Con el objetivo de aumentar la liquidación de las exportaciones de la soja y sus derivados, Argentina volvió a recurrir a una cotización atractiva para los productores del sector. Ocurre que la brecha entre la cotización oficial del dólar (218 pesos argentinos por cada billete verde) y la paralela (392 pesos) es casi del 100%. Esto lleva a la reticencia de quienes esperan a tener una mejor paga por sus productos.
El Gobierno, ávido de dólares ante la necesidad de incrementar sus reservas, volvió a proponerles un mejor cambio. Por esa razón, el ministro de Economía, Sergio Massa, presentó el nuevo esquema del “dólar agro”. No es la primera vez, más bien se trata de la tercera versión de un programa que también contempla economía regionales, con un dólar a 300 pesos.
El paquete de medidas se instrumentará a través de tres decretos presidenciales. La cotización especial se extenderá del 8 de abril hasta el 31 de mayo. El tipo de cambio preferencial podrá ser utilizado para exportar tanto por las cerealeras como por las economías regionales.
El Jefe de Hacienda explicó las razones centrales de estos anuncios, enfatizando en los problemas provocados por la sequía que atraviesa su país:
“Nos toca enfrentar la peor sequía de la historia argentina. Cuando uno mira los registros, encuentra los últimos registros en 1922 y no encuentra desde el punto de vista del impacto climático y productivo comparativos que nos puedan mostrar situaciones similares a la que estamos viviendo. Aunque hemos adoptado varias políticas de asistencia en el pasado, muchas veces la ayuda no llega”.
De acuerdo con el anuncio oficial, desde el 6 de abril se incorporarán una a una a las economías regionales. Para participar deben cumplir con las tres condiciones que pide el programa:
- Participar del programa de precios
- Mantener empleo y garantizar volumen
- Abastecimiento de los productos que se comprometen en el programa de precios
En el caso de las empresas que no han cumplido con la liquidación de los dólares que exportaron, se activará un mecanismo de suspensión del CUIT. Esto suceder una vez vencidos los plazos establecidos en el decreto.
Reacción positiva y expectativas de más dólares
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) entidades que representan el 48% de las exportaciones argentinas, marcaron una expectativa positiva. A su entender, en las próximas siete semanas podría haber “un ingreso de divisas estimado en 5 mil millones de dólares”.
El presidente de CIARA-CEC, Gustavo Idígoras, pidió que la mejora en la cotización quede de forma permanente:
“Esta medida es un reconocimiento de la necesidad de tener un tipo de cambio competitivo y único. Nos gustaría que se mantenga de manera permanente. Esta campaña está severamente afectada por la sequía, por lo que los productores y la industria estamos sufriendo consecuencias económicas muy duras”.
A todo esto, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, proyectó que las exportaciones de las economías regionales podrían aumentar entre un 25 y 30%:
“Esperamos tener un ingreso importante. Entendemos que entre los dos ejes que tiene el decreto va a haber una recomposición importante de los ingresos del estado, un mejoramiento de los dólares del Banco Central y, también, la mejor recaudación nos va a permitir llevar adelante mas programas que atiendan a los productores en sequía”.
El FMI bajó su exigencia sobre las reservas argentinas
La razón más importante de este tipo de determinaciones es el nivel de reservas con el que cuenta Argentina. El directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo el objetivo de acumulación fines de este año a 8 mil millones de dólares. Originalmente se había estipulado en 9,800.
La corrección de este objetivo fue parte de la cuarta revisión del programa que el organismo tiene con el país sudamericano. Con esta novedad, el Gobierno argentino debería aspirar a contabilizar 10,300 millones de dólares como reservas netas en el BCRA para fines de diciembre, ya que al objetivo acumulado se suman los 2,300 millones de dólares de reservas a fines de 2021.
Tanto el denominado “dólar agro” como el proyecto Monotech apuntan hacia un objetivo fundamental: conseguir dólares para robustecer las reservas y cumplir con las exigencias del FMI.
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