Posibles escenarios que justifican la cruzada de Elon Musk contra Bitcoin

Inmediatamente después del anuncio de Musk y de Tesla el mercado viró 180 grados y Bitcoin se vio afectado, como principal referente del conjunto de criptomonedas, se desplomó un 30% en los siguientes cinco días. Con él, el mercado entero retrocedió un 12% según el índice de capitalización total marcado por Coingecko.

El termómetro se ubicó en “miedo extremo” después de mucho tiempo, según el indicador de codicia y miedo de Alternative. De un momento para otro, la cantidad de BTC entrando a los exchanges marcó máximos que no se habían visto desde el conocido “jueves negro” de marzo del 2020, situación que sugeriría ventas masivas.

El cambio radical del precio y del sentimiento se vio reflejado por el inesperado giro de Elon Musk. Después de ocupar un puesto de liderazgo en la comunidad de Bitcoin, Elon se convirtió en un crítico que describió despectivamente a Bitcoin como “centralizado”, detallando al mismo tiempo que las criptomonedas “no pueden dirigir un incremento masivo en el uso de combustibles fósiles, especialmente el carbón”.

Por si fuera poco, bajo este cambio de narrativa Elon Musk aparentó un insistente apoyo a Dogecoin. Aunque realmente antes bromeaba con apoyar a la criptomoneda meme, su tono de escritura cambió hacia la seriedad con afirmaciones sorprendentes que van desde lo técnico hacia lo fundamental.

Algunas de los halagos de Elon Musk hacia Dogecoin:

• Un tweet el 13 de mayo en el que aseguró que estaba “trabajando con los desarrolladores de Doge para mejorar la eficiencia del sistema de transacciones”.
• Una respuesta el 16 de mayo para defender a Dogecoin contra una acusación de alta centralización en el suministro de DOGE.
• Una respuesta el 16 de mayo en la que señaló que “un volumen de transacciones 100 veces más grande, con unas comisiones 100 veces más bajas significa que las comisiones ganadas quedan iguales. Comisiones bajas y alto volumen son necesarios para convertirse en la moneda de la tierra”.

Elon Musk, Tesla y sus perfiles medioambientales

Como primer punto crítico que podría definir el comportamiento de Elon Musk está su perfil medioambiental. Tesla y SolarCity son dos compañías de su propiedad que demuestran esta posición “favorable con el medioambiente”, por otorgar dos fieles ejemplos de esta postura.

Indagando un poco más se encuentra que Tesla pertenece al criterio “ambiental, social y de gobernanza” (ESG, por sus siglas en inglés). El peso de este criterio es fundamental para que una gran cantidad de inversores elijan ciertas acciones para sus portafolios, en especial las que cumplan compromisos de impacto medioambiental.

Según la web Censible.co, Tesla tiene un perfil con excelente puntuación en huella de carbono, prevención de contaminación e integridad de la gobernanza corporativa. Por supuesto, la compañía de autos eléctricos mira hacia un futuro en donde las emisiones de CO2 de los motores a combustión sean reemplazados por motores eléctricos de energía más “limpia”.

Larry Cermak, Director de Investigación de The Block, aseguró al respecto que:

“Tesla necesita mantenerse en ESG, y supongo que sus acciones podrían removerse de los portafolios ESG si ellos no hacen esto. Tesla también necesita recaudar muchos subsidios vinculados a su misión medioambiental”.

Sin necesidad de explicar más detalles, se supone la probable relación que pueda tener la nueva postura de Elon Musk contra el “impacto medioambiental” de Bitcoin tenga que ver con la inversión institucional.

Un as bajo la manga llamado Dogecoin

Si por algo se reconoce a Elon Musk, es por su capacidad de innovar en el mundo de la tecnología. Con nada más que esta promesa de innovación es probable que las acciones de Tesla (TSLA) hayan alcanzado los precios astronómicos que convirtieron al joven fundador en el hombre más rico de todo el mundo.

