A medida que la capitalización de mercado de las stablecoins superó los 100 mil millones de dólares el pasado mes de mayo, los reguladores están cada vez más preocupados por los riesgos que representan.
Las stablecoins generalmente se consideran mucho más seguras que las criptomonedas típicas. Esto se debe a que suelen tener un precio fijo por estar respaldados por activos físicos.
Sin embargo, su creciente uso tiene a los reguladores preocupados por los riesgos que plantean. Esta preocupación se extiende no solo a los inversores, sino también a la estabilidad del sistema financiero.
Lev Menand, miembro académico de la Facultad de Derecho de Columbia, destacó este punto en su testimonio ante un subcomité bancario del Senado la semana pasada.
Además, aunque las stablecoin suelen estar respaldadas por el dólar estadounidense, muchas nunca pasan por el sistema bancario estadounidense. Esto también ha suscitado preocupaciones sobre su posible uso con fines ilícitos, como el blanqueo de capitales.
Perspectivas sobre las stablecoins
A algunos funcionarios de la administración les preocupa que muchos inversores en stablecoins no comprendan fundamentalmente el activo.
Por ejemplo, es posible que los consumidores no sepan que el dinero guardado en stablecoins no esté protegido por la Federal Deposit Insurance Corp (Corporación Federal de Seguro de Depósitos, en español).
Esto significa que podrían perder dinero en una stablecoins sin tener ningún recurso.
La senadora estadounidense Elizabeth Warren comparó las stablecoins con los “wildcats“, que los bancos mal capitalizados emitieron en el Salvaje Oeste durante el siglo XIX.
Warren agregó que, si la Reserva Federal emitiera su propia moneda digital (CBDC), los consumidores podrían obtener los beneficios de las stablecoins sin riesgos.
El enfoque de la Fed
El presidente de la Fed, Jerome Powell, se hizo eco de este sentimiento en un discurso el mes pasado. Powell reconoció el:
“Potencial de las stablecoins para mejorar la eficiencia de los pagos, acelerar los flujos de liquidación y reducir los costos del usuario final”.
A pesar de esto, todavía carecen de la protección adecuada, añadió. La emisión de CBDC podría aprovechar estas ventajas y, al mismo tiempo, brindar la protección adecuada.
Después de este discurso, el gobernador de la Fed, Lael Brainard, advirtió que la ampliación del uso de stablecoins podría fragmentar el sistema financiero.
Esto podría aumentar los costos para los hogares y las empresas de EE. UU. Otros funcionarios de la Fed también advirtieron que, si los consumidores pierden la confianza en las stablecoins emitidas de forma privada después de que se utilicen ampliamente, podría resultar en una especie de pánico de “correr contra el banco”, amenazando la estabilidad financiera.
Mientras tanto, el Banco de la Reserva Federal de Boston planea publicar investigación y código de fuente abierta a finales de este año, demostrando tecnología que podría respaldar un dólar digital.
Durante su discurso, Powell dijo que los legisladores y el público tendrían que intervenir para que el proyecto avance. Sin embargo, este proceso podría llevar años.
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