El índice de precios al consumidor (IPC) en Estados Unidos fue del 8.2% en septiembre, superior al 8.1% pronosticado, lo que genera temores de que la política de ajuste fiscal de la Reserva Federal para reducir la inflación continúe al menos hasta fin de año.
Los mercados estadounidenses respondieron negativamente a la última actualización inflacionaria con el S&P 500 cayendo un 2%. Los rendimientos de los bonos del gobierno de EE. UU. se dispararon y los rendimientos del Tesoro a dos años se dispararon al 4.5%.
A los mercados de criptomonedas les fue un poco mejor, ya que Bitcoin cayó un 4% una hora después del anuncio, mientras que Ethereum cayó más del 6%.
La inflación de Estados Unidos trae malas noticias para la libra, la rupia y el euro
En el Reino Unido, el FTSE 100 cayó un 1.65% debido a que el mercado británico reaccionó al informe del IPC. Con la inflación de EE. UU. todavía en niveles desbocados, se espera que la Reserva Federal imponga otra subida de tipos de interés el 1 de noviembre.
Eso conducirá inevitablemente a un fortalecimiento del dólar en un momento en que otras monedas fiduciarias, como la libra, la rupia y el euro, parecen cada vez más débiles.
Dado que muchos productos básicos se cotizan en dólares, una moneda estadounidense fuerte suele ser una mala noticia para las economías emergentes, pero incluso las economías supuestamente maduras, como el Reino Unido, están siendo severamente probadas.
Los formuladores de políticas en el Reino Unido ahora están cada vez más preocupados por la debilidad de la libra, que se encuentra en niveles históricamente bajos.
En el Reino Unido, la creciente sensación de crisis ha llevado a la primera ministra Liz Truss a anunciar el viernes que Jeremy Hunt asumirá el cargo de Ministro de Hacienda (jefe del Tesoro del Reino Unido).
Hunt será la cuarta persona nombrada para el puesto en tantos meses, y espera durar más tiempo en el cargo que su predecesor Kwasi Kwarteng.
Kwarteng solo logró 38 días humillantes en el cargo después de revelar una serie de promesas de gasto y recortes de impuestos que causaron caos en los mercados de bonos del Reino Unido y enviaron ondas de choque al otro lado del Atlántico.
Un equilibrio difícil para el mercado
La Fed ahora se encuentra en una posición difícil. El banco central debe reducir la inflación en los EE. UU., pero sus intentos aún pueden correr el riesgo de desestabilizar a los socios internacionales y los mercados en el extranjero.
Si eso sucediera, los intentos de la Fed de frenar la inflación aún podrían ser su perdición.
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