Dogecoin superó el pasado 16 de abril de 2021 los 50 mil millones de capitalización de mercado, solamente la mitad de HSBC holdings, la empresa de servicios financieros británica. DOGE empezó siendo una broma y poco ha cambiado desde entonces. ¿Cómo puede ser que algo así suceda?
La historia de Dogecoin empezó cuando el australiano Jackson Palmer, un ingeniero de software de Adobe. Asombrado por la competencia y la locura con la que tanta gente intentaba subirse al tren de las criptomonedas, y con la intención de reírse de todo aquello, Jackson tuiteó que Dogecoin iba a ser la próxima gran criptomoneda después de Bitcoin.
La broma combinaba dos de los temas más comentados en Internet en aquel entonces: las criptomonedas y el Doge meme. El tweet llamó mucho la atención. Para reírse, Palmer decidió seguir con la broma.
Compró el dominio Dogecoin.com y subió el famoso perro Shiba Inu (la raza del Doge meme) y lo añadió con Photoshop a una moneda. Dejó una nota en la website: Si quieres hacer realidad Dogecoin, ponte en contacto.
Mientras tanto en Colorado, Estados unidos, al otro lado del mundo, Billy Markus, un ingeniero de software que trabajaba para IBM y obsesionado de los videojuegos, vio el tuit de Palmer. Markus acababa de terminar “Bells”, un proyecto en el que estaba trabajando en su tiempo libre.
“Bells” era una criptomoneda que llevaba el nombre del dinero utilizado en el juego de Nintendo Animal Crossing. Era 2013, uno de los años de mayor crecimiento del precio de Bitcoin. Markus decidió tomarse un fin de semana para crear algo en plan de broma aprovechando la naturaleza de código abierto de Bitcoin.
La idea es que “Bells” no era una moneda “seria”. Era una moneda digital basada en un videojuego sobre animales que viven en un pueblo y van a pescar juntos. Pero al parecer, la comunidad de las criptomonedas no llegó a entender la broma.
Después del fracaso de “Bells”, Markus leyó el mensaje de Palmer en Dogecoin.com y se dio cuenta de que aquel tuit iba en la misma dirección que su intento de criptomoneda, algo divertido desenfadado y en broma.
Dos ingenieros de software unidos para crear una broma multimillonaria
Markus decidió contactar con Palmer para proponerle trabajar juntos en el desarrollo de Dogecoin. Palmer no respondió en un principio, pero aún así decidió ponerse a trabajar de inmediato en el proyecto.
Markus comenzó a reconfigurar el código fuente de Bitcoin, que estaba disponible públicamente, para convertir sus elementos orientados al usuario en lo que iba a ser Dogecoin. Markus creó 100 mil millones de DOGE (a diferencia de los 21 millones de bitcoin) y los hizo más fáciles de minar.
Cambió la tipografia (a comic sans, por supuesto) y cambió la palabra “minar”, por “cavar”, (porque los perros no minan, cavan …). Declaró:
“Tardé alrededor de 3 horas en hacerlo, y la mayor parte de ese tiempo hice modificaciones para cambiar el texto a Comic Sans, personalizar algunos gráficos, y cambiar redacción de diferentes partes de la interfaz de usuario.”
Finalmente, Palmer respondió y los dos se asociaron. Poco más de una semana después del tuit de broma de Palmer, Dogecoin se lanzaba. Era diciembre del 2013.
Ni Markus ni Palmer pre-minaron ningún DOGE. ¿Para qué hacer eso si se trataba simplemente de una broma?. Markus tenía un PC para juegos relativamente potente, con dos tarjetas gráficas, por lo que fue oficialmente la primera persona en minar Dogecoin.
Dada la naturaleza de la minería (que se vuelve cada vez más difícil a medida que se extrae la moneda), la computadora de Billy ya no era lo suficientemente poderosa para extraer Dogecoin después de unos cinco minutos. Markus dividió lo que había extraído 50-50 con Palmer y eso fue todo. Ambos obtuvieron alrededor de $5,000 de Dogecoin.
