La inflación sigue su curso y los bancos centrales del mundo mantienen su lucha contra ella. Pero si hay uno que está comenzando una política aguerrida para controlar y bajar la inflación, es el Banco Central Europeo (ECB por sus siglas en ingles).
El organismo comandado por Christine Lagarde estaba rezagado con respecto a sus pares del mundo en lo que a tomar medidas correspondientes a la tasa de interés se refiere, esto producto de lo complicada que suele ser la toma de medidas en Europa. Pero ante el aumento de la inflación en el viejo continente, las cosas han cambiado.
Primero, en julio aumentaron en unos 50 puntos básicos las tasas de interés, siendo este el mayor aumento realizado por el ECB desde el año 2000 y la medida que acabaría con una política de tasas de interés negativa.
Y ahora, vuelven a romper récords aumentando en unos 75 puntos básicos a las tasas de interés, el mayor aumento desde el año 1999. Llevándolas a estar en 0.75%, acercándose así a la vía que está marcando la Reserva Federal desde hace unos meses.
Este aumento llega justo cuando la inflación en la zona euro alcanzó el 9.1%, y las tenciones por la crisis energética aumentan.
Hay que recordar que nada más en el mes de agosto se registraron los precios de energía más altos del año. Y a causa de la guerra en Ucrania, se espera un invierno complicado.
La lucha del Banco Central Europeo (ECB) contra la inflación
Ante esta crisis, en un comunicado del ECB se mantiene que el objetivo es controlar y reducir la inflación hasta el 2%, asegurando que en los próximos meses podrían venir más aumentos de estas tasas para lograr cumplir este objetivo.
“Este importante paso adelanta la transición desde el nivel predominantemente acomodaticio de las tasas oficiales hacia niveles que garantizarán el regreso oportuno de la inflación al objetivo a mediano plazo del 2% del BCE. Durante las próximas reuniones, el Consejo de Gobierno espera aumentar aún más las tasas de interés”.
Lo mismo piensa Lagarde, quien tras el aumento de las tasas dio una rueda de prensa en la que aseguró que el banco está en pleno proceso de revertir ciertas medidas. Esto, al tomar acciones para acabar con la crisis inflacionaria actual.
“Había que tomar medidas decisivas. Para aquellos que repiten constantemente que el Banco Central Europeo se está quedando atrás, sostengo que estamos en un viaje que comenzó en diciembre cuando decidimos poner fin a las compras de activos bajo el PEPP. Y ahora a continuar nuestro camino de normalización con el ejercicio de carga frontal”.
Ahora bien, la situación parece mucho más complicada de lo que parece. Ya que la crisis energética ya no depende de las tasas de interés, sino de lo que ocurra en el conflicto entre Ucrania y Rusia.
Y es que los precios de la energía dependen exclusivamente de la oferta que haya en el mercado que, en estos momentos y con las amenazas rusas de disminuir el suministro de gas a Europa, está en su punto más bajo, aumentando así los precios de esta.
Aún así, se espera que el aumento de tasas se siga dando. Desde Bloomberg se pronostica que el ECB podría cerrar el año con unas tasas en 1.5%, lo que sería el doble de lo que están actualmente.
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