La legalidad del proceso encargado de la recopilación de datos biométricos del proyecto Worldcoin ha sido puesta en tela de juicio. Quien ha sembrado dudas en ese terreno es el organismo de control de privacidad de Francia, CNIL. Desde esa oficina deslizaron que el proyecto del fundador de ChatGPT, Sam Altman, “parece cuestionable”.
La iniciativa fue lanzada el último lunes y cuenta con el respaldo de inversores como Andreessen Horowitz. La original propuesta pide a los usuarios que proporcionen sus escaneos de iris a cambio de una identificación digital. En algunos países la recompensa se complementar con criptomonedas gratuitas.
Los cuestionamientos de Francia al proyecto Worldcoin
El sitio web del proyecto asegura que ya cuenta con la inscripción de 2,1 millones de personas. Además, la nueva criptomoneda WLD ya está disponible. Las personas registradas ya pueden recibir estos tokens e intercambiarlos.
Frente a una consulta realizada por la agencia de noticias Reuters a CNIL, el organismo de control francés, la sospecha quedó instalada.
“La legalidad de esta colección parece cuestionable, al igual que las condiciones para almacenar datos biométricos”.
Reuters menciona que la respuesta que ha recibido por correo electrónico de parte de la CNIL afirmaba que había iniciado investigaciones en apoyo a la autoridad estatal bávara en Alemania, quien tiene la jurisdicción en este aspecto.
El planteo emanado por la autoridad francesa no es el único. BeInCrypto ha reportado acerca de la supervisión ejercida por reguladores del Reino Unido. En este caso no se aventuró alguna consideración en cuanto a la legalidad del proyecto, pero se dejó en claro que sería objeto de controles. El enfoque de los reguladores es revisar cómo se usará la data de los usuarios en toda la implementación.
Estos primeros apuntes podrían dar la pauta de que estas investigaciones aumenten con el pasar del tiempo. Cabe destacar que las primeras horas del lanzamiento no han sido como los impulsores de la idea esperaban, presentando más dudas y caídas que éxitos.
La Fundación Worldcoin se ha mostrado en todo momento con una actitud colaborativa respecto a las averiguaciones.
“El proyecto continuará cooperando con los órganos rectores en las solicitudes de más información sobre sus prácticas de privacidad y protección de datos”.
Worldcoin es una compañía de criptomonedas cuyo objetivo es expandir la participación y el acceso de las personas a la economía global. Su intención es entregar 20 de sus tokens a cualquier usuario que facilite sus datos biométricos y confirme su identidad única.
El resultado ideal, según la firma, es poder entregar una renta universal única en criptomonedas. Entre los detalles de su apuesta figura la idea de alcanzar el despliegue de orbes en más de 35 ciudades y expandir la cantidad total a 1,500 antes de fin de año.
El proyecto Worldcoin arrancó con opiniones encontradas y caída en la cotización
BeInCrypto ha hecho un seguimiento de los primeros movimientos del token de Worldcoin, que tuvo una caída del 40 % en su valor. Ha llegado a los dos dólares por token, tras haber alcanzado los 3.2 en su lanzamiento. Al momento de esta redacción, y con la divulgación de los controles mencionados, WLD se observaba ligeramente por encima de los 2 dólares.
Cabe recordar que la verificación de que la persona es un ser humano se gestiona a través de lo que la empresa llama The Orb. Se trata de una bola metálica del tamaño de una pelota que escanea el iris de la persona en cuestión.
Estos dispositivos ya están diseminados en 20 países distintos y es considerado uno de los proyectos cripto y de identidad digital más llamativos de los últimos tiempos. Eso piensan, por supuesto, quienes apoyan la propuesta.
Para que se acrediten los tokens de Worldcoin que ofician de recompensa hay que descargarse una aplicación. Los creadores aseguran que dar el nombre, correo electrónico o número de teléfono es opcional.
Una parte de la comunidad cuestiona cómo se están distribuyendo los tokens del proyecto, básicamente porque no queda claro el procedimiento. Además, no son pocos lo que definen al proyecto como un producto “orwelliano” que busca controlar a sus usuarios y sus actividades. Vitalik Buterin, fundador de Ethereum, ha propuesto un cambio de enfoque.
Que el proyecto se vuelva algo más descentralizado para aplacar las dudas sobre la seguridad en la información de la iniciativa.
El problema nace en sus tokenomics. Como se resalta en el reportaje, la forma en que se están distribuyendo los tokens del proyecto preocupan a la comunidad. Y es que, si bien se diferencian de otros al distribuirlos entre la comunidad, este término es usado de forma “vaga” al no especificar qué es exactamente su comunidad.
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