La primera explosión llegó de la mano de Reddit
Dogecoin explotó casi instantáneamente en Reddit, generando un valor de mercado de $8 millones en ese momento. La criptomoneda se hizo popular por la práctica en Reddit de “dar propinas”, que era una forma de recompensar a las personas en la web por realizar “buenas acciones”, como compartir una idea o hacer que una plataforma sea más accesible.
Así que fue el “bot de propinas” de Reddit lo que llevó a Dogecoin a la estratosfera. Si un usuario publicaba algo así como “hey ‘dogebot’ dale a esta persona cinco dogecoin”, ese usuario de Reddit recibía automáticamente cinco DOGE.
Dogecoin: La moneda para hacer el mundo mejor
En Enero de 2014, a Jackson Palmer junto con el equipo de Dogecoin se les ocurrió una idea hilarante. Por primera vez en una década, el equipo de bobsleigh de Jamaica se había clasificado para los Juegos Olímpicos de invierno, pero no tenían suficiente dinero para asistir. Como grandes fanáticos de la comedia “Cool Runnings“, Palmer y el equipo de Dogecoin decidieron hacer algo al respecto.
Colocaron una dirección de Dogecoin en el subreddit y pidieron donaciones. Horas más tarde habían recaudado $25,000. Fue un gesto que simbolizó el espíritu temprano de Dogecoin.
Más tarde tanto Palmer como Markus donaron todos sus Dogecoin a iniciativas de caridad. Ayudaron a construir pozos de agua en Kenia y recaudaron dinero para ayudar a entrenar perros de asistencia para niños autistas.
La ilusión terminó por desvanecerse
A medida que la comunidad creció, el espíritu inicial con el que se lanzó Dogecoin fue difícil de preservar. La gente empezó a preocuparse por el precio de Dogecoin. Markus comenzó a chocar con miembros de la comunidad. Para él, Dogecoin seguía siendo cripto “para tontos”.
En 2014, la capitalización de mercado de Dogecoin se elevaba hasta casi los 90 millones de dólares, por ello cada vez más la gente veía a la moneda como una oportunidad para enriquecerse. Finalmente, decidió que ya era suficiente, y alrededor de 2015 Markus decidió abandonar Dogecoin.
Más adelante Palmer acabaría abandonando también el proyecto después de un incidente con Moolah. Moolah era un exchange de criptomonedas diseñado para facilitar a las personas la compra-venta de Dogecoin.
Alex Green, que dirigía Moolah comenzó repartiendo DOGE a cambio de votos positivos en el subreddit de Dogecoin. También donó generosamente a causas benéficas en las que la comunidad participó, como $2,500 a una organización benéfica contra el cáncer, o $3,000 para ayudar a que el vehículo Dogecoin Nascar estuviera en la pista.
Pero en Octubre de 2014, Moolah quebró por completo y debido a esto mucha gente de la comunidad de Dogecoin terminó perdiendo mucho dinero. La cosa aún fue a peor cuando se descubrió el nombre del director de Moolah no era Alex Green sino Ryan Kennedy.
Por si esto fuera poco la policía del Reino Unido se vio involucrada. Después de una investigación de tres años, Kennedy se enfrentó a múltiples cargos por fraude y lavado de dinero, además de otros cargos mucho más serios como violación a tres mujeres.
En Enero de 2018, la capitalización de mercado de Dogecoin superó los dos mil millones de dólares. Aún así se desplomó a lo largo de aquel año y en noviembre apenas alcanzaba los 250 millones de dólares.
Elon Musk y los redditors: La resurrección de Dogecoin
Dogecoin no dio mucho que hablar hasta hace relativamente poco. A finales de Enero de 2021 Los redditors detrás del pump de GameStop (GME) dirigiero su atención hacia Dogecoin provocando un aumento del 250% de su precio.
