El mundo del cripto arte o crypto art a saltado a la palestra por todo lo alto en los últimos tiempos, aún así muchos claman que el arte en la blockchain no aporta nada nuevo y que los precios que se pagan por él son ridículos. En contraste, plataformas de NFTs de arte generativo como artblocks no solamente aumentan sus volúmenes de ventas sino que aportan algo realmente innovador al mundo del arte.
El cripto arte esta en auge, en las ultimas semanas hemos visto como se vendian piezas por millones de dolares, como la de Beeple en Christies por $70 millones, o como los ultimos cripto punks vendidos por mas de 7 millones de dolares.
Aún asi, no son pocas las voces que claman contra los NFTs y el arte en la blockchain. ¿Cómo se pueden pagar unos precios tan altos por una imagen digital de la cual se puede hacer una copia muy fácilmente?.
Otros dicen que el crypto art no aporta nada nuevo porque al fin y al cabo solamente se trata de introducir en la blockchain unas piezas de arte que en realidad se lleva haciendo ya mucho tiempo. Pero, ¿es eso cierto? ¿el ecosistema del cripto arte no ha aportado nada nuevo desde el punto de vista de la creación de la obra de arte?.
Si bien es cierto que muchas de las obras que vemos en Opensea, Super Rare o Foundation siguen un proceso creativo ya conocido, sin embargo, existe un campo del crypto art que sí que aporta algo que hasta el momento no era posible. Un espacio que gracias a la tecnología blockchain ofrece un excitante campo de creación a los artistas, se trata del arte generativo.
¿Qué es el arte generativo?
El término “arte generativo” empieza a utilizarse en el amplio contexto de los gráficos por computadora automatizados en la década de 1960, comenzando con las obras de arte exhibidas por Georg Nees y Frieder Nake en 1965.
Aún así, el arte generativo tiene incluso unos antecedentes mucho más antiguos. Por ejemplo, en la fractura de la geometría en el cubismo analítico, en el énfasis en la tecnología, la estética de las máquinas y la producción mecanizada del futurismo, o también en la Introducción de la autonomía y el azar en el dadaísmo, el surrealismo y el expresionismo abstracto.
Para definirlo de manera simple y comprensible se puede decir que el arte generativo es el arte programado usando una computadora que introduce intencionalmente la aleatoriedad como parte de su proceso de creación.
En otras palabras, se trata de un proceso de generación algorítmica de nuevas ideas, formas, colores o patrones. Primero se crean unas reglas que proporcionan límites para el proceso de creación y luego, una computadora, o menos comúnmente, un ser humano, sigue esas reglas para producir nuevas obras.
A diferencia de los artistas tradicionales que pueden pasar días o incluso meses explorando una idea, los artistas de arte generativo usan computadoras para generar miles de ideas en milisegundos.
Los artistas generativos aprovechan el poder de procesamiento de las máquinas para inventar una nueva estética. Para ello introducen los programas para que se ejecuten un conjunto de parámetros aleatorios que guiarán el proceso hacia el resultado deseado.
El arte generativo no es pura mecánica en manos de una máquina
Esto a menudo trae a colación dos puntos de vista comunes pero equivocados que impiden que las personas aprecien la belleza y el valor del arte generativo.
- Primer mito: el artista tiene el control total y el código siempre se ejecuta exactamente como está escrito. Por lo tanto, el arte generativo carece de los elementos de azar, accidente, descubrimiento y espontaneidad que a menudo hacen que el arte sea grandioso, si no al menos humano y accesible.
- Segundo mito: el artista no tiene control y la máquina autónoma genera los diseños al azar. La computadora está haciendo el arte y el ser humano no merece ningún crédito, ya que no es realmente arte.
La verdad es que los artistas generativos controlan hábilmente tanto la magnitud como la ubicación de la aleatoriedad introducida en la obra de arte.
La aleatoriedad controlada puede parecer algo contradictorio, pero cualquier artista o historiador del arte, sabe que los artistas siempre han buscado formas de introducir aleatoriedad en su trabajo para estimular su creatividad.
El arte generativo dentro de la blockchain
Aunque quizás es algo que permanece desconocido, el nacimiento del cripto arte y los tokens no fungibles (NFT) fue de la mano del arte generativo. Uno de los primeros proyectos que se hizo viral dentro de la red de Ethereum tiene una base generativa, se trata de los CryptoKitties.
Los CryptoKitties se lanzaron en 2017 y fue uno de los primeros experimentos con NFT. Los Cryptokitties son el resultado de un código aleatorio que genera la apariencia de cada uno de ellos e introduce también la posibilidad de generaciones futuras de estos gatitos.
Cada Cryptokitty es una pieza de un juego en el que los jugadores crían y recolectan estos gatitos. Sus smart contracts establecen los parámetros para el juego, codifican los períodos de gestación para regular la frecuencia de reproducción y los genotipos para determinar cómo cada nuevo gatito combina los “Atributos” de la generación cero.
Los Autoglyphs, la primera serie de arte generativo “clásico” en la blockchain
El primer proyecto de arte generativo en sentido clásico llegaría años después con el lanzamiento de los autoglyphs.
Los autoglyphs se generaron a partir de un mecanismo completamente autónomo. Cada pieza fue creada de forma única a partir de un código que se ejecutaba dentro del blockchain de Ethereum. Cualquiera que estuviera dispuesto a pagar la comisión de creación de 0.20 ETH fue capaz de crear un nuevo autoglyph.
