El verdadero potencial de las finanzas descentralizadas (DeFi): romper las barreras

Hay un sinfín de conceptos erróneos sobre las finanzas descentralizadas (DeFi) que han contribuido a una incomprensión generalizada de lo que realmente es esta tecnología. Mucha gente acusa falsamente a esta industria emergente de ser un conjunto opaco de sistemas que sirve como medio para hacer más ricos a los ricos mientras se atrae a los inversores minoristas para que apuesten su dinero. Sin embargo, esto no podría estar más lejos de la realidad. La verdadera promesa de las finanzas descentralizadas es su capacidad para hacer que los sistemas financieros sean transparentes y de código abierto, al tiempo que se eliminan las barreras de acceso, lo que da poder a decenas de personas que han sido dejadas atrás y excluidas del sistema bancario actual. 

En las últimas semanas, el mercado ha visto cómo las instituciones financieras centralizadas en el ámbito de las criptomonedas se han hundido debido a su incapacidad para unir con éxito las herramientas financieras descentralizadas y un modelo financiero centralizado. A pesar de estos fracasos, las finanzas verdaderamente descentralizadas parecen más fuertes que nunca. Eso no cambia el hecho de que se trata de resultados decepcionantes que han dejado a muchas personas en una posición vulnerable, preguntándose cuándo podrán recuperar su dinero. Pero los fracasos de Cefi no son los fracasos de DeFi.

Los más vulnerables económicamente tiene una multitud de barreras para crear y mantener su riqueza

Las entidades centralizadas, incluso en las criptomonedas o en cualquier corporación, en un mundo perfecto, invertirían, prestarían, apostarían y cobrarían rendimientos sin tener enormes agujeros en sus balances que requieran fusiones y adquisiciones por parte de entidades más grandes y proveedores de liquidez para arreglar. Desafortunadamente, estas instituciones no son transparentes con la forma en que conducen sus negocios, y los clientes deben poner su confianza en las personas que dirigen la corporación para manejar sus activos de forma segura. 

Esta falta de claridad entre las instituciones y sus clientes ha sido un problema, especialmente para los más vulnerables, desde su creación. Hemos visto las consecuencias una y otra vez. La crisis financiera mundial de 2008, en particular, es una serie de fallos catastróficos que afectaron a personas de todo el mundo. Pero en el día a día, los más vulnerables económicamente se ven sometidos a una multitud de barreras que inhiben constantemente su capacidad para crear y mantener su riqueza.

Hay una población asombrosamente grande de ciudadanos infrabancarizados en el mundo. Según un estudio realizado por Global Findex, aproximadamente 1.700 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a un banco. Las elevadas comisiones y los mínimos de apertura se citan como razones entre los no bancarizados para no poder abrir cuentas y participar en el sistema actual. Estas cuestiones, unidas a la desconfianza en el sistema bancario, normalmente debido a la falta de transparencia en cuanto a las comisiones y los plazos de depósito, también contribuyen al problema.

Como resultado, los no bancarizados y los infrabancarizados se ven obligados a utilizar medios como las tarjetas de débito de prepago, los giros postales, el cobro de cheques o los préstamos de día de pago, que a menudo tienen comisiones de alto coste, perpetuando así un círculo vicioso de desigualdad económica.

Las criptomonedas y la tecnología financiera descentralizada ofrecen una alternativa

Las criptomonedas y las tecnologías financieras descentralizadas ofrecen una nueva forma de que estas poblaciones vulnerables accedan a las herramientas financieras sin las tradicionales altas barreras de entrada. Las finanzas descentralizadas están gestionadas por algoritmos de código abierto, no por personas, lo que anula cualquier tipo de barrera socioeconómica que se interponga en el camino de las poblaciones desatendidas y los bancos tradicionales.

Las criptomonedas y los protocolos DeFi pueden ser una opción viable para aquellos que se enfrentan a la discriminación racial y a los prejuicios de clase del sistema bancario. Con todo lo que se hace en línea, cualquier persona con acceso a Internet puede abrir una cartera de criptodivisas, y el acceso es 24/7, lo que hace que estas herramientas sean tremendamente accesibles para todas las personas, independientemente de su estatus socioeconómico. 

Otra enorme ventaja, además de este nivel de transparencia y accesibilidad sin precedentes, es la posibilidad de que los usuarios participen directamente en la gobernanza de estos sistemas a través de Organizaciones Autónomas Descentralizadas, también conocidas como DAO.

La gobernanza descentralizada permite a las personas que utilizan los protocolos desempeñar un papel vital en todos los procesos de toma de decisiones. A través de los foros de la comunidad y los mecanismos de votación en la cadena que hacen posible los contratos inteligentes, los usuarios no sólo pueden sentirse más seguros de entender la tecnología financiera que están utilizando, sino que también pueden desempeñar un papel en los procesos de toma de decisiones que inevitablemente afectarán a la forma en que interactúan con la plataforma. 

Esta innovación es inédita en el mundo financiero tradicional, porque pone el poder directamente en manos de la gente, y lo quita de las manos de cualquier consejo de administración corporativo dependiente de lucrarse a costa de la gente. 

Romper las barreras entre las poblaciones vulnerables y su acceso a la riqueza es un paso clave en el camino hacia la creación de un mundo mejor. Empoderar a las comunidades desatendidas es la forma más eficaz de sacar a la gente del ciclo de la pobreza de una forma realmente sostenible. Las tecnologías financieras descentralizadas son las herramientas que las personas pueden utilizar para romper las cadenas sistémicas que las han mantenido atrapadas durante demasiado tiempo.