Forbes entrevistó hace poco a Charles Hoskinson, leyenda de las criptomonedas, y le preguntó sobre los fundamentos teóricos de las criptomonedas y cómo su rápida evolución se relaciona con la historia de las matemáticas y la informática.
Charles Hoskinson comenzó su carrera como matemático e ingresó al sector de las criptomonedas en 2013 con Bitcoin Education Project. Se lanzó como una escuela online e hizo que Hoskinson conociese a Vitalik Buterin; más tarde se convertiría en uno de los ocho fundadores de Ethereum.
Después de los desacuerdos respecto a una controvertida actualización en 2016, Ethereum se dividió en dos con la creación de Ethereum Classic, con Hoskinson como partidario vocal. En 2021, la atención de Hoskinson se ha desviado hacia Cardano, una plataforma pública de blockchain lanzada en 2017. Hoskinson espera competir con Ethereum y, finalmente, superarlo.
La importancia de la interoperabilidad
A medida que más y más consumidores se mueven hacia las blockchains como una opción segura y confiable, surgen problemas con la cohesión. Durante los últimos años, innumerables proyectos se han basado en varias blockchains y cada una utiliza pagos, plataformas y soluciones de almacenamiento de datos especializadas. Cada uno tiene una gobernanza única y se rige por sus propias reglas.
Como resultado, cada blockchain difiere de la siguiente, lo que significa que no existen estándares universales para el desarrollo de las blockchains. El paisaje es heterogéneo, lo que dificulta operar en silos y realizar su potencial al mismo tiempo.
Forbes preguntó a Hoskinson sobre este mismo tema, preguntándole sobre la mejor ruta para encontrar el equilibrio en las blockchains. Hoskinson respondió lo siguiente:
“Lo que hace es centrarse en la capacidad de mover información, valor e identidad entre cadenas, y luego se deja que los mercados decidan dónde van a vivir las cosas. Es gracioso, todo el mundo quiere ser de código abierto hasta que se arrepienten”.
Hoskinson también dijo que cree que dentro de tres o cinco años la industria convergerá en lo que él llama un “movimiento Wi-Fi”. Dicho movimiento permitiría a los usuarios, sin importar en qué ecosistema se encuentren, migrar de un sistema a otro.
Hoskinson lo ve como una carrera hacia abajo y los ganadores serán aquellos que reduzcan los costes operativos. La creencia es que los usuarios acudirán en masa a las aplicaciones en las que es más barato operar con blockchain.
El futuro de Cardano
Hoskinson, además de muchas otras cosas, fundó Cardano. La plataforma de blockchain se lanzó en 2017 y su token ADA se ha convertido en la sexta criptomoneda más grande por capitalización de mercado.
En un principio, el plan de cinco años de Cardano que comenzó en 2015 debería de haber terminado en 2020. Aunque no se cumplió ese plazo, Hoskinson se mantuvo optimista sobre el progreso que ha logrado su equipo.
“Está claro que soy una persona muy optimista y tiendo a subestimar la ingeniería y la complejidad científica, por lo que no alcanzamos ese hito. 2021 es un año de reserva, en el que estamos trabajando juntos y poniendo en marcha todas las cosas con las que soñamos durante los últimos cinco años”.
Los contratos inteligentes, la emisión de tokens y el stack de gobernanza se mencionan junto con la descentralización total como los próximos objetivos de Cardano. Con más de 10.000 tokens emitidos en un solo mes y con los contratos inteligentes a la vuelta de la esquina, Hoskinson espera que haya posicionado bien a su empresa para alcanzar esos objetivos y más.
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