Inflación venezolana llega al 300%, un baño de realidad para la economía nacional

El mundo vive una crisis inflacionaria generalizada. Prácticamente todos los países desde Canadá, hasta la Patagonia, llegando hasta los nórdicos, están reportando los índices inflacionarios más altos de su historia reciente.

Esta situación ha puesto a la economía mundial contra las cuerdas y ha llevado a que los bancos centrales tomen medidas restrictivas para tratar de controlar a este mal antes que se salga de control.

En medio de todo esto había un país que, sorprendentemente, se había quedado por fuera de esta dinámica: Venezuela. El país que hace unos pocos años era noticia por romper los récords históricos de inflación y que ahora estaba teniendo un periodo de calma tras años de crisis económica y humanitaria.

Este periodo de calma había generado que hasta bancos como el Bank Of America y la Cepal pronosticaran un crecimiento importante en una economía que estaba por los suelos y que ahora, gracias a varios factores, estaba reviviendo.

Tanto era el optimismo que el gobierno de Nicolas Maduro lleva meses apostando por una nueva narrativa en la que su bandera es que la economía venezolana está “mejorando” en medio de una situación complicada a nivel mundial.

Pero esta fantasía no duró mucho. La economía venezolana ya ha empezado a dar muestras de que conserva muchos de sus males anteriores, uno de esto es la inflación que, recientemente, llegó al acumulado de 359% a nivel anual tras tres meses de crecimiento acelerado.

Estos datos son recogidos por Bloomberg que especifica que si bien sí representan una disminución con respecto al 2019 cuando esta misma cifra alcanzó los 300.000%, es una cifra muy alta y más cuando se compara con los meses anteriores.

Así tras varios meses de cierta mejora, podría regresas un mal que azotó a la familia venezolana por años.

Repitiendo errores

Los motivos que explican todo esto se concentran en uno: un regreso a viejas políticas gubernamentales que han aumentado el dinero en circulación en una economía pequeña.

Y es que, desde el año 2018, Maduro había aplicado una serie de medidas para controlar la devaluación y la inflación. Entre ellas estaba la reducción de los gastos que el gobierno hacía y de los créditos bancarios.

Esto llevó a que tanto la inflación como la devaluación se controlasen, y se viviese un cierto periodo de estabilidad. Pero esto no era sostenible en el tiempo y menos si Maduro regresaba a su política de aumentar la masa monetaria.

En cuestión de semanas, el gobierno empezó a inyectar dinero en la economía de forma artificial a través de bonos sociales y de aumentos sin respaldo. Con esto, la inflación se disparó y el bolívar, que se había mantenido estable con respecto al dólar, se devaluó estrepitosamente en cuestión de días, dando flashback de las épocas donde la volatilidad era enorme.

Así se llegó a una situación en donde la inflación vuelve a ser un problema. Y es que tal y como explicó para Bloomberg el economista y profesor universitario, Daniel Cadenas, Venezuela no saldrá de una inflación anualizada menor de 100% sin un cambio real de políticas económicas.

“Venezuela técnicamente ha salido de la hiperinflación, pero está atrapada en altas tasas mensuales de inflación. No veremos menos del 100% de inflación anualizada a menos que haya un cambio en la política económica”.

La realidad es que Venezuela sigue en crisis por más que haya ciertas mejoras. La economía aún no está ni a niveles cercanos a lo que llegó a estar en 2012 y hay mucho camino por recorrer para que esto suceda.

Un ejemplo claro de esto lo reportó BeInCrypto este lunes 31 de octubre cuando un grupo de empresarios y economistas alertaron que la cartera de créditos era insuficiente para activar a la economía nacional. Esto, sumado a la crisis de servicios, crea un escenario perfecto para que los problemas sigan surgiendo en el país de la arepa.