Uno de los problemas más comentados dentro del espacio de las criptomonedas es el tema de la emisión de carbono asociada con la minería de Bitcoin.
Anteriormente, los mineros de Bitcoin se concentraban principalmente en China. Las actividades mineras prosperaron en el país durante varios años, aunque el gobierno prohibió todas las formas de actividades relacionadas con las criptomonedas, como el trading, desde 2017.
Sin embargo, esto cambió el año pasado cuando el gobierno emitió otra prohibición general de la industria y obligó a varios exchanges de criptomonedas y empresas mineras a cerrar y mudarse a nuevos lugares.
La decisión del Consejo de Estado del país de tomar medidas drásticas contra la industria siguió una promesa hecha por el presidente, Xi Jinping, para lograr la neutralidad de carbono en las próximas cuatro décadas.
La prohibición no ha reducido las emisiones de carbono
Según los investigadores que trabajaron en el estudio, la represión de China contra la industria minera de Bitcoin ha aumentado las emisiones de carbono de los activos porque, al salir del país, los mineros también dejaron atrás el acceso a la energía hidroeléctrica ecológica.
La implicación es que ahora dependen cada vez más de la energía generada por combustibles fósiles.
Para ser precisos, el estudio indicó que la cantidad de energía renovable utilizada para impulsar las operaciones mineras ha caído de casi el 42% a alrededor del 25% desde agosto pasado.
El estudio continuó que Bitcoin produce más de 65 megatones de dióxido de carbono al año. Esta cantidad de emisión supera la de un país como Grecia, que registró alrededor de 57 megatones en 2019.
Uno de los autores de la investigación, Alex de Vries, explicó que la reubicación de empresas mineras a países como Estados Unidos y Kazajstán ha reducido el uso de fuentes de energía renovable.
En Kazajstán, por ejemplo, los mineros dependen principalmente de la electricidad generada a través de centrales eléctricas que queman “carbón duro” (antracita), lo que genera más contaminación de la que habrían utilizado los mineros si todavía tuvieran acceso a sus granjas húmedas en China.
Tal como está, la minería de Bitcoin ahora es menos amigable con el medio ambiente, ya que su intensidad de carbono ha aumentado en un 17%.
Este informe contradice varios otros informes pro cripto sobre el estado de la minería de Bitcoin. Según el informe del consejo de minería de Bitcoin, la industria utiliza más del 58% de energía renovable para minar el activo digital.
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