En 2020 disminuyó el cripto-delito pero el crimen en DeFi aumentó, según CipherTrace

Crimen descentralizado

Si bien el crimen se cierne sobre los proyectos de criptomonedas y blockchain, hay algo de luz al final del túnel. Según la firma de seguridad CipherTrace, los robos, hacks y fraudes se redujeron en 2020 a 1.8 mil millones de dólares. Sin embargo, la delincuencia en el sector DeFi aumentó. La cifra de 1.8 mil millones de dólares representa menos de la mitad de los 4.5 mil millones de dólares de cripto-delitos registrados en 2019. Si bien esto parece significativo, los 1.8 mil millones de dólares solo representan los primeros diez meses del año y podrían descubrirse más delitos.

Mayor atención a la seguridad

Según Dave Jevans, director ejecutivo de CipherTrace, los exchanges y otras empresas cripto han aumentado su seguridad. La causa del declive no es la falta de delincuentes. Más bien, las empresas han prestado atención a la palabra de los expertos en seguridad, dijo Jevans a Reuters. Las autoridades han buscado recientemente seguridad en CipherTrace. En septiembre, la firma afirmó haber creado una forma de rastrear transacciones de Monero para el gobierno de Estados Unidos. Además del fraude y el robo, CipherTrace ha informado que los mercados de la Dark Web están creciendo.

Desintegración del cripto-delito

Si bien los 1.8 mil millones de dólares representan cripto-delitos en general, diferentes sectores y tipos de delitos han estado fluctuando en valor. Por ejemplo, las pérdidas y el robo (excluyendo el fraude) aumentaron a 468 millones de dólares en noviembre. Esto representa un aumento del 30% con respecto a los 361 millones de dólares de 2019. El boom de DeFi sigue desempeñando un papel cada vez más importante. Aproximadamente 98 millones de dólares en pérdidas y robos provinieron de las plataformas de las finanzas descentralizadas. DeFi explotó en 2020, con 12.600 millones de dólares en préstamos bloqueados, según DeFi Pulse. Esto es superior los 4 mil millones de dólares registrados en agosto. Las plataformas DeFi más populares se ejecutan con contratos inteligentes abiertos, lo que permite a cualquiera auditar el código y garantizar la seguridad de sus fondos. Debido a que estas plataformas son automáticas y “sin confianza”, los usuarios se sienten seguros en estas plataformas. Sin embargo, CipherTrace dijo que los delincuentes se aprovechan de esta actitud. CipherTrace cree que el aumento de la popularidad de DeFi atrajo a los hackers al sector. Muchos productos DeFi se han apresurado sin una verificación de seguridad adecuada, dijo Jevans. En consecuencia, los malos actores están encontrando debilidades en el código o simplemente aprovechándose de usuarios ingenuos. Del mismo modo, la mayoría de los protocolos DeFi no tienen procesos de verificación del cliente o de Conozca a su cliente (KYC). Por lo tanto, no hay cumplimiento normativo ni supervisión en caso de fraude. Jevans dijo que esto convierte a DeFi en un “refugio” para los delincuentes.