Si bien gran parte del mundo ha esperado ansiosamente el inicio del juicio de Sam Bankman-Fried en octubre, el 30 de agosto por la tarde llegó la noticia de que es posible que no comience hasta bien entrado 2024.
El juez federal Louis Kaplan transmitió su sorprendente decisión de que puede aceptar la solicitud del abogado defensor de darle a su cliente más tiempo para revisar las pruebas en su contra, informó Reuters.
¿El “juicio del siglo” de Sam Bankman-Fried retrocedió?
El juez podría incluso acumular los procedimientos legales en un juicio combinado que se celebrará en marzo del próximo año, según el informe.
Mucha gente apenas podía esperar a que comenzara el juicio en octubre, y Bankman-Fried se enfrentaba a una serie de cargos que podrían llevarlo a la cárcel durante muchos años.
El ex empresario cripto de alto vuelo ha aparecido en los titulares prácticamente todos los días en las últimas semanas, por todo, desde supuesta intimidación de testigos hasta quejas de tener que subsistir a pan y agua mientras está en la cárcel.
La llamada intimidación de testigos que llevó a Bankman-Fried a ser detenido no fue realmente un delito en absoluto, insisten él y sus abogados. Así lo clasifica, como era de esperar, la otra parte en su polémico caso, sostienen.
Bankman-Fried compartió las entradas del diario de Google Drive de su ex novia Caroline Ellison con un reportero del New York Times. Una acción que él y su abogado afirman cae directamente dentro de las garantías de libertad de expresión y de prensa de la Primera Enmienda.
El resultado fue una historia sensacional: “Dentro de los escritos privados de Caroline Ellison, testigo estrella en el caso FTX”.
El 22 de agosto, el equipo legal de Bankman-Fried argumentó que su dieta en prisión era tan abismal que obstaculizaría una defensa eficaz. Los abogados también pidieron al juez Kaplan que permitiera la liberación de Bankman-Fried entre semana, pero el juez rechazó esta solicitud.
¿Doble estándar en juicio?
La cuestión del alcance del acceso de Bankman-Fried a las pruebas y los medios por los que las revisa ha sido un punto de controversia desde hace mucho tiempo.
La semana pasada, el juez Kaplan dictaminó que el acusado podría tener al menos acceso limitado a las pruebas mientras se encontraba en la cárcel a la espera del juicio.
La orden provisional también le dio a Bankman-Fried más tiempo para consultar con sus abogados mientras perfeccionaban su estrategia de defensa.
Sin duda, acogen con agrado este pequeño respiro, dada la gravedad de los cargos, desde engañar a los inversores hasta realizar contribuciones ilegales a las campañas.
A pesar de las modestas concesiones, la terrible experiencia de Bankman-Fried aún contrasta marcadamente con la de otros acusados de alto perfil que permanecieron libres de custodia antes y durante sus juicios.
Me viene a la mente el caso de la deshonrada fundadora de Theranos, Elizabeth Holmes.
Todo lo cual sugiere, para algunos observadores, que un emprendedor que se hizo famoso con las criptomonedas sigue siendo el malo a los ojos de un establishment legal reacio a la innovación.
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