Qué esperar de la transición de la Web2 a la Web3

“Trabajo en Web3”. Siempre hay ese problema con los incrementos, como que ahora estamos en el ‘iphone13’, y que sucedió al ‘iphone12’ del año pasado, y el año que viene será el ‘iphone14’. Y así asumimos que hay continuidad, el mismo material, pero más nuevo y mejorado, tal vez.

Pero “Web3” es mucho más que “Web2”. Se trata más bien de cambiar el pensamiento y la práctica en una forma fluida, teniendo que pensar y operar con nuevas perspectivas y paradigmas de maneras a menudo desafiantes pero bellamente creativas. Y eso implica repensar el propio “trabajo”, qué es, cómo se hace, dónde se hace, por qué se hace y con quién se hace.

Y así es como enfoco las nuevas formas de trabajo que parecen aplicarse a Web3, y sí, los cierres de Covid actuaron como un catalizador importante en la forma en que muchos ven ahora el trabajo que hacen y cómo lo hacen, incluyéndome a mí, me dio la oportunidad de sentarme y decir “basta, no quiero esto más”. El “trabajo” en sí mismo ha cambiado en muchos aspectos y perspectivas, y eso para mí ha sido tanto un reto como una oportunidad, que me ha exigido pensar, actuar y ser de formas diferentes mientras “estoy en el trabajo”. Ahora tengo más libertad y flexibilidad en mis prácticas de trabajo, mis objetivos y medidas de éxito. Los cambios se han producido a lo largo de varios años, pero sólo mirando hacia atrás puedo apreciar lo radicales que han sido estos cambios, y lo mucho que ha cambiado mi trabajo y mi vida laboral. 

Antes trabajaba en puestos de dirección en varias empresas de gran consumo, “iba a trabajar” y dedicaba mi tiempo a la oficina. Tenía ganas de “seguir adelante” y de que se me viera como esa jugador de equipo versátil que iba más allá. Tenía una presencia heroica, superaba mis objetivos y llevaba las cicatrices de toda esta heroica dedicación alimentada por la cafeína (agotamiento, adicción y agotamiento) como insignias de honor al servicio del bien de la empresa. 

Existe un cambio generacional respecto al trabajo

Estas diferencias en lo que es el trabajo y cómo trabajo yo ahora son más claras aún cuando pienso en cómo y qué era el trabajo para la generación de mi padre, digamos a finales de los 80 y los 90. Se desplazaba a su lugar de trabajo todos los días, con traje y botas, con ganas de seguir adelante y ser bien considerado. Trabajaba duro y se le veía jugar duro, comprometido con el bien de la empresa y absorbiendo todos los mantras que hacían el pensamiento corporativo por él: “Work hard, play hard” (Trabaja duro, juega duro). El trabajo era un lugar al que ibas, y eras (o te convertías) en tu profesión durante toda tu “vida laboral”. Y luego te jubilabas, y hablabas de ti mismo únicamente en términos de tu antigua profesión.  

Una generación más tarde, creo que tuve más libertad y flexibilidad: ya no tenía que llevar corbata y ya no esperaba estar “en la oficina” todo el tiempo. No tuve un solo trabajo, sino muchos, cada uno de ellos por no más de un par de años, porque más tiempo indicaría que mi carrera había llegado a su punto máximo o se había estancado. Covid y Lockdown cambiaron muchas de las actitudes de siempre respecto al trabajo, lo que implica, cómo se hace y dónde se hace. Tenía mayor libertad geográfica y ya no era esclavo de los ojos siempre observadores de la oficina, pero también tenía la mayor tiranía de la cultura del correo electrónico corporativo y el etiquetado eficaz: “¿por qué está activado tu Out of Office?” y “sé que se supone que estás de permiso, pero esto es realmente urgente…”. Puede que no tuviera que estar en la oficina todo el tiempo, pero las expectativas corporativas y las prácticas alimentadas por la testosterona, en todos los géneros, seguían siendo las mismas.  

Web3 cambia la forma de trabajar: la colaboración es clave

Y ahora, trabajando en Web3, puedo ver mi vida y mi trabajo anteriores como de un país extranjero, literalmente (emigré). ¿Es mejor mi trabajo y mi vida laboral? Ciertamente es diferente, y quizás “mejor” no sea la palabra adecuada, pues ¿podría decirse que las manzanas son “mejores” que los plátanos? El cesped no es siempre más verde en el otro lado, pero ha sido un reto refrescante y bienvenido en cuanto a cómo trabajo, qué implica mi trabajo y dónde trabajo. 

En esencia, trabajar en Web3 requiere y se basa en la libertad efectiva a través de los esfuerzos de colaboración, incluso a menudo con lo que normalmente se percibiría como un competidor en el sentido de Web2. Es un mundo aparte de mis antiguas prácticas de competencia y de vencer a los demás: cumplir mis objetivos, alcanzar mis metas, para cumplir los objetivos corporativos y que ellos sólo se beneficien. 

Ahora trabajo con muchas personas de ideas afines a nivel mundial, lo que me recompensa con una libertad y una realización personal mucho mayores. Puedo trabajar en cualquier parte del mundo, así que ya no estoy atado a la oficina y a las miradas indiscretas de ésta, por lo que la geografía y las horas de desplazamiento ya no son un problema. Pero ahora también trabajo más horas, a través de zonas horarias globales y muchos idiomas. Y también tengo que trabajar de forma más creativa, por no decir imaginativa, trabajando y pensando más allá de las míticas cajas de mis anteriores mundos corporativos, tendiendo un puente entre la web2 y la web3, haciendo la transición de las organizaciones de primer orden al mundo de las grandes oportunidades. 

No sé a dónde nos llevará exactamente la Web3, o a dónde nos llevará a todos la Web3, quizás esto sea parte del encanto. Estoy seguro de que será una revolución y una revelación. Miraremos hacia atrás con asombro, al igual que miramos hacia atrás cómo solíamos trabajar, y cómo era el trabajo. Y supongo también que será como jugar a un juego muy diferente según las nuevas reglas establecidas por el juego, y las reglas que nosotros mismos establezcamos. Web3 es joven, hambrienta, volátil y no exenta de riesgos, pero a la vez bellamente dinámica y llena de oportunidades.