Después de casi 80 años, la divisa estadounidense sigue ocupando una posición hegemónica en el sistema monetario. El dólar representa en torno al 60% de todas las reservas oficiales de divisas en manos de gobiernos y bancos centrales. Además, cerca de la mitad de todos los préstamos y bonos internacionales están denominados en dólares y más del 40% del comercio internacional emplean los billetes verdes del Tío Sam. Pero esta situación parece que está cambiando después de las últimas crisis económicas. La desdolarización es el nuevo capítulo… una nueva orden mundial se está creando.
Parece que Estados Unidos podría empezar a pagar el exceso de uso de su máquina de imprimir dólares y la crisis inflacionaria que han provocado en todo el resto del mundo. Esta columna de opinión es una continuación del artículo: La desdolarización creará una nueva orden mundial: BRICS como catalizador del cambio.
Los CBDC cambiará la dinámica de la política monetaria
Pero ¿podrían los BRICS llegar a desdolarizar el sistema financiero global? En el corto plazo no, como indicábamos anteriormente.
Inclusive, encontramos en este bloque económico un excesivo peso de China. Su presencia tan notoria llevaría a una hipotética cesta de divisas a tener una dependencia muy elevada del yuan. Además, en el caso de las transacciones internacionales específicamente del yuan digital, una moneda digital de las denominadas central bank digital currencies (CBDC).
Pero, ¿qué es un CBDC?
Las central bank digital currencies (CBDC) es dinero digital de curso legal, emitido y respaldado por el banco central de un país. A diferencia de bitcoin, son emitidas y respaldadas por una entidad centralizadora, siendo reguladas directamente por un gobierno.
Son dos los aspectos principales que definen las CBDCs: su carácter digital y la posibilidad de que el rango de agentes que tienen acceso al pasivo del banco central sea más amplio.
Así, la CBDC constituiría una tercera forma de dinero de banco central, junto con el efectivo (físico, no digital) y las reservas (digital, pero cuyo acceso está limitado a las entidades de crédito). La masa monetaria de la economía se completaría con el dinero de banco comercial en forma de depósitos bancarios, principalmente, que constituye el grueso de lo que consideramos dinero.
Los CBDC cambiarán el sistema actual de la banca fraccional
Algunas teorías plantean la posibilidad de emitir una CBDC, para el público en general, como alternativa a los depósitos bancarios. El objetivo final de eliminar el modelo de banca fraccional vigente y con ello la recurrencia de sufrir crisis bancarias.
Los bancos no podrían emitir dinero comercial (es decir, los depósitos tendrían que estar respaldados al 100% por reservas). Solo podrían conceder créditos si tuviesen beneficios retenidos o financiación específica que los respaldasen. Este tipo de proposiciones implicarían un cambio radical del sistema financiero tal como lo concebimos actualmente. Oficialmente, estos postulados no están siendo considerados por ningún banco central.
Por otra parte, encontramos tres tipos de modelos de CBDC a considerar por los bancos centrales:
- La CBDC cash-like, para favorecer la inclusión financiera o como complemento del efectivo en aquellos países en los que su empleo esté en declive;
- La CBDC wholesale, para mejorar los sistemas de pago mayoristas;
- La CBDC x-border, para hacer más eficientes los sistemas transfronterizos.
Lo cierto es que los bancos centrales buscan emitir sus propias monedas digitales con el objetivo de mejorar el sistema de pagos. Especialmente dado el incremento de los pagos electrónicos y el descenso del empleo del efectivo. Sin embargo también porque la creación de instrumentos electrónicos de pago privados no regulados, como las stablecoins, pueden poner en riesgo la estabilidad financiera.
Las CBDC podrían jugar un papel relevante en la desdolarización
El Fondo Monetario Internacional (FMI) destaca el interés mundial sin precedentes por las CBDC. Como indica el subdirector gerente del citado organismo, Bo Li, más de 40 países se habían acercado al FMI para solicitar asistencia en el campo de las monedas digitales. En los últimos dos años, el FMI ha comenzado a colaborar con casi 30 países en asuntos relacionados con CBDC. Parece ser que las CBDCs también han venido para quedarse.
Es cada vez mayor el número bancos centrales en todo el mundo que están trabajando en la creación de una CBDC. Por ejemplo, la CBDC del banco central de las Bahamas, denominado Sand Dollar. Fue la primera moneda digital respaldada por un Estado en el mundo, lanzándose oficialmente el 20 de octubre de 2020.
Actualmente, entre las CBDCs, destacamos el euro digital, el dólar digital y por supuesto, la que lleva más recorrido realizado, el yuan digital antes mencionado.
El caso del euro digital está en fase de investigación. El proyecto comenzó en octubre de 2021 y se estima que dure hasta octubre de 2023, fecha clave para su toma de decisión por parte del BCE. El euro digital ofrecería un medio de pago electrónico que cualquier persona podría utilizar en la zona del euro.
En relación al dólar digital, recibió un impulso tras el apoyo regulatorio de la administración de Joe Biden para crear políticas sobre los activos digitales. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York junto a varias compañías financieras de Estados Unidos anunciaron en noviembre de 2022 el primer proyecto de prueba de concepto del dólar digital.