Poco después, el fundador de Tesla Elon Musk provocaba otra explosión en el precio de DOGE al lanzar un tuit en el que se veía un cohete despegando hacia la luna. Finalmente, Dogecoin alcanzó su máximo histórico el pasado 16 de Abril de 2021 con una capitalización de mercado de más de 50 mil millones de dólares.
¿Como puede haber ocurrido algo así? Reflexividad y Mimetismo
¿Cuál es la diferencia entre un juego y un activo financiero? ¿Cuándo se convierte un juego en finanzas reales? A medida que la especulación que nos permite el software se come el mundo, la delgada línea entre la realidad y el juego puede difuminarse fácilmente. Los fenómenos de la reflexividad y el mimetismo tienen la culpa.
El concepto de reflexividad describe las relaciones circulares entre causa y efecto, especialmente las incrustadas en las estructuras de las creencias humanas. Una relación reflexiva es bidireccional, y en ella la causa y el efecto se afectan mutuamente, generando un circuito que se retroalimenta.
El filósofo de la economía George Soros, influenciado por las ideas presentadas por su tutor, Karl Popper (1957), es una de las figuras que más ha estudiado la relevancia de la reflexividad para la economía.
Según Soros, el pensamiento tiene dos funciones, la función cognitiva y la función manipuladora. Estas dos funciones conectan nuestra mente y el mundo en direcciones opuestas.
En la función cognitiva, la realidad determina las opiniones de las personas, es decir, los hechos moldean nuestros pensamientos.
En la función manipuladora, las intenciones de los participantes tienen un efecto en el mundo. La dirección de la causalidad se invierte y entonces nuestros pensamientos moldean los hechos.
Cuando ambas funciones operan al mismo tiempo, pueden interferir o interactuar entre sí. Las opiniones de los participantes influyen en el curso de los eventos y el curso de los eventos influye en las opiniones de los participantes
La influencia es continua y circular; eso es lo que lo convierte en un circuito de retroalimentación. De ahí la famosa analogía de la rueda. Los precios impulsan el deseo, el deseo impulsa los precios.
Activos de alta reflexividad: Alas para la esperanza humana.
Todo lo que requiera de una descripción más allá de las meras propiedades físicas es objeto de reflexividad. Las cosas altamente reflexivas requieren una narrativa para ser comprendidas. Además, los activos reflexivos son propensos a la volatilidad ya que las narrativas tienden a ser extravagantes.
Por ejemplo, si alguien dice que Bitcoin revolucionará el mundo, se trata de una afirmación altamente reflexiva. Esta afirmación es clara y sucinta pero no es comprobable de inmediato y por tanto dispara la capacidad del ser humano para creer en algo. En este caso en la promesa de un mundo mejor y más libre.
Dogecoin empezó con una afirmación altamente reflexiva:
“Dogecoin va a ser la próxima gran cosa”.
Solamente hizo falta esto para que un montón de personas echaran al vuelo las alas de su esperanza y empezaran a creer en ello.
Más adelante, el talante caritativo que tomó el proyecto con acciones como lo del equipo de bobsleigh jamaicano o la construcción de pozos de agua en Kenia sin duda reforzó la narrativa de Dogecoin como algo revolucionario que había llegado para hacer un mundo mejor sin esperar nada a cambio.
El público empatizó rápidamente con la idea y quiso comprar la moneda lo que empezó a hacer que los precios subieran. Esto no hizo más que aumentar el deseo por otras personas de tener DOGE, lo que al aumentar la demanda también aumentó el precio iniciando así el círculo reflexivo.
Tanto los reditters como los tuits de Elon Musk no hicieron más que aumentar este fenómeno. La verdad es que detrás de Dogecoin no hay un proyecto sólido, por tanto no hay nada que lo limite. Cualquier mensaje, cualquier narrativa que conecte con el usuario puede disparar el deseo por tenerlo.
Un Meme funciona por mimetismo
Pero la afirmación de Jackson Palmer iba acompañada además de algo muy importante, un Meme. El biólogo evolucionista Richard Dawkins definió en 1976 el concepto de Meme como una idea, comportamiento o estilo que se propaga rápidamente de persona a persona en una cultura.
