HSBC estimó que el Banco Central Europeo dejará de efectuar incrementos en las tasas de interés a finales de 2022. El banco considera que para finales del año, la economía de la eurozona habrá entrado en una recesión debido a la reducción del consumo y espera que el nivel de precios se estabilice sin necesidad de una intervención adicional por parte de la autoridad monetaria.
El Banco Central Europeo (BCE) dejaría de subir las tasas de interés después de fines de 2022. Esto de acuerdo con los pronósticos del gigante financiero HSBC. La entidad espera que para esa fecha, la recesión en la zona del euro y la disminución de las presiones sobre los precios frenarán el endurecimiento de la política monetaria.
En otras palabras, la economía de la eurozona se “enfriaría” para finales de año. Según informó Bloomberg; los recortes en el suministro de gas natural ruso y los aumentos resultantes en los costos de la energía impulsarán la inflación a cerca de un 10%, terminando consecuentemente en una recesión.
Dicha recesión surgiría más debido a la reducción de los ingresos (y por consiguiente del consumo), que por las políticas implementadas por el BCE. De acuerdo con los analistas de HSBC, la reducción de los ingresos de los hogares hará que la recesión sea “probablemente inevitable”.
“Para el primer trimestre del próximo año, a medida que el impacto de la recesión que ahora pronosticamos se vuelve cada vez más evidente y la inflación comienza a caer, creemos que el ciclo de ajuste habrá terminado y ya no esperamos ningún aumento de tasas en 2023”.
El BCE aumentaría las tasas en 50 puntos básicos en septiembre, con el riesgo de un paso más alto de 75 puntos básicos, seguido de aumentos de 25 puntos básicos en octubre y diciembre. HSBC había estimado aumentos hasta marzo de 2023, sin embargo, considerando el panorama actual, el banco apuesta por que los incrementos no pasarán de 2022.
El dilema del Banco Central Europeo
El pasado 1 de Julio, el BCE sorprendió al mundo con su anuncio, La Eurozona alcanzó el nivel de inflación más alto jamás registrado desde que adoptó el Euro. La única vez relevante, que estos países tuvieron una inflación similar, fue hace 25 años en 1997, es decir, dos años antes del lanzamiento del euro.
En vista de esto, la entidad se vio envuelta en una fuerte presión por incrementar las tasas de interés.
Finalmente, el Banco Central Europeo aumentó sus tasas de interés en unos 50 puntos básicos, siendo esta la primera subida en 11 años y la más alta desde el año 2000. Esta medida acabó con un experimento que tenía a las tasas de interés europeas por debajo de 0 e inició un proceso en el que el BCE espera normalizar sus tasas en las próximas sesiones.
“La distribución anticipada de la salida de los tipos de interés negativos permite al Consejo de Gobierno hacer una transición a un enfoque reunión por reunión para las decisiones sobre tipos de interés”.
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