El cambio de política de la Fed golpeó las previsiones de los bitcoiners

El año 2020 fue un punto pivote para la historia del Bitcoin. Tras venir de dos años rojos con la caída del 2018 siendo su momento más álgido, la criptomoneda empezó a crecer aceleradamente en el tercer cuarto del 2020, hasta romper récords en 2021, saliéndose así de la tendencia bajista que había empezado en el primer semestre del 2018.

Este crecimiento trajo consigo un hecho importante: los inversionistas empezaron a aceptar a la narrativa sobre que Bitcoin era un buen activo para refugiarse de la inflación y para invertir en momento de crisis.

Y es que, motivado por la pandemia, el gobierno americano y la Reserva Federal (Fed) empezaron a aplicar medidas económicas que aumentaron considerablemente el monto del dinero circulante o M2, en el mercado. Así hubo más interés de los inversionistas por entrar en activos riesgosos y en apostar por el Bitcoin ante un eventual escenario inflacionario.

Estos dos factores generaron los dos grandes impulsos de Bitcoin en el mercado. Primero en 2020 cuando mucho del dinero que entró al mercado se fue en inversiones cripto dando así una de las subidas más fuerte del mercado cripto en su historia. Y luego en el 2021 cuando las previsiones por una inflación acelerada ya estaban sobre la mesa y muchos empezaron a ver a Bitcoin como un refugio ante.

Pero todo cambio. Para finales del 2021, muchos creían que la Fed no iba a subir sus tasas de interés y tampoco iban a cambiar a su política monetaria, esto incluso sustentado por los mensajes que se mandaban desde el gobierno y la Fed que consideraban que la inflación era pasajera.

Mucho no duró esta previsión porque 2022 comenzó con dos hechos claves. Primero, la inflación que se venia registrando desde el último cuarto del año mantuvo su fuerza y luego, en febrero, la invasión rusa a Ucrania desató una crisis que todavía no ha acabado.

Con esto, la Fed cambió su postura. Las tasas de interés aumentaron considerablemente con el hecho histórico de tres aumentos consecutivos de 75 puntos base, y el banco cerró el grifo del dinero para así reestablecer la situación.

La Fed insiste en bajar la inflación a 2%

El objetivo de este cambio es simple, contener la inflación a toda costa y regresarla al tan ansiado punto de 2%.  Pero, aunque tener inflación baja es algo deseado por mucho, el Bitcoin lo ha sufrido como ningún otro activo.

Tal y como reportan desde Bloomberg, este cambio de tendencia de la Fed ha vuelto menos atractivo al Bitcoin. A su vez, ha dejado claro que el bitcoin es un activo que se beneficia del exceso de liquidez en el mercado.

Esto lo explica Lauren Goodwin, economista y estratega de New York Life Investments, quien compara al Bitcoin con los movimientos del oro, un activo refugio, en el mismo ciclo.

“Esa lógica se aplicó esencialmente a las criptomonedas en los últimos cinco o 10 años, pero la realidad no es tanto que las criptomonedas sean una cobertura contra la inflación, sino que, al igual que el oro, evoluciona con la liquidez del banco. Entonces, la reversión del exceso de liquidez en la economía por parte de la Reserva Federal y otros bancos centrales ha contribuido significativamente, en mi perspectiva, a la disminución del apetito por las monedas digitales”.

Así los inversionistas se encuentran ante un momento complicado para Bitcoin. La Fed no va a aumentar para los próximos meses la liquidez en el mercado. De hecho, se esperan más aumentos de tasas y que la cartera de bonos se madure, todo esto sin importar que se pueda entrar en una recesión.

Mientras, Bitcoin sigue sufriendo los embates de las crisis que se vivieron en el último año y de las caídas que regresaron al precio a niveles de principios del 2021.