La empresa negocia la ciudadanía para las naciones que son paraísos fiscales y que no tienen ganancias de capital en activos de criptomonedas.
Por solo 200,000 dólares puede convertirse en ciudadano de una de las siete jurisdicciones que no imponen impuestos sobre las ganancias de capital en las tenencias de criptomonedas.
Una empresa llamada Plan B Passport, fundada por un ex corredor profesional de veleros, ofrece a los clientes de alto nivel la oportunidad de hacer precisamente eso.
Según un informe reciente de CNBC, la empresa negocia unos cientos de pasaportes cada año para clientes que son en su mayoría de países occidentales.
Los clientes pueden elegir una de las siete naciones para convertirse en ciudadanos de Antigua, Barbuda, Dominica, Granada, Nevis, Portugal, Saint Kitts, Santa Lucía y Vanuatu.
La fundadora de la empresa, Katie Ananina, expone la idea detrás del Plan B Passport de manera sucinta. Como inversora:
“Fui lo suficientemente inteligente como para darme cuenta de que 200 dólares en Bitcoin valdrán 100,000 dólares en algún momento. No creo que el gobierno deba tener el 40% de eso”.
¿Su solución? Cuando el gobierno se presente con la mano extendida, muévanse usted y sus activos a otro lugar.
Después de una exitosa carrera deportiva, Ananina, que nació y se crió en Chelyabinsk, Rusia, obtuvo una tarjeta verde y se mudó a los Estados Unidos en 2016.
En los meses siguientes, vio cómo la moneda de Rusia caía un 50% mientras que Bitcoin aumentaba y sabía que tenía que entrar en el mundo de las criptomonedas. Llegó a la conclusión durante su tiempo en una clase de macroeconomía y dijo:
“Me di cuenta de que no estaba contenta con cómo funciona el dinero”.
Comprando un pasaporte extranjero
La mayoría de los clientes de Plan B Passport son originarios de los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido o Australia y tienen que pasar por algunos obstáculos antes de poder reclamar la ciudadanía.
La empresa colabora con los gobiernos de cada país en el que ofrecen ciudadanía o residencia mediante programas de inversión.
Esencialmente, los países quieren que los inversores ricos inyecten dinero en la economía local y, por sus esfuerzos, se les otorgue la ciudadanía.
Las opciones son una donación de 100,000 dólares, una compra de bonos del gobierno por 250,000 dólares o una compra de inmuebles por 300,000 dólares.
Aparte de eso, hay algunos trámites para completar, algunas tarifas gubernamentales deben pagarse junto con 20,000 dólares adicionales por tarifas legales. Como dice Ananina:
“Es básicamente una donación al fondo de crecimiento sostenible de un país”.
Los países están felices de cumplir porque es una manera fácil de atraer inversores extranjeros a la nación.
Hasta ahora, Santa Lucía y Saint Kitts han sido las dos opciones más populares porque son más baratas y el proceso de solicitud es mucho más rápido.
Una cosa importante a tener en cuenta sobre todo este proceso es que, al menos para los ciudadanos estadounidenses, el simple hecho de tener un segundo pasaporte o doble ciudadanía no le impide adeudar impuestos al IRS.
Debido a esto, Ananina afirma que la mayoría de sus clientes de Estados Unidos planean renunciar a su ciudadanía estadounidense.
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