Venezuela pagó 9 toneladas oro a Irán ¿Por qué no usaron Bitcoin o el Petro?

En medio de una operación financiera atípica para nuestros tiempos, que más bien hace recordar las épocas de los galeones de oro que se transportaban entre América y Europa, Venezuela transfirió 9 toneladas de oro en lingotes, valorados en más de 500 millones de dólares a Irán, por concepto de ayuda logística. Con un coste y complejidad logístico impresionante, estos países, que se encuentran ambos dos sancionados por el gobierno de los Estados Unidos, expusieron lo inoperante que resulta ser la transferencia de valor por los métodos tradicionales. Algunos en la comunidad cripto usaron el caso como una referencia para aleccionar lo que las criptomonedas pueden hacer para mejorar el sistema financiero. Y es que resultaba obvio, de haberse realizado la operación con Bitcoin, el costo de la operación en tema de comisiones hubiera resultado ser unos escasos dólares, un monto mucho menor al que seguramente resultó de llevar a cabo la compleja operación de la transferencia del oro entre ambas naciones. El tweet dice: Recientemente Irán sacó 500 millones de dólares en oro de Venezuela, una operación arriesgada y costosa con una carga de 9 toneladas repartidas en varios jets. Ayer una sola transacción de Bitcoin movió 750 millones de dólares. Llevó unos minutos y costó 2,75 dólares en honorarios.

¿Por qué no usó Iran y Venezuela Bitcoin para la transacción?

Aunque, ¿hubiera sido de interés para estas naciones usar Bitcoin? Es posible que los representantes de estas naciones hayan llegado a pensar que la principal criptomoneda del mercado no les resultaba interesante por ser una moneda pseudo-anónima, en la que los registros en un blockchain pudiesen haber dejado rastros que permitieran conectarlos con la operación. Sin embargo, esta necesidad de “encubrimiento” de la operación no quedo realmente satisfecha puesto que como ya vemos, la transferencia del metal precioso fue mucho más llamativa y ya salió en los principales medios de comunicación del mundo. Podrían haber llegado a considerar el uso de otras altcoins centradas en la privacidad como Monero o Zcash, monedas que hubieran ofrecido poca transparencia ante el público de la operación, pero el monto de la operación era muy alto y es posible que el mercado no hubiera respondido con la liquidez necesaria para afrontarla. Además, el gobierno de Venezuela no ha admitido de forma pública que tiene operaciones con Bitcoin. Salvo rumores que afirmaban que PDVSA estaba considerando el uso del criptoactivo para pagar operaciones y otras especulaciones que afirmaban que el Banco Central de Venezuela poseía Bitcoin entre sus reservas, no hay nada oficial que afirme el uso de la criptomoneda dentro de la nación sudamericana. Y por el lado de Irán, la posición con las criptomonedas es menos favorable que la que muestra Venezuela. Si bien es cierto que han existido peticiones por parte de altos funcionarios iraníes para que el gobierno teocrático iraní haga uso de la tecnología Blockchain y de las criptomonedas para saltar las sanciones económicas impuestas por el gobierno de los Estados Unidos, de forma oficial ha habido muy poca apertura por parte de las altas esferas gubernamentales para con la invención de Satoshi Nakamoto.

¿Nadie pensó en la criptomoneda nacional de Venezuela, el Petro?

Dejando de lado Bitcoin, la criptomoneda con mayor peso dentro del mercado, es pertinente preguntar sobre el Petro, la moneda digital soberana creada por el gobierno de Venezuela y que, según el planteamiento gubernamental, se encuentra respaldada por el petróleo, oro, diamantes, hierro y otros minerales venezolanos. El problema de la moneda digital venezolana, enfocándonos específicamente en el punto internacional, es que la divisa se encuentra sancionada por el gobierno de los Estados Unidos. Es la única criptomoneda que está sancionada directamente por las autoridades americanas. Esta situación ha conllevado a que la moneda tenga un movimiento internacional más bien limitado. Son pocos los exchanges en donde está enlistada la moneda nacional y todos son portales locales venezolanos. Sin embargo, la moneda digital, a pesar de las sanciones que recaen sobre la misma, ya ha sido utilizada en otras operaciones internacionales. Según reportan desde las propias esferas gubernamentales, acuerdos bilaterales entre Cuba y Venezuela han sido realizados con la susodicha divisa digital.

El mal funcionamiento técnico del Petro no ayuda

Existen ciertas complejidades técnicas que pudieran hacer que el gobierno iraní rechace la oferta de su uso para operaciones de tal magnitud. Justamente en días recientes, el “blockchain” del Petro entró en una etapa de “mantenimiento” , lo que conllevó a que, durante 5 días, todas las operaciones con la moneda estuvieran suspendidas. Siendo este un elemento que más bien resulta extraño, puesto que, en teoría, los blockchains, tal y como las conocemos, no se pueden suspender ni entran en etapas de mantenimiento. Así mismo, otro factor un tanto “polémico” de la divisa digital recae en su precio, un monto decretado en un principio como vinculado al precio del petróleo, pero luego decretado como “estable” en 60 dólares americanos. Sin embargo, en el mercado secundario su valor dista mucho del decretado por el Estado venezolano y las vías oficiales para vender el activo por el precio estatal son más bien limitados. Este cúmulo de factores pudieran haber incidido en que los gobernantes de ambas naciones se hayan decantado por hacer una transferencia de valor por medio de una complicada y costosa operación con el mineral dorado, en lugar de una económica y simple transacción con divisas digitales, bien sea con Bitcoin o con el polémico Petro.