La inflación en China avanza poco a poco; el índice de precios al consumidor (IPC) de China aumentó un 2,7 % en julio respecto al año anterior, frente a un aumento del 2,5 % en junio. El índice de precios al productor (IPP),que refleja los precios que las fábricas cobran a los mayoristas por los productos, aumentó un 4,2 % en julio, frente a un aumento del 6,1 % en junio.
El índice de precios al consumidor de China alcanzó su valor máximo de dos años en julio. La inesperada subida se vio acompañada por un incremento sorprendente en los precios de la carne de cerdo (componente de la canasta básica de China), según datos oficiales publicados el miércoles.
Los precios de la carne de cerdo, un alimento básico en China, aumentaron un 20,2% en julio respecto al año anterior. Este es apenas el primer aumento desde septiembre de 2020, por lo que representa un cambio brusco y difícil de ajustar para el ingreso per cápita de los consumidores.
De hecho, los precios de la carne de cerdo registraron su mayor aumento mensual registrado en la historia: un 25,6%. La renuencia de los agricultores a vender, con la esperanza de obtener precios más altos en el futuro, se atribuye como causa del fenómeno.
Volviendo a la inflación; a pesar de alcanzar su nivel más alto en dos años el mes pasado, es poco probable que la inflación de China supere la cifra fijada por el gobierno, ya que la estabilización de los precios del cerdo y el impulso de crecimiento implementado en los últimos meses sugieren que China aún tiene un “potencial de crecimiento adicional” para compensar la subida de precios. Esto es así al menos, según lo declarado dijeron los analistas locales.
La batalla contra la inflación
El índice de precios al consumidor (IPC) de China aumentó un 2,7 por ciento en julio respecto al año anterior, frente al 2,5 por ciento de junio, dijo el miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS, por sus siglas en inglés).
La lectura estuvo por debajo de las expectativas, que habían pronosticado un aumento más cercano al objetivo de inflación de Beijing de “alrededor del 3 por ciento” para todo 2022, pero aún así fue el crecimiento más fuerte desde que también alcanzó el 2,7 por ciento en julio de 2020.
El índice de precios al productor (PPI, por sus siglas en inglés), que refleja los precios que las fábricas cobran a los mayoristas por los productos, tampoco cumplió con las expectativas después de desacelerarse por noveno mes consecutivo a un crecimiento interanual del 4,2 % en julio, frente a un aumento del 6,1 %. en junio.
Algunos como Huang Zichun, economista de China para Capital Economics, son más positivos al respecto, y declaran que lo peor ya ha pasado, por lo que solo sería cuestión de tiempo hasta que las medidas del Gobierno chino y los cambios en los precios de materias primas surtan efecto.
“Creemos que la inflación en las fábricas se mantendrá en una trayectoria descendente durante el resto del año en medio de una nueva caída en los precios de las materias primas, el alivio de los cuellos de botella en el suministro y una base de comparación más alta”.
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