Los gigantes bancarios BNY Mellon, Citi, HSBC, Mastercard, PNC Bank, TD Bank, Truist, US Bank y Wells Fargo fueron los primeros en participar en la primera prueba del dólar digital, con la atenta supervisión de esta Reserva Federal. La llegada del dólar digital podría:
- Acelerar las transacciones
- Crear oportunidades para mejorar los acuerdos financieros
- Fomentar el acceso al sistema financiero
- Proteger la estabilidad financiera de los usuarios.
La CBDC de China es la más avanzada
Nadie es ajeno a los avances de la moneda china en materia de digitalización. Su proyecto de CBDC es posiblemente el más avanzado de todos, permitiendo un método de pagos fuera del control de la economía y de los reguladores estadounidenses. Recordemos que China es la segunda economía mundial y quiere reducir su dependencia de Estados Unidos.
A medida que consiga el objetivo de que su divisa digital sea más aceptada en transacciones comerciales se reducirá la necesidad de mantener dólares como reservas en sus divisas extranjeras. Además, el yuan digital tendrá la capacidad de activar y desactivar su propia divisa a voluntad del consumo o gasto necesario establecido.
De ese modo se lograría impactar en los mercados de divisas para devaluar o incrementar el valor de esta CBDC a la carta. Esto permitiría que esa reserva de valor pueda ser más efectiva que otras divisas, incluyendo el dólar estadounidense.
¿Son las CBDC una amenaza real para la privacidad de los ciudadanos?
Una vez definido y analizado con detalle las CBDCs, nos surge la duda si los gobiernos podrían controlarnos a través de estas. Para empezar, una de las principales preocupaciones que tienen los ciudadanos con las CBDC es la privacidad.
Sobretodo al tratarse de un dinero programable, los bancos tendrán tener acceso a todas las transacciones de los usuarios. Esto se debe a que las transacciones tendrán lugar sobre un ledger distribuido, por lo que quedará constancia de cada una. Si es así, este método permitiría una grave violación del anonimato y la privacidad, chocando frontalmente con lo que entendemos por criptomoneda.
Otra importante preocupación es que las CBDC pueden crear un sistema de crédito social. Esto se traduciría en que el gobierno podría impedir que utilices ese dinero, por ejemplo, en el transporte público, aislándote y limitando tu libertad de movimiento.
Por ejemplo, el gobierno chino ha introducido uno de estos mecanismos de control en su e-Cny: una fecha de caducidad. De esta forma, los ciudadanos deberán gastar sus yuanes digitales antes de cierta fecha o estos desaparecerán de sus billeteras. Al programar el dinero para que desaparezca, los gobiernos pueden controlar el gasto de los ciudadanos y, lo más importante, el ahorro.
Las CBDC también abren las puertas a nuevas políticas monetarias, al mismo tiempo, que les permitiría controlar el gasto. Por ejemplo, los gobiernos podrían aplicar tipos de interés negativos con solo reducir los saldos en las cuentas de CBDC de los ciudadanos. Por ejemplo, bastaría con el que Banco Central Europeo amenazara a los ciudadanos con “quitarles el dinero de sus cuentas” para que la gente comience a gastarlo.
Fundamentalmente, las CBDC podrían dar pie a una nueva política monetaria en el que el gobierno sería el propietario real del dinero de los ciudadanos. Los derechos de propiedad de la persona quedarían sujetos al “bien público” y a la necesidad de “administrar la economía nacional”.
Las CBDC como el remedio a todos los males de la humanidad
Los gobiernos ya están ofreciéndonos los CBDCs como único remedio a todos los males de la humanidad. Especialmente en medio del actual caos económico y financiero en la que el mundo está inmerso. Todo será por nuestro bien, pero a cambio, realmente, de nuestra libertad. Un claro gesto de tiranía.
Tenemos que recordar que el único derecho fundamental del que los ciudadanos debemos exigir su total ejercicio es la libertad. La libertad individual de mantener nuestra privacidad más absoluta.
Para finalizar y como nos indica la entidad Global Blockchain Business Council (GBBC), la batalla en serio entre CBDCs, criptomonedas y stablecoins acaba de empezar.
Los mercados, los gobiernos y las personas serán quienes decidan cuál es la ganadora. Pero eso solo sucederá cuando las veamos desarrollarse en el mundo real. La experiencia del Sand Dollar en Bahamas, el eNaira en Nigeria, el e-Krona en Suecia o el yuan digital en China nos indican la importancia del nuevo dinero en la economía y las finanzas mundiales. Lo cierto es quién primero tome posiciones será quién más probabilidades tenga de transformar la economía mundial.
Sobre el autor: Ismael Santiago
Profesor doctor de Finanzas e investigador en Universidad de Sevilla. Colaborador en diversos medios internacionales especializados en Finanzas, Criptoeconomía y Geopolítica. Coordinador de proyectos DLT/Blockchain de I+D+i en el ámbito DeFi, Refi, DeEn, Healthtech y Agtech. Escritor de los libros: NFT Y METAVERSO. La Economía Intangible”, “Introducción al Blockchain y las Criptomonedas (3ª edición)” y “La Nueva Economía Blockchain (3ª edición)”.
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