Superando incluso a los pronósticos mas desalentadores, la inflación en Argentina ha demostrado que no tiene freno. El índice correspondiente al mes de marzo marcó un 7.7% y se transformó en el registro mensual más alto desde abril del 2002 (10.4%). La cifra interanual llegó al 104.3%, la peor de los últimos 30 años.
El rubro que más suba anotó fue Educación, con un alza de 29,1%. La categoría más cara para los argentinos continúa siendo alimentos (acumuló una suba de 9.3%). Lo aumentos más fuertes estuvieron en carnes y derivados y en leche, productos lácteos y huevos. Englobando el primer trimestre del año, el rubro registró una variación de 21,7%.
El pollo, otro alimento preferido por consumidores de Argentina, subió 26.7% (por encima de la carne vacuna) y el filet de merluza se encareció 10.6%, en una clara especulación ante la llegada de las pascuas.
Así lo anunciaba en sus redes el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC):
Otros aumentos que superaron la media fueron Prendas de vestir y calzado (9.4%) y Bebidas alcohólicas y tabaco (8.3%). La reducción de subsidios de los servicios de agua, gas y electricidad en algunas regiones impactó en Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (6.5%) y de Combustibles y transporte público, dentro de la división Transporte (5.3%).
Los precios al consumidor habían acumulado en 2022 una subida del 94.8%, con una notable aceleración respecto al 50.9 % verificado en 2021.
La reacción del Gobierno frente al dato de inflación
Una vez publicada la información, el Ministerio de Economía entregó dos interpretaciones sobre la mayor inflación. Una es que se debió a factores que en los próximos meses debieran desaparecer. La otra fue endilgar responsabilidades en los comerciantes. El secretario de Comercio, Matías Tombolini, fue el encargado del equipo económico en responder consultas sobre la acuciante situación:
“Está claro que los formadores precios no están cumpliendo con los acuerdos que hemos celebrado de manera voluntaria”.
En cuanto a las proyecciones para el corriente mes de abril, las perspectivas de la evolución de los precios no cede. Desde la consultora Fiel, que midió 7,8% para la inflación de marzo, prevén que este mes el alza será “arriba de 7%”. Ese pronóstico también es compartido por la mayoría de las consultoras.
Como reportó BeInCrypto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que las presiones inflacionarias se mantendrán elevadas en Argentina, economía a la que el organismo ubicó en el segundo lugar regional de mayor subida de precios en el último Panorama Económico Mundial, con una inflación del 98,6 % para 2023, por detrás de Venezuela, donde proyectó 400%.
Las criptomonedas son un refugio ante los aumentos
Desde hace décadas los argentinos buscan conservar el poder adquisitivo de su capital. Comprar dólares aparece prácticamente como una cuestión cultural que, hace unos desde hace unos años, esta prohibida por los canales oficiales. Eso lleva a que muchos ahorristas compren de forma ilegal o analicen otras alternativas.
Y aquí aparecen con mucha fuerza los activos digitales. En Argentina, de un total de 46 millones de habitantes, hay casi 10 millones de usuarios de criptomonedas, dato que surge de un informe firmado por CryptoSlate.
Entre las causas de la fuerte adopción cripto (el mencionado reporte da cuenta de una suba del 20% anual) se destacan la inflación, la suba permanente del dólar paralelo y, por consiguiente, la devaluación del peso. En cuanto a las stablecoins, la realidad es similar en cuanto al crecimiento de esa herramienta como elección para conservar el valor del capital.
La firma Chainalysis dijo lo siguiente sobre el tema:
“En Argentina, más del 31% del volumen de transacciones cripto proviene de la venta de stablecoins, en comparación con el 26% de Brasil y el 18% de México”.
En Argentina no hay una regulación específica sobre el universo cripto. Aunque se espera que este año la cuestión quede zanjada, por ahora lo único claro es que tanto la minería como el comercio de criptomonedas están sujetas al pago de impuestos.
El tributarista Marcos Zócaro se lo explicó a BeInCrypto:
“En Argentina, no se emite factura ante la venta de Bitcoin, por ejemplo, porque la Resolución General 1415 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) no lo contempla.”
Bienes Personales, Impuesto a las Ganancias y la más reciente ley que grava la minería de criptomonedas en la provincia de Buenos Aires, son actualmente las tres regulaciones que los usuarios de monedas digitales deben tener presente al momento de realizar sus declaraciones juradas y cumplir con sus obligaciones impositivas.
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