Su narrativa contra Bitcoin fue fundamentada con artículos técnicos que respaldaban su teoría: Bitcoin consume demasiada energía con una alta huella de carbono. Elon siguió desvelando las “desventajas” de la principal criptomoneda una tras otra, como la “alta centralización” que esta tendría por el lado de la minería.

Dadas estas dos situaciones en conjunto, tanto la capacidad de innovación como la postura que está adoptando en la industria de las criptomonedas, existe la posibilidad de que el fundador de Tesla también quiera formar parte del núcleo de un nuevo proyecto que “revolucione” a las criptomonedas.

Esta teoría se apoya en las declaraciones de Elon Musk sobre “transacciones 100 veces más rápidas”, por ejemplo. Sin embargo, la relación más interesante podría estar arraigada a su constante apoyo a Dogecoin.

En efecto, el fundador de Tesla y de SpaceX ya había aclamado con aparente orgullo que estaba “trabajando con los desarrolladores de Dogecoin” y que quizás lo que estaban construyendo era “potencialmente prometedor”.

¿Qué tan prometedora podría ser una innovación que resulte del trabajo del fundador de Tesla con los desarrolladores de Dogecoin? Es imposible de saber, pero de manera indudable salta poderosamente la curiosidad a más de un criptoentusiasta.

¿Elon Musk busca obtener más dinero con Bitcoin?

Finalmente, salta al escenario la teoría que quizás sea más común: Elon Musk podría estar “manipulando” el mercado de criptomonedas para su beneficio económico y el de su compañía. Claro está que, el anuncio de suspensión de Bitcoin como medio de pago sucedió justo después de que la compañía ganara $100 millones de dólares vendiendo Bitcoin en el “techo”, y esto podría ser una conducta de la cual dudar.

De hecho, resulta curioso cómo Tesla ganó mucho más con la venta de Bitcoin que vendiendo autos eléctricos en el primer trimestre del año 2021. Tesla no está teniendo números verdes cuando se trata de ganancias por la actividad económica que se supone es el resultado de la innovación tecnológica.

No obstante, para refutar esta teoría hay que dejar claro que Elon Musk es uno de los hombres más millonarios del mundo, con una fortuna que supera los $140 mil millones de dólares, según Forbes. ¿Por qué querría unos $100 millones extras solo por vender Bitcoin? ¿No le bastaría solo con vender un par de sus acciones de Tesla sin sacrificar liderazgo?

Por otro lado, tampoco es demasiado favorecedor para la compañía Tesla desvelar que “ganó más con Bitcoin que vendiendo autos”. Cuando se trata de inversiones tradicionales, la actividad económica tradicional es la que toma importancia a la hora de valuar una empresa.

También hay que tomar en cuenta que esta peculiaridad de no generar suficientes ganancias es común en grandes empresas tecnológicas que están dando sus primeros pasos. Principalmente, esto sucede porque en etapas tempranas estas empresas se enfocan en expandirse a la mayor velocidad posible, lo que significa grandes costos atribuidos a sus hojas de balance. Como ejemplo, se encuentra Uber: la tecnológica del transporte perdió casi $1 mil millones en el primer cuarto de 2021.

Por su parte, el enfoque de la expansión de Tesla está muy claro: la construcción de gigafábricas y la agresiva campaña de crecimiento internacional con varios productos son dos de las visiones que esta empresa está desarrollando a corto y mediano plazo, lo que podría justificar su gasto tan alto en estos últimos tiempos.

De todas formas, y sin la importancia de cuál sea el posible plan de Elon Musk y Tesla con Bitcoin, lo cierto es que el mercado de criptomonedas, como cualquier otro mercado financiero, cumple ciclos. Desde noticias positivas, pasando por las desapercibidas, hasta llegar a las negativas, el ciclo de sentimientos entre la euforia y el pánico es una conducta humana que se repetirá con el pasar del tiempo, para dejarle la palabra final al fundamentalismo del largo plazo tanto de Bitcoin como de cualquier otra criptomoneda.