“La inflación ha disminuido, pero se prevé que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo”.

Con este nuevo retoque, los intereses en la Eurozona llegan a un nivel récord desde la incorporación de una moneda común, hace veinte años. Ese valor porcentual se ubica ahora en los 4 puntos para el tipo oficial (el que perciben los bancos a un plazo de 7 días) y en el 3.50% para la facilidad de depósito (con el que se benefician entidades por su depósitos a un día).

Vigencia de la nueva tasa de interés determinada por el BCE

El nuevo incremento de tipos anunciado por el BCE entrará en vigencia a partir del próximo miércoles 21 de junio. El organismo sostiene que los aumentos previos de tasas “se están transmitiendo con fuerza a las condiciones de financiación y están afectando gradualmente a toda la economía”. La estrategia del BCE busca complicar la toma de préstamos para cerrar un grifo que, entre sus efectos, provoque la tan ansiada baja inflacionaria.

La entidad lo deja muy claro en su comunicación oficial.

“El endurecimiento de las condiciones de financiación es uno de los motivos principales por los que se prevé que la inflación continúe disminuyendo hacia el objetivo, ya que se espera que frene cada vez más la demanda”.

En cuanto al crecimiento de la Economía, los especialistas del BCE prevén que crezca un 0.9 % en 2023, un 1.5 % en 2024 y un 1.6 % en 2025.