Chile enfrenta el problema global del fenómeno inflacionario, aunado a una caída en la producción nacional y una débil divisa en el mercado cambiario. Como respuesta el Gobierno ha pasado a soportar la política monetaria del Banco Central con una política fiscal basada en subsidios y ayuda económica.
Chile ha sido uno de los países más afectados por la crisis internacional. El actual Gobierno de Gabriel Boric se enfrenta a dos grandes problemas con una misma raíz; por un lado, la constante inflación en el país dificulta que se estimule la economía, por otra parte, el moneda de curso legal; el peso chileno, ha sufrido un desplome en el mercado de divisas.
Chile es el mayor productor mundial de cobre, sin embargo, tal industria se muestra entre las más afectadas por el fenómeno inflacionario a nivel global. Por si fuera poco, el Gobierno actual padece de dificultades para incrementar los ingresos fiscales para compensar el gasto público.
Respuesta monetaria y fiscal a la inflación
Dado el mal clima actual-en el que varias economías corren el riesgo de deprimirse-, el Gobierno ha anunciado, una extensión de ayudas y subsidios como nuevo elemento de su programa anti-inflacionario. El programa está acompañado por la política del Banco Central, que aumentó en 75 puntos base la Tasa de Política Monetaria para llevarla a un 9%, su valor más alto en dos décadas, en un intento por frenar la escalada de los precios internos.
Con respecto al subsidio, se anunció un “Bono Invierno” equivalente a 120,000 pesos chilenos, el equivalente a unos 120 dólares por persona a unas 4 millones de familias pertenecientes al 60% más vulnerable del país, sujeto al cumplimiento de otras condiciones socioeconómicas.
Si bien, la mayoría de países de América Latina experimentan tasas de inflación elevadas, en parte producto del conflicto internacional entre Rusia y Ucrania. Chile parece tener sus propios problemas internos, siendo uno de los países de Sudamérica con una mayor constancia en cuanto a incremento en el índice de precios al consumidos (IPC).
Como consecuencia de ello, la inflación ya ha llegado a un 6,1% en 2022 y roza el 11,5% en los últimos 12 meses. Este representa su mayor nivel desde julio de 1994, es decir, hace tres décadas. Chile ya tiene un pronóstico de crecimiento no mayor al 2% para fin de año, razón por la que los formuladores de política deben ser cuidadosos de no afectar aún más la producción nacional.
Reacciones del presidente de Chile
La inflación y la tendencia dominante del dólar, afectan constantemente la divisa chilena, lo que debilita la posición de Chile en el comercio internacional. De acuerdo a Reuters; el presidente Gabriel Boric calificó de “tremendamente preocupante” la reciente alza del dólar, lo que atribuyó a la debilidad del precio del cobre, pero también a factores internos como la incertidumbre de cara al plebiscito sobre una nueva constitución.
“La incertidumbre sin lugar a dudas contribuye y por eso es importante que los diferentes actores políticos demos señales de certidumbre y que acá nos vamos a poner de acuerdo”.
El día de hoy Boric comentó en su cuenta oficial de Twitter acerca de la inflación en Chile, calificándola como una “presión extra para las familias”, a la vez que agregó que se estaban haciendo “todos los esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de las personas”.
“El alza del costo de la vida ha puesto una presión extra en las familias, haciendo mucho más difícil sobrellevar el invierno. Como Gobierno no somos indiferentes ante esto y estamos haciendo todos los esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de las personas en nuestro país.”
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