El cripto arte ha evolucionado a marchas forzadas desde la cual se está construyendo una industria sólida y con futuro, todo esto es gracias a la creación de los tokens no fungibles (NFT). Lo que empezó como un tipo de arte con una intención abierta al público siguiendo el concepto de la descentralización se está transformando en un mercado especulativo, ¿podremos volver a sus orígenes?.
¿De qué hablamos cuando hablamos de metaverso?
Tras años de exposición a pantallas, tanto en casa como en el trabajo, y como una extensión nuestra en dispositivos móviles, el mundo virtual es cada vez más familiar: jugamos, trabajamos y nos comunicamos con amigos y familia, a través de entornos virtuales.
El metaverso es una vuelta de tuerca más en esta vida dual y conectada, donde entramos y salimos de Internet sin ser conscientes, entrar en él, el metaverso, implica sumergirse de lleno en el mundo digital, conectarse a un nivel superior, donde cedemos temporalmente nuestro yo a un avatar que podemos recrear a nuestro antojo.
Actualmente existen varios metaversos Cryptovoxels, Decentraland, Uttopian, y en ellos podemos comprar tierras, construir cosas, crear comunidades…Nos convertimos en colonos 3.0 en esta nueva tierra prometida que es la Web3: con tecnología descentralizada, moneda virtual y una comunidad formada por avatares manejados por seres humanos.
¿Por qué el metaverso se está construyendo con NFTs?
Antes de mudarnos al metaverso estamos comprando lo que va dentro de él, desde parcelas, a ropa, y, por supuesto, arte. No es de extrañar siendo la nuestra una sociedad de consumo, y también una que necesita de aprobación social (likes) y diferenciarse de los demás a través de objetos. ¿Cómo podemos llevarnos al metaverso nuestra estética, nuestra ropa, nuestros objetos de lujo, nuestras propiedades con piscina, nuestras obras de arte? Sí, lo has adivinado: con NFTs.
La tecnología de cadena de bloques (blockchain) permite que seamos titulares de activos digitales que quedan registrados en libros contables (ledgers) visibles para todo aquél que quiera comprobarlos. Su aplicación más conocida son los tokens no fungibles o ¨nefetés”, que han permitido una revolución con la posesión de ítems digitales de todo tipo, especialmente populares los avatares coleccionables, que han permitido a famosos, influencers y criptomillonarios usar avatares como cryptopunks o bored apes en sus redes sociales, para demostrar que ellos lo valen (es fácil imaginar un metaverso donde un cierto aspecto o look demuestre que hemos pagado mucho dinero por nuestro avatar).
Los NFTs son la clave de bóveda, la piedra angular, del metaverso, o los metaversos, porque los expertos explican que no habrá uno solo, sino muchos, y que cada uno tendrá su estética, sus usos, y marcas asociadas que conseguirán hacer de él más o menos interesante para los consumidores. Lo que sí será único serán nuestros NFTs que deberán poder viajar con nosotros a cualquier metaverso para que nuestra identidad prevalezca en cualquiera de ellos, o decidamos qué NFTs nos definen mejor en cada metaverso.
La esencia del cripto arte está contaminado por el intrusismo que busca la mera especulación
Como criptoartista mi deseo es que el arte esté presente en los metaversos y contribuya a una sociedad mejor, más igualitaria, donde el arte esté accesible para la mayoría.
Pienso en plazas, y museos abiertos, donde el arte NFT se muestre de nuevas y ampliadas maneras que aprovechen el entorno digital…y que todo el mundo pueda disfrutar del arte de forma gratuita, con libertad, explorando las galerías fuera de un entorno centralizado y elitista, donde todo el mundo tenga su espacio.
He de reconocer que en mis orígenes como criptoartista me apasionaba la idea del arte descentralizado, el concepto que Vitalik Buterin creó entorno al Ethereum y los NFTs, pero por desgracia llegaron los poderes fácticos a explotar este movimiento y a convertirlo en mera especulación.
Personajes de fama mundial se han incorporado al NFT, muchos de ellos sin relación con el arte, y hemos olvidado esa magia de la descentralización para hablar meramente de cómo hacer grandes cantidades de dinero de forma rápida y sin esfuerzo. Sentimos admiración por sus grandes éxitos en las ventas sin apreciar, que de nuevo, volvemos a ser las marionetas del sistema.
¿Sigue siendo el NFT arte descentralizado?
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