Los memes están diseñados para ayudar a transmitir un estado emocional de una manera fácil de entender. Son grandes generadores de empatía y reflejan una experiencia compartida entre el creador y el espectador.
El Doge meme original que usó Palmer mostraba la imagen de un perro con una expresión que rápidamente generó una conexión con el público. Quizás porque la tremenda expresividad de aquel perro daba pie a un sinfín de interpretaciones.
¿Dogecoin es malo para las criptomonedas?
El fenómeno dogecoin ha atraído numerosas críticas al ecosistema de las criptomonedas. Muchos han visto en este fenómeno la excusa perfecta para atacar a Bitcoin y a las demás criptomonedas acusándolos de ser una burbuja y alertando del peligro que sufrían todas las personas que hubieran invertido en DOGE.
Si bien una burbuja especulativa es algo peligroso para los inversores menos expertos, también es una forma de atraer la atención hacia un sector.
Es evidente que en el sector cripto hay proyectos de naturaleza dispar. Algunos como Ethereum o Bitcoin con una propuesta sólida y un product-market-fit consolidado, y otros que son una broma como Dogecoin.
De todas formas, las burbujas especulativas no son algo nuevo. Han sucedido antes en la historia, y con mucha seguridad seguirán sucediendo en el futuro ya que se forman gracias al deseo, el anhelo y el miedo, emociones todas ellas que forman parte de la naturaleza humana.
¿Es Dogecoin una burbuja especulativa?¿se romperá algún día?
La formación de una burbuja sigue varias etapas. Primero hay un embelesamiento de los inversores ante algo nuevo y revolucionario, como por ejemplo una tecnología.
Después le sigue el boom, la euforia, y más tarde los inversores más avispados empiezan a vender y a recoger ganancias lo que empieza a hacer caer el precio. Eventualmente los inversores entran en pánico y la burbuja estalla.
Robert J Shiller premio Nobel de economía en 2013 en su libro la exuberancia racional define una burbuja económica como una situación en la que las noticias sobre el aumento de un precio estimulan el entusiasmo de los inversores, que se propaga por contagio psicológico de persona a persona.
El entusiasmo amplifica las narrativas que podrían justificar el aumento de los precios. Esto atrae a una clase cada vez más numerosa de inversores que, a pesar de las dudas sobre el valor real de la inversión, se sienten atraídos por ella en parte por envidia de los éxitos de otros y en parte por la emoción del juego.
Sin embargo, Shiller también cree que es muy difícil saber cuando una burbuja va a terminar, o de hecho si va a terminar. El problema de las burbujas especulativas es que el concepto crea una imagen mental de una burbuja de jabón en expansión, que está destinada a estallar repentina e irrevocablemente.
Pero las burbujas especulativas no se terminan tan fácilmente; de hecho, pueden desinflarse un poco, a medida que cambia la historia, y luego volver a inflarse.
Esto es lo que sucedió con Dogecoin después de la bancarota de Moolah en 2014, el precio se deshinchó y nuevamente en 2021 gracias a los redditors y a Elon Musk el precio ha vuelto a hincharse.
¿Desaparecerá DOGE por completo algún día?
Los activos altamente reflexivos como DOGE son altamente volátiles precisamente porque dependen de una narrativa, no hay unos fundamentales detrás que puedan sostener los precios.
La capitalización de mercado de Dogecoin era de alrededor de 625 millones de dólares el 1 de Enero de 2021 y de más de 50 mil millones cuatro meses y medio después. Al escribir este artículo, es de 31 mil millones, casi un 40% menos.
Dentro de un año podría ser todavía un 90% menos sin duda alguna, pero nadie puede asegurar que dentro de otros dos a alguien se le ocurra tuitear algo sobre Dogecoin y su precio vuelva a dispararse hasta alcanzar nuevos máximos históricos.
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