El creador de cada autoglyph también se convertía en su primer propietario. Además, después de crearse 521 piezas el código generador se destruyó para siempre. Después de este evento solamente pueden encontrarse en el mercado secundario.
Por tanto, después de haberse creado los 521 autoglyphs, los autores del proyecto dejaron de controlar tanto el código que generó el arte, como el código que administra la propiedad de los glifos.
Esto supone una diferencia crucial con el arte que normalmente se crea y se vende por un artista en una galería. En este caso se ofrece una garantía a largo plazo de propiedad, procedencia y tamaño de edición que es independiente de cualquier autoridad central.
Por primera vez el comprador forma parte de la obra
Los Autoglyphs se crearon a partir de un algoritmo generativo altamente optimizado capaz de crear miles de millones de obras de arte únicas, todas ellas en la red de Ethereum con en un formato ERC-721.
En los Autoglyphs el arte está dentro del contrato mismo, es literalmente “arte en la cadena de bloques”. Los datos del evento de creación/compra de cada pieza contienen al mismo tiempo los datos que usa el generador para crearla.
Este es el punto clave en toda esta historia, ya que lo que esto significa es que el primer propietario de la obra, la persona que la acuña por primera vez, interviene en la creación de la misma. como?, pues al crear la transacción se crean los datos que usa el generador para crear la pieza.
Artblocks el proyecto que afianza el arte generativo on-chain
Este sistema es el que ha desarrollado de forma magistral el portal de arte generativo artblocks. Artblocks fue lanzado en Noviembre de 2020 por Erick Calderon. Apenas 4 meses después el proyecto ocupa la posición número 15 en el ranking de ventas de todos los tiempos en el ecosistema de los NFTs.
Artblocks es una plataforma dedicada al arte generativo que transforma los hashes, las cadenas alfanuméricas que identifican los bloques de una blockchain, en obras de arte abstracto.
Los artistas seleccionados envían su código y determinan el número de ediciones que se producirán a partir de él. Cuando se abre una venta, los coleccionistas pueden tener una idea del estilo del trabajo al ver los tokens que ya se han acuñado. Aún así, no sabrán exactamente qué obtendrán hasta que presionen el botón “comprar”.
Daniel Calderon (hermano de Erick) realizó el primer trabajo en Art Blocks, Genesis (2020), bajo el alias DCA. Visualiza un hash como triángulos translúcidos y contornos volumétricos y sobrantes esparcidos por planos reglados en tonos de verde, rosa y violeta.
Jeff Davis y Dmitri Cherniak dos de los artistas más relevantes del arte Generativo on-chain
Entre los artistas que más destacan dentro de artblocks tenemos a Jeff Davis, o a Dmitri Cherniak, este último siendo autor de la colección “ringers” culpable de haber popularizado el arte generativo de artblocks.
“Ringers ha sido la culminación de varios años de trabajo por mi parte. He estado creando algoritmos para automatizar el hilo del código, jugando con muchos diseños e ideas diferentes. Pero en Ringers fue realmente la primera vez que apliqué todas esas formas en una sola serie y desaté el poder del arte generativo y la tecnología blockchain juntos”
https://metaversal.banklesshq.com/p/talking-ringers-with-dmitri-cherniak
Por su parte Jeff Davis saltaba al podio gracias a un tweet del archiconocido DJ Richie Hawtin. El productor de música, tras lanzar el mismo su propia colección de NFTs, anunció que se había hecho con una pieza de su colección Color Study.
Entonces, ¿qué aporta de nuevo al arte generativo la blockchain?
Es cierto que en la mayoría del crypto art está viendo cómo se replican muchas de las formas ya existentes en el mundo pre-blockchain. Aún así, existen algunos elementos que son totalmente innovadores e imposibles antes de la existencia de la blockchain.
La plataforma artblocks alberga proyectos generativos para la producción de resultados deterministas verificables. Un script generativo que se almacena de forma inmutable en la blockchain de Ethereum para cada proyecto.
Cuando un usuario desea comprar una iteración de un proyecto alojado en la plataforma, compra un token “no fungible” compatible con ERC721. Este token, almacenado en la blockchain de Ethereum, contiene una “semilla” única que controla las variables en el script generativo. Estas variables, a su vez, controlan la apariencia y el funcionamiento de los datos de salida.
Dicho de otra forma, el acto de acuñar/comprar por primera vez una pieza de artblocks supone que el hash de esa transacción (ejecutada por el usuario) es la que va a brindar los parámetros finales que le den la forma final, lo cual convierte a la obra en algo único e irrepetible.
Piezas de arte radicalmente únicas e irrepetibles
Existe otra característica que hace de este tipo de arte algo imposible antes de la blockchain. Cuando se implementa un proyecto en la plataforma de artblocks, el artista tiene la capacidad de ajustar y modificar el guión y la configuración. Solamente cuando el artista se sienta cómodo y listo se “bloqueará” el proyecto.
Una vez que un proyecto está bloqueado, los atributos como las iteraciones máximas (el número máximo de iteraciones que se permitirá acuñar), los guiones, el nombre del proyecto, el nombre del artista y la cantidad de hashes generados se congelarán permanentemente.
Esta característica dota a las piezas de arte de una unicidad radical de cada serie. Las características del generador de las piezas queda bloqueado por completo, no solamente en sus características, sino que, más importante aún, en el número de piezas posibles.
Por otro lado y de forma aún más radical, como se explicó en el caso de los autoglyphs, el algoritmo generador de la serie puede hacerse desaparecer para siempre haciendo totalmente imposible que ese tipo de figuras pueden volver a reproducirse.
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