Jaime Biosca está metido en uno de los casos más sonados de estafas con criptomonedas en España. Hoy, 15 de julio, debía de atender al juicio en su contra para prestar declaración, por un tecnicismo se tendrá que esperar una semana para escuchar su versión de los hechos.
Hoy, 15 de julio, Jaime Biosca debía de declarar sobre su relación con la presunta estafa millonaria con criptomonedas que habría usado fondos de cientos de ahorradores, la cifra total querellado asciende a 280 millones de euros aunque podría haber más que no ha sido denunciado.
La cifra astronómica lo colocaría como una de las estafas con criptomonedas más grandes de España detrás de Arbistar. Su modus operandi fue camelar tanto a pequeños ahorradores como a grandes inversores para hacer crecer su inversión mediante inversiones en criptomonedas prometiendo rentabilidades absurdas.
La declaración se ha tenido que retrasar por una baja médica del abogado de Biosca, debido a ello tendrá que presentarse ante el juez de la Audiencia Nacional, Alejandro Abascal, con un abogado de oficio. Abascal ha tenido que aplazar la declaración para el 22 de julio, mientras tanto Biosca seguirá preso en la cárcel de Alhaurín de la Torre (Málaga).
Aunque la declaración del principal acusado tendrá que esperar, mañana 16 de julio sí tendrá que acudir la mujer de Biosca, Paloma Gallardo, como imputada junto con el hijo de la pareja. A ella se le atribuyen delitos como estafa, intrusismo, blanqueo, delitos societarios, apropiación indebida y asociación ilícita.
El imperio fugaz de Jaime Biosca y sus rentabilidades astronómicas
El caso de Biosca hizo echo obviamente debido a la grandísima cantidad de dinero presuntamente estafado, sin embargo despegó cuando el famoso programa Equipo de Investigación de la Sexta cubrió el caso de Biosca en el capítulo titulado la fiebre de las criptomonedas. El reportaje cubrió de manera algo tosca algunos conceptos de Bitcoin pero si llegó a mostrar el imperio fugaz creado por la red de Biosca.
La sociedad denominada Algorithms ofrecía servicios de inversión en criptomonedas sin contar con la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Algorithms captaba a clientes que les entregaba diversas cantidades de dinero a cambio de rentabilidades del 20 o del 25 % semanal. Esto era obviamente insostenible y a principios del 2020 comenzó a dejar de pagar a la mayor parte de los inversores, clara señal de una estafa que se quedó sin nuevos inversores para repartir más capital. En Octubre del 2020 el grifo se cerró dejando de abonar las cantidades prometidas, finalmente culminando con la famosa querella que le ha puesto tras los barrotes.
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