A medida que los efectos de la prolongada crisis de COVID-19 continúan desarrollándose, la Reserva Federal ha continuado incentivando la economía con estímulos. Sin embargo, como en 2008, la Fed anunció recientemente que ha puesto un límite a las recompras y los dividendos para los grandes bancos.
Los bancos actualmente tienen mucho efectivo, ya que los paquetes de estímulo económico han comenzado a golpear los libros mayores. La estrategia consiste en retirar ese efectivo recomprando acciones o pagando dividendos a los inversores.
SponsoredSin embargo, con base en una prueba de estrés reciente, la Reserva Federal determinó que la crisis del coronavirus podría causar pérdidas crediticias de 700 mil millones de dólares para las principales entidades bancarias. El límite está diseñado para obligar a los bancos a mantener reservas de efectivo disponibles para mitigar esas pérdidas.
Esta política se implementó por primera vez a raíz de la crisis de valores respaldados por hipotecas de 2008. Los bancos que habían recibido rescates comenzaron a transferir efectivo a los inversores, pero se encontraron con efectos secundarios.
La política actual de la Reserva Federal refleja la conciencia de que la subestructura bancaria está en peligro sustancial. Si bien el mercado de valores ha aumentado en los últimos cuatro meses, los fundamentos subyacentes siguen estando en gran riesgo.
