La policía de Hong Kong congela un fondo de 10 millones de dólares de los manifestantes

La popularidad de Bitcoin siempre parece aumentar cuando las carteras de la gente se ven directamente afectadas. A lo largo de 2019, hemos visto múltiples temores de que los bancos y los cajeros automáticos se queden sin dinero durante las crisis. En octubre, los cajeros automáticos chilenos estaban bloqueados durante el estado de emergencia. Ese mismo mes, el volumen de comercio de Bitcoin se disparó cuando los residentes de Hong Kong se encontraron sin acceso a los cajeros automáticos. En resumen, cuando la autonomía financiera de todo el mundo se ve directamente afectada, el caso de Bitcoin se hace más claro.

La policía congela un fondo de 10 millones de dólares para los manifestantes de Hong Kong

Ha surgido una nueva historia de otro caso en Hong Kong en el que los medios financieros de la gente se ven restringidos por el control del Estado. La policía de Hong Kong acaba de congelar 70 millones de dólares HK (10 millones de dólares) en fondos destinados a los heridos y a los manifestantes arrestados. Cuatro miembros involucrados fueron arrestados y acusados de lavado de dinero. La represión comenzó con la Spark Alliance, una plataforma sin fines de lucro que comenzó en 2016 a recolectar donaciones para activistas y esfuerzos contra Pekín. La plataforma sirvió como un importante conducto financiero para apoyar a los críticos de la represión de Pekín, permitiendo a los usuarios destinar su dinero a sus creencias políticas. Esto ha sido ahora severamente restringido a medida que la policía amplía su investigación. La policía de Hong Kong afirma que el dinero se estaba utilizando para otros fines, como una empresa fantasma y productos de seguros personales. Estas afirmaciones aún no han sido corroboradas. El mes pasado, el banco HSBC cortó todos los lazos con Spark Alliance debido a estas acusaciones.

El caso de Bitcoin se hace aún más claro

Con la autonomía financiera de Hong Kong cada vez más reducida, las criptodivisas proporcionan a sus ciudadanos, y al resto del mundo, una alternativa. Bitcoin no puede ser censurado por Beijing o cualquier estado, y por lo tanto es la alternativa ideal. La situación de Hong Kong debería, por tanto, ser una lección para el mundo entero. Dado que la moneda fiduciaria digital se está haciendo cada vez más popular, los estados inevitablemente aprovecharán esto para reprimir la disidencia y la oposición. Bitcoin, al no estar gestionado por una agencia central, no tiene “restricciones” sobre quién puede usarlo o cómo se usa. Al estar abierto a todo el mundo, es una expresión de autonomía financiera. Dada la situación en Hong Kong, esto es en última instancia lo que se necesita desesperadamente.