Con La Fusión, Ethereum consumirá 99.95% menos energía debido al protocolo de consenso Proof-of-Stake. Sin embargo, Bitcoin sigue utilizando el Proof-of-Work.
El 15 de septiembre de 2022, se recordará como el día en que La Fusión (The Merge) de Ethereum se concretó sin mayores inconvenientes. Uno de los grandes motivos para celebrar este hito, es que la red dejará de utilizar el protocolo de consenso Proof-of-Work, el cual requiere de la minería para validar las transacciones —lo que genera un alto consumo energético— por el Proof-of-Stake, método mucho más amigable con el medio ambiente.
Con esta actualización, la red de Ethereum consumirá 99.95% menos energía, lo que da paso a un ecosistema más amigable con el medioambiente. Además, organismos como el Bank of America han afirmado que aumentará la adopción institucional de Ethereum, pues ahora contempla los criterios ESG, a diferencia de las blockchains que operan con el Proof-of-Work, como es el caso de Bitcoin (BTC).
Debido a esto, la ONG ambientalista Greenpeace ha lanzado una petición para que Fidelity Investments, que ha promovido los negocios Bitcoin durante años, tome medidas para reducir la huella de carbono de la red.
“En Texas, la minería de Bitcoin va camino de consumir casi un tercio de la capacidad máxima actual de la frágil red eléctrica de Texas en los próximos años. En Montana y Nueva York, la minería de Bitcoin ha devuelto la vida a las centrales eléctricas de combustibles fósiles, lo que agrava la crisis climática”.
Con este argumento, Greepeace asegura que Fidelity ha ignorado la creciente huella climática de Bitcoin. A través de su petición, hace un llamado para que las personas le exijan a la Directora General de Fidelity, Abigail Johnson, a que Bitcoin cambie su código y utilice menos energía.
El gasto energético de Bitcoin
De acuerdo a un informe publicado por la Casa Blanca en septiembre de 2022, la minería de Bitcoin consume un poco menos de energía que toda Argentina. Por esto, algunos plantean que las criptomonedas son poco conscientes respecto al cambio climático.
Inclusive, Estados Unidos está analizando la posibilidad de prohibir el Proof-of-Work y la minería en el país. Charles Hoskinson, creador de Cardano (cuya blockchain opera con el Proof-of-Stake) comentó:
“La Casa Blanca ahora básicamente está escondiendo en la página siete un informe que nadie verá ni leerá nunca: ‘Oye, Mia, qué bueno que llegaste allí con Proof-of-Work, pero, ya sabes, el calentamiento global es malo. Así que deberíamos prohibirlo”.
Parafraseando a la Casa Blanca, Hoskinson comentó que EEUU desea crear estándares y legislaciones para evitar la minería de Bitcoin, al punto de “destruir los márgenes de ganancia para que ya no sea rentable para la industria minera estadounidense”.
Y si bien en septiembre The Wall Street Journal informó que Fidelity Investments podría permitir a los inversores minoristas operar Bitcoin en su plataforma, al parecer Greenpeace ignora que la compañía no tiene la capacidad de decisión respecto a los cambios en el código de Bitcoin (BTC). Esto, porque el código es mantenido por los desarrolladores que forman parte del grupo Bitcoin Lead Developer.
Asimismo, un estudio realizado por BatCoinz, plantea que Bitcoin podría ser el primer sistema monetario con cero emisiones netas en 2024. Entre sus argumentos, está el aumento de la minería que utiliza energías renovables.
Según el informe, la minería de carbono negativo en la red es del 62.4%. Y para marzo de 2023, se espera llegar al 72.7%. En base a esto, la petición de Greenpeace parece atacar de manera errónea el problema energético de Bitcoin.
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