Un grupo de investigadores chinos ha diseñado un tipo de interfaz olfativa inalámbrica para aplicaciones de realidad virtual (VR). Esto según un artículo de investigación publicado recientemente en la revista Nature.
La interfaz olfativa suave y miniaturizada puede hacer que los usuarios huelan una variedad de aromas diferentes, como romero, mojito, panqueque y durian.
El desafío de crear olores en la realidad virtual había sido un obstáculo molesto que ha impedido que los dispositivos de RV proporcionen una experiencia sensorial completa en la mayoría de los entornos. Dichas limitaciones han contribuido a reducir el entusiasmo de varios por el metaverso.
“Teniendo en cuenta la retroalimentación/generación del olfato, la investigación aún está en pañales. Las tecnologías actuales de generación de olfato se asocian principalmente con un gran instrumento para generar olor en un área/habitación cerrada o un conjunto de realidad virtual voluminoso incorporado, donde la conexión por cable, la gran demisión, la función de generación de olor sordo y el bajo tiempo de respuesta hacen que estos comentarios de olfato métodos muy por detrás del desarrollo de dispositivos de realidad virtual basados en visuales/auditivos y, por lo tanto, limitan drásticamente sus campos de aplicación.”
Este problema lo ha abordado el profesor Xinge Yu, del departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Hong Kong (China) y autor principal de un nuevo artículo publicado en Nature Communications el 9 de mayo. En el mismo plantea la pregunta: “La gente puede tocar en la RV, por supuesto, se puede ver y oír. Pero, ¿y el olfato y el gusto?”.
Introduciendo el sentido del olfato en el metaverso
Los intentos anteriores de crear olores en la RV requerían una gran cantidad de cables, líquidos incómodos y dispositivos voluminosos que no eran adecuados para el uso doméstico.
Para abordar este problema, Yu y Yuhang Li, coautor del artículo y profesor en la Universidad Beihang de Pekín, utilizaron su experiencia en el diseño de electrónica flexible para desarrollar dos interfaces portátiles. Una de ellas puede colocarse en la piel entre la nariz y la boca, como una venda. La otra por su parte se adhiere debajo de los auriculares, como una mascarilla.
“Aquí, informamos un conjunto de selección de materiales, diseños de dispositivos, esquemas de integración y diseños de sistemas para interfaces de olfato controladas de forma inalámbrica que incorporan matrices de OG de escala milimétrica en láminas electrónicas delgadas, suaves y flexibles. Los formatos portátiles de las interfaces olfativas están diseñados, desde la superficie de la piel montada directamente sobre los labios, hasta la electrónica basada en máscaras faciales y, por lo tanto, pueden establecer un puente entre la electrónica y los usuarios para amplios campos de aplicación que van desde experiencias inmersivas de VR/AR, a la entrega de mensajes a usuarios discapacitados, al control de emociones y al tratamiento médico.”
Ambas interfaces emplean generadores de olores miniaturizados, que consisten en una red de diminutos recipientes llenos de cera de parafina perfumada. Cuando se activa una fuente de calor debajo de la cera, esta se calienta y se convierte en una vela perfumada capaz de reproducir varios olores en tan solo 1,44 segundos, según explican Yu y Li.
Al finalizar la experiencia, una bobina de cobre activa un imán que aplasta la cera y la enfría, poniendo fin al aroma. De esta forma se crea una experiencia olfativa en el metaverso.
El futuro del metaverso podría estar en el olfato
Yu explica que cuanto mayor sea el calor, más intenso será el olor y más fácil será identificarlo. Sin embargo, esto implica que las interfaces pueden calentarse mucho, llegando a alcanzar los 60 °C, lo cual es peligroso para la piel humana. No obstante, Yu asegura que la interfaz es segura gracias a su diseño “abierto”, que permite la salida del aire caliente, y a una pieza de silicona que actúa como barrera entre la piel y el dispositivo real.
Hay dos opciones para la interfaz de olfato. Uno está equipado con un generador de olores a escala milimétrica que se adhiere directamente a la piel debajo de la nariz y tiene dos opciones de olores, mientras que el otro es una máscara suave que produce nueve olores diferentes.
Los investigadores demostraron su capacidad de personalización con 30 aromas diferentes, incluidos piña, jengibre, té verde, caramelo y golosinas. Se considera que las interfaces de metaverso de olfato suave tendrán un gran potencial en aplicaciones prácticas como el entretenimiento, la educación y las interfaces hombre-máquina.
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