ECO se suma a la creciente lista de criptomonedas ecológicas que pueblan el espacio cripto. Se trata del token nativo de EcoCoin, proyecto dirigido a una comunidad preocupada por el medioambiente e interesada en sistemas económicos ecosustentables.
La comunidad de EcoCoin obtiene tokens del proyecto de diversas formas, aunque el común denominador es el estilo de vida sostenible. Los holders de ECO son usuarios que valoran la dieta vegana, utilizan medios de transportes ecológicos y consumen energías renovables.
¿Qué es EcoCoin?
EcoCoin es un proyecto neerlandés lanzado en 2015. En poco más de un lustro, el proyecto ha conseguido llamar la atención de grandes empresas vinculadas a sectores con un impacto directo en el medioambiente, tales como Booking y L’Oréal.
También cuenta con colaboradores institucionales de Países Bajos, destacando la Universidad de Róterdam y el ayuntamiento de Ámsterdam. Incluso ha colaborado con festivales internacionales de la talla del DGTL, celebrado en cerca de una docena de ciudades en todo el mundo.
Estas asociaciones tienen como objetivo desarrollar hábitos de consumo con un impacto medioambiental bajo. Por supuesto, la intención es que la comunidad utilice el token ECO a la hora de pagar por productos y servicios de estas marcas, comprometidas con el desarrollo de iniciativas ecológicas.
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Más allá del uso de los ECO, el espíritu ecologista del proyecto reside en el respaldo mismo de los tokens: árboles. Cada ECO está respaldado por un árbol. El argumento de EcoCoin es simple y directo: “cuando cortas un árbol, ganas dinero con la madera; cuando plantas un árbol, creas valor, pero no te pagan”.
Sin duda, se trata de un activo de respaldo totalmente ecológico, convirtiendo el token ECO en una “criptomoneda viva” cuyo valor depende de la integridad de los árboles añadidos al sistema. Por la misma razón, la esperanza de vida del árbol que respalda cada token marca su revalorización y devaluación.
Habría que obviar el efecto de la especulación de los inversores y traders, pero no es una cuestión que, con un suministro de 1.1 millones de unidades y un precio de apenas 0.006 dólares, deba preocupar actualmente.
¿Cuáles son los casos de uso de ECO?
Según la web oficial del proyecto, ECO es un medio de intercambio para adquirir productos y servicios eco-friendly, tales como “conducir coches eléctricos durante el fin de semana, obtener descuentos o realizar donaciones a ONG”.
Los tokens se obtienen de diversas formas, incluyendo la participación en talleres sobre los retos medioambientales actuales o realizando actividades respetuosas con el medio ambiente. En este sentido, el proyecto parece seguir una filosofía Learn-to-Earn que intenta concienciar a los usuarios sobre el impacto de sus acciones en el entorno.
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El whitepaper de EcoCoin menciona diversos entornos donde podrían implementarse campañas con el token ECO:
- Festivales. Este tipo de eventos es perfecto para poner en práctica la filosofía del proyecto en relación con la comida, la energía, los utensilios desechables y las actividades lúdicas en general. Por ejemplo, se puede usar ECO para evitar que los recipientes de plástico terminen en el suelo.
- Oficinas. Los horarios en oficinas ocupan gran parte del día. Se trata de otra oportunidad excelente para reforzar hábitos ecológicos, incentivando el uso de medios de transporte verdes, por ejemplo.
- Hoteles. Los alojamientos pueden ofrecer ECO para ser utilizados en una red de hoteles, dando forma a un ecosistema que involucre a negocios locales comprometidos con la protección del medio ambiente.
- Universidades. ECO puede ser un buen medio para concienciar a los estudiantes y fomentar la participación en actividades verdes. El token puede ofrecerse por asistir a clases y talleres relacionados con la protección del medio ambiente.
¿Cómo funciona EcoCoin?
ECO es un token a medio camino entre las stablecoins y las criptomonedas. Es decir, el objetivo es que su valor sea estable (huyendo de la volatilidad propia de las altcoins y Bitcoin), pero manteniendo un alto grado de usabilidad, transparencia y descentralización.
La infraestructura diseñada para dar vida al proyecto es simple. Se sustenta en cuatro pilares que implican la participación de instituciones, entidades y empresas como motor principal:
- Una entidad, organización o empresa interesada en el proyecto compra tokens, que son emitidos por la fundación ECO.
- Los ECO recibidos se usan en campañas que implican acciones ecosustentables.
- Los usuarios que ganan ECO en estas campañas pueden canjear sus tokens por productos y servicios a través del marketplace.
- Los proveedores pueden gastar los ECO, intercambiarlos o destinarlos a campañas publicitarias en el ecosistema.
EcoCoin: Conclusión
EcoCoin es un proyecto con una idea original que fusiona la tokenización con la ecología. La propuesta del equipo liderado por Koert Van Mensvoort pretende depositar el valor del token nativo en el proceso evolutivo de un activo natural de gran valor: los árboles.
Según los cálculos del proyecto, un árbol de 100 años representaría la totalidad de un ECO, por lo que estaríamos hablando de tokens que nacen, crecen y mueren (en consonancia con el ciclo vital de los árboles que los respaldan). ECO es un “token vivo” con múltiples casos de uso, destacando su utilidad como incentivo medioambiental a la hora de pagar por bienes y servicios.
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