Varios gremios de Venezuela se pronuncian en contra del uso del Petro

El 2020 inició con un gobierno de Venezuela dándole más impulso al uso del Petro. Desde la presentación del Memoria y Cuenta del año 2019, el presidente Nicolás Maduro expresó que la economía venezolana entraría en una “segunda etapa” respecto al uso del Petro, además de indicar su uso obligatorio para el pago de distintos servicios gubernamentales. Ante la intención de “petrolizar” la economía, distintos sectores y actores que participan dentro del ecosistema venezolano han mostrado ciertas dudas al respecto.

Comerciantes no se encuentran cómodos

Desde el sector comercio se pudo ver la posición de Cipriana Ramos, expresidenta de Consecomercio, uno de los gremios empresariales más importantes del país. En una entrevista la empresaria advirtió que para los comerciantes el Petro no resulta de utilidad y que solo sirve para “pagar impuestos”, mencionando también que los comerciantes no pueden acceder al mercado internacional con la moneda estatal venezolana. El actual presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, también tiene una posición similar a la expresidenta. En noviembre del 2019, cuando todavía se estaba discutiendo el futuro uso que tendría divisa dentro de la economía, expresó que veía al Petro como una opción “poca viable”, concluyendo que la moneda venía con “problemas de fallas de origen”. Desde la representación de FEDECAMARAS en el estado Carabobo, su presidente Jonathan Aldana expresó de forma tajante que el Petro “será dañino” para los comerciantes y que su uso llevaría a la economía venezolana a un sistema no viable. También agregó que la circulación monetaria causada por el Petro podría generar un mayor repunte inflacionario dentro de la ya maltrecha economía venezolana. Desde el municipio Caroní, uno de los más importantes del país desde el punto de vista industrial, Luis Nuñez, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias del municipio, criticó la decisión del gobierno de obligar a los comerciantes de tomar los Petros de los beneficiarios del “Petro-aguinaldo”, mencionando que estos Petros no son de utilidad para los comerciantes debido a que no son recibidos por sus proveedores.

Posiciones divididas en los gremios laborales

Los representantes de los trabajadores en Venezuela no presentan una visión del todo parecida a la que se muestra en el sector empresarial. En medio de la difícil economía hiperinflacionaria que se vive en el país y con la pérdida de confianza que se ha visto en el bolívar, los trabajadores están buscando opciones para poder tener una mayor retribución por su trabajo y una de las soluciones que se ha presentado en las discusiones ha sido la de recibir salarios en Petros. Desde el sindicato de trabajadores del ministerio de Tierras los directivos se organizaron para exigir al gobierno nacional una retribución mensual mínima de 2,5 Petros, lo que sería el equivalente a 150 dólares estadounidenses, según el precio decretado por el gobierno nacional para con la moneda digital. A día de hoy, el salario mínimo venezolano son aproximadamente unos 6 dólares estadounidenses. El Sindicato de Empleados Públicos del Ejecutivo del Estado Lara también se pronunció exigiendo salarios en Petro y no dejar las retribuciones como bonificaciones estatales, recordando que cuando se inició el proyecto de la divisa virtual, el gobierno nacional mencionó que el salario de los trabajadores estaría anclado al Petro y que eso ya no se estaba aplicando en la realidad.

Cámara Inmobiliaria también fija posición

Una de las tantas medidas que se dictó para el uso del Petro dentro de la economía venezolana fue la de usar la divisa digital para las compras y ventas de automóviles y bienes inmuebles. A pesar de que la medida todavía no ha sido ampliamente aplicada, ya ha generado ciertos rechazos. Francisco López Domínguez, quien funge como presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, expresó que el uso del Petro para la compra de estos bienes es simplemente “inviable” y que el sector se está moviendo es en torno a la figura del dólar estadounidense. Concluyó que de llegar a forzar las operaciones en Petro, las partes de la operación van a sentir mayor desconfianza e incertidumbre, lo que llevará a que no se realice la operación o que se realice fuera de los parámetros legales.