Diversas economías del mundo empiezan a dar signos de inflación, desde México, Estados Unidos, Argentina y desde comienzos del año Europa se está deslizando al territorio de la inflación. En la actualidad, se ha revelado que la zona euro ha visto su inflación ascender de manera muy rápida estableciendo nuevos máximos de los últimos tres años.
La inflación en la zona euro se situó en julio en el 2,2%, su nivel más alto desde octubre de 2018 y tres décimas por encima del dato de junio. A principios de julio el Banco Central Europeo (BCE) realizó un cambio histórico ante su flexibilidad de sus cuotas sobre la inflación. La entidad anunció que toleraría subidas temporales de los precios superiores al 2%, este tipo de ratios no afectaría a su programa de estímulos debido que el seno europeo sigue pensando que estas subidas son un fenómeno transitorio.
Existen claros culpables de este ascenso de la inflación, dividiéndolo por sectores primeramente habría que mencionar a la energía. El sector se está encareciendo hasta cotas históricas, viendo la factura de la luz de millones de ciudadanos de todo el continente subir de manera astronómica, como en el caso de España y los costes de electricidad, estableciendo record tras record durante el verano del 2021.
La energía aplicada al transporte está haciendo los ciudadanos tengan que rascarse el bolsillo para llenar el depósito de sus vehículos, la gasolina en la zona euro vive su agosto más caro desde el 2013. Este aumento está siendo la principal culpable del incremento de los precios en los diecinueve países. En la cola está la alimentación, alcohol y tabaco, servicios y bienes no industriales.
La cifra de la agencia estadística europea recoge la inflación conjunta en la que se puede observar grandes diferencias dentro de la Unión Europea, España supera con holgura la media europea de inflación con un 2,9%. Cabe señalar que otros países del este del continente como Estonia están entre el 3,8% y el 4,9%. Aunque estos datos puedan ser vistos como negativos cabe señalar que Estados Unidos se encuentra sumido con una inflación del 5,4%.
La inflación hace que los valores refugio como Bitcoin se vuelvan atractivos
La inflación es un fenómeno monetario por el cual los precios de los bienes de consumo se elevan a consecuencia de una pérdida de valor de la moneda. Actualmente, existen voces que hablan de un posible repunte de la inflación. Tradicionalmente los inversores se han protegido de este fenómeno invirtiendo en oro, plata o en el sector inmobiliario. ¿Es Bitcoin una posible opción para salvaguardarse de la inflación?
Los entusiastas de Bitcoin dicen que la moneda digital es la mejor cobertura del mundo contra el aumento de los precios al consumo. A diferencia de los dólares estadounidenses o cualquier otra moneda normal, está diseñada para tener una oferta limitada, por lo que no puede ser devaluada por un gobierno o un banco central que distribuya demasiada cantidad.
La última mega impresión de dinero por la Reserva Federal en Estados Unidos, el BCE y una larga lista de bancos centrales de otros países apuntan a que exista una carga de deuda en medio-largo plazo. Un efecto directo es la devaluación directa del dinero en sí mismo, creando que los ahorros pierdan valor automáticamente, además de encontrarse con bancos con intereses negativos como en Alemania. Por ello, si los ahorros no son invertidos en mercados yield cabe la posibilidad de empobrecerse sencillamente por tener el capital aparcado en el banco.
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