Un informe reciente de Coinbase sostiene que las políticas del gobierno de Estados Unidos para activar las stablecoins están diseñadas principalmente para reforzar la hegemonía global del dólar, por lo que sirven a ese objetivo más que a fines puramente internos.
El informe cuestiona la idea de que las stablecoins amenacen las funciones de depósitos y préstamos de la banca comercial, y recalca la necesidad de entender la demanda y los patrones de uso de los usuarios.
SponsoredStablecoins: desmontando el mito del “asesino de bancos”
El jueves, Faryar Shirzad, director de políticas de Coinbase, señaló en su cuenta de X que “La narrativa de que ‘las stablecoins destruirán el crédito bancario’ ignora la realidad”.
Explicó que la demanda de stablecoins proviene mayoritariamente fuera de Estados Unidos, lo que, en la práctica, amplía el dominio global del dólar. Shirzad trazó un paralelismo histórico y señaló que surgieron preocupaciones similares con la aparición de los fondos del mercado monetario (MMF).
“Las stablecoins están haciendo por los pagos lo que los fondos del mercado monetario hicieron por el ahorro: forzar la innovación mediante la competencia”, argumentó Shirzad. “Las transacciones más rápidas, baratas y programables no son una amenaza—son un progreso que ya llegaba tarde”.
Las instituciones financieras de Wall Street han presionado recientemente por regulaciones adicionales sobre las stablecoins, en particular en lo relativo al pago de intereses. La GENIUS Act, promulgada en julio, prohíbe el pago de intereses en las stablecoins orientadas a pagos.
Sin embargo, estos activos fuera de contextos de pago directo aún pueden generar rendimiento a través de plataformas DeFi o CeFi.
SponsoredLos grupos de interés bancario, incluida la American Bankers Association, el Bank Policy Institute y la Consumer Bankers Association, han expresado su preocupación de que estos desarrollos puedan provocar una salida de depósitos bancarios.
La preocupación por una salida masiva de depósitos no es el problema
Un estudio del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de abril estimó una posible salida masiva de depósitos. En concreto, el estudio concluyó que el sistema bancario podría perder hasta 6,6 billones de dólares si las stablecoins permitieran pagos de intereses universales.
Sin embargo, el informe de Coinbase afirma que estos argumentos pasan por alto los casos de uso reales de las stablecoins. Según Coinbase, la mayor parte de la demanda de estas monedas estables proviene de usuarios internacionales que buscan “exposición al dólar”.
En economías emergentes, las stablecoins se utilizan como un “medio práctico de acceso al dólar”. Esto se hace para contrarrestar la depreciación de las monedas locales o compensar una infraestructura financiera insuficiente.
El informe también reveló que aproximadamente dos tercios de todas las transferencias de stablecoins ocurren dentro de las finanzas descentralizadas (DeFi) y de plataformas basadas en blockchain.
“Las stablecoins son un elemento central de una nueva infraestructura financiera que funciona en paralelo, pero de manera independiente, al sistema bancario actual de Estados Unidos”, sentenció Coinbase.
Shirzad reiteró su postura y subrayó: “Aunque los bancos podrían mejorar sus servicios con stablecoins, tratar a las stablecoins como una amenaza es malinterpretar el momento”. Concluyó que estos activos “fortalecen el papel global del dólar y desbloquean ventajas competitivas que Estados Unidos no debería limitar”.