NFT: ¿qué demonios eres? y ¿cuál es tu futuro?

La pasión por el coleccionismo se remonta a los tiempos del antiguo Oriente, Roma y Grecia. En la antigua Roma, el conocimiento y la comprensión del arte se consideraban un signo de educación y alta cultura. Más tarde, la posesión de diversos objetos de colección permitió a la burguesía adinerada demostrar que no era inferior a la aristocracia noble por nacimiento. Con el tiempo, los propios objetos cambiaron, su gama se amplió, pero el concepto de pertenencia a una determinada clase o grupo social se mantuvo.

Recientemente, todos los medios de comunicación nos informaron de los locos millones que los afortunados consiguen con la venta de NFT (tokens no fungibles). El revuelo se ha calmado un poco, así que vamos a intentar averiguar qué son esas mágicas imágenes de Internet, y por qué se ganaron las mentes de los apasionados de la web3 y se convirtieron en un nuevo objeto de coleccionismo.

Las NFT, como concepto y estándar, no aparecieron ayer. Las primeras colecciones populares se remontan a 2017: esas fueron CryptoPunks y CryptoKitties, lanzadas en Ethereum. Hubo muchas otras colecciones, pero no dejaron una marca tan notable en la historia. Pero lo que es interesante en este contexto – coleccionar objetos digitales en la blockchain se hizo realmente popular años después. ¿Cuál fue el catalizador de este proceso? La respuesta es bastante inesperada: COVID-19.

El Covid-19 fue el catalizador de la adopción masiva de los NFT

El hombre es una criatura de rebaño. Los cierres masivos de lugares públicos, la restricción o la prohibición de la libre circulación han reducido al mínimo los contactos cotidianos. La gente de todo el mundo empezó a buscar nuevas oportunidades para establecer conexiones sociales y comunicación, y las colecciones de PFP (foto de perfil) NFT se han convertido en una herramienta de este tipo. Las principales redes en las que las nuevas colecciones crecieron como setas después de la lluvia fueron Ethereum y Solana.

No todos los lanzamientos pudieron presumir de un alto nivel visual, pero el mercado alcista perdona: las colecciones con 10.000 piezas se vendieron como churros. La comunicación en directo, la discusión sobre los precios y la singularidad de las imágenes “acuñadas” distrajeron con éxito de los terribles indicadores de la propagación del coronavirus. La comunidad creció. 

Todos los inversores noveles de NFT pensaban que se convertirían en criptomillonarios

Los primeros en adoptar el concepto, que compraron los JPEG por centavos, se convirtieron de repente en los nuevos millonarios, vendiendo imágenes por decenas y cientos de miles de dólares tras el hype mundial por los NFT. Los “normies” entraron en el mundo de la web3 con cero conocimiento de las tecnologías, las perspectivas o el concepto en general. Todo lo que sabían sobre blockchain era el misterioso “Bitcoin”. La inesperada y repentina popularidad de la tendencia atrajo también la atención de los famosos: músicos, blogueros y líderes de opinión. El dinero fácil atrajo a un gran número de neófitos que buscaban un beneficio rápido con un mínimo de conocimientos en la materia.

Todos los cazadores de NFT que obtuvieron una basta riqueza vieron como cuándo bajó la marea quién nadaba sin el traje de baño, soñando con convertirse en criptobillonario de la noche a la mañana. El coste de la NFT se aceleró por la prensa y el efecto del FOMO (fear of missing out) – daba mucho miedo perderse otro criptoactivo que volase a la luna. Pero no todos los NFT vuelan hacia arriba como un cohete. Algunos ni siquiera son cohetes. Y, como por arte de magia, las sumas redondas se convirtieron en jpegs sin sentido y con valor cero.

El crecimiento general del mercado alcista acalló la voz de la razón que decía que sin DYOR (haz tu propia investigación, siglas en inglés) el único camino posible es el camino a ninguna parte. El volátil mercado de las criptomonedas, unido a la mecánica de los esquemas Ponzi, incorporados en muchos proyectos de NFT, dejó a la mayoría no preparada al margen de la historia con agujeros en sus bolsillos. El wild west (salvaje oeste) en el siglo XXI. Desde entonces, en la mente de los normies, las NFT se asocian a estafas y a una pérdida garantizada de dinero.

El mercado NFT ha madurado con varios casos de uso

Como era de esperar, una oleada revolucionaria de actividad en el ecosistema de las NFT en 2021 debería haber llevado a un desarrollo evolutivo y a la aparición de un componente significativo (no emocional o especulativo). Los desarrolladores intervinieron y comenzaron a experimentar con el uso real de las NFT a nivel de contratos inteligentes. DeFi se ha convertido en una de las opciones de uso de los NFT: la presencia de un token en la dirección del usuario le permite obtener bonificaciones adicionales y mayores APY al cultivar.

Otra aplicación interesante es la recaudación de fondos. Los NFTs recibidos después de la acuñación o comprados en el mercado secundario pueden ponerse en staking y las recompensas se pagan en tokens del proyecto. Todo puede parecer muy tentador sobre el papel, pero no hay que olvidar que se le darán envoltorios de caramelos, que pueden no costar nada. Si no se estudia a fondo los tokenomics, sólo se puede entrar en este tipo de proyectos con fines especulativos. Sin embargo, la opción de salir con tokens sin valor es posible en ambos casos.

Los desarrolladores están tratando de implementar las tecnologías de NFT en los juegos de ordenador, rastrear las cadenas de suministro, tokenizar los bienes inmuebles y también utilizar las NFT para verificar la propiedad de los artículos fuera de línea. El número de proyectos de este tipo aún no es grande, ya que esta simbiosis de tecnologías es más bien de carácter experimental. Pero una cosa está clara: en un futuro muy cercano, además de los animales de dibujos animados, veremos casos de uso a gran escala. ¿Debemos esperar?.

Sobre el autor: Artsy

Artsy saltó a las NFT en el pico del impulso alcista en el otoño de 2021. Estudia las colecciones (de)generativas y promueve activamente el arte de las NFT 1/1. Después de probar la dureza de los “rug pulls” y la dulzura de los mints exitosos, está aquí para quedarse.

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