Los recientes comentarios del presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), Gary Gensler, sobre Bitcoin se hacen eco de una advertencia sobre “fraude, estafas, bancarrotas y lavado de dinero”. Su postura severa, reiterada en el Foro de Aplicación de Valores de 2023, destaca la necesidad de regulaciones estrictas en el mercado de las criptomonedas.
Sin embargo, la narrativa varía significativamente entre países. Países como Canadá y Paraguay muestran las facetas más brillantes de Bitcoin, particularmente en el sector minero.
El presidente de la SEC, Gary Gensler, se opone a las criptomonedas
La visión inquebrantable de Gary Gensler describe una industria de Bitcoin cargada de actividades nefastas. Esta a menudo es camuflada bajo el velo de la innovación financiera moderna.
Sus palabras resuenan en medio de la agitación presenciada en el mercado de las criptomonedas. En particular, la implosión del exchange de criptomonedas FTX, el fondo de cobertura Three Arrows Capital y la stablecoin Terra (UST):
“Este es un campo plagado de fraudes, estafas, bancarrotas y lavado de dinero. Si bien muchas entidades en este espacio afirman que operan más allá del alcance de las regulaciones emitidas antes del famoso whitepaper de Satoshi Nakamoto, también se apresuran a buscar la protección de la ley, en los tribunales de bancarrotas y litigando sus disputas privadas […] Ni siquiera nombraré a todas las personas que hemos acusado en este campo de alto incumplimiento”.
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Bajo el mando de Gensler, la SEC ha sido implacable. La agencia federal está entablando demandas contra titanes de la industria como Coinbase y Binance, garantizando la santidad del test de Howey para discernir contratos de inversión.
“No hay nada en los mercados de valores de criptoactivos que sugiera que los inversores y emisores sean menos merecedores de la protección de nuestras leyes de valores. El Congreso podría haber dicho en 1933 o 1934 que las leyes de valores se aplicaban sólo a acciones y bonos. Sin embargo, el Congreso incluyó una larga lista de elementos en la definición de valor, incluido el contrato de inversión”.
Por el contrario, una mirada más allá de las fronteras de Estados Unidos, e incluso dentro de ellas, revela una narrativa más auspiciosa. La atención se centra en la minería de Bitcoin, a menudo vilipendiada por su voracidad energética, pero hay lugares donde la historia es completamente diferente.
La minería de Bitcoin demuestra que respalda las economías locales
Los datos de Texas A&M revelan una correlación negativa entre el precios marginales locales (PML) en todo el sistema y la carga total en todo el sistema. Esto sugiere una relación simbiótica más que parasitaria:
“Nuestro análisis muestra que tratar la minería de criptomonedas como una demanda totalmente flexible no afecta negativamente a la confiabilidad de la red, incluso cuando está presente en grandes cantidades en ubicaciones específicas”.
Asimismo, Lee Bratcher, del Texas Blockchain Council, enfatizó el impacto positivo en la red de los esfuerzos de reducción de los mineros de Bitcoin durante los períodos de alta demanda.
“Reconocemos que ERCOT necesita más visibilidad sobre el momento de estas reducciones y estamos trabajando en colaboración con ERCOT para garantizar que esto suceda”, dijo Bratcher.
El efecto dominó de la minería de Bitcoin trasciende la resiliencia de la red. En Texas, la empresa ha generado aproximadamente 2.000 empleos rurales, un testimonio del propulsor económico en el que puede transformarse la criptominería.
Empresas como Riot revelan un panorama más amplio en el que los mineros compran previamente electricidad y la venden durante exigencias como olas de calor para contribuir a la red y a la economía local. Según Jason Les, director ejecutivo de Riot:
“Riot logró un nuevo récord mensual para Créditos de Respuesta a la Demanda y Energía, por un total de $31,7 millones en agosto, lo que superó la cantidad total de todos los Créditos recibidos en 2022. Según el precio promedio de Bitcoin en agosto, los créditos de Respuesta a la Demanda y Energía recibidos equivalieron a aproximadamente 1,136 BTC”.
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La narrativa trasciende a naciones como Canadá y Paraguay. Allí, los mineros de Bitcoin están impulsando las economías locales y alineándose con los objetivos de carbono.
Por ejemplo, Iris Energy en Columbia Británica aprovecha el exceso de energía hidroeléctrica, creando empleos y fomentando el crecimiento comunitario a través de programas de subvenciones.
De manera similar, en Paraguay, la colaboración de Sazmining con la represa de Itaipú manifiesta un escenario en el que todos ganan. Monetiza el exceso de electricidad, impulsa el PIB local y atrae a una nueva generación de inversores ESG.
Mientras los mineros de Bitcoin en estas naciones se esfuerzan laboriosamente por alterar la narrativa a menudo mal interpretada, sus historias son una marcada divergencia del sombrío panorama pintado por Gensler de la SEC.
Esto arroja luz sobre las múltiples vías donde Bitcoin se cruza con las soluciones del mundo real, aunque sean incipientes.
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