FMI expresa su apoyo a la reestructuración de la deuda argentina

El pasado 22 de mayo Argentina entró en default después de que se rehusara a cumplir con 503 millones de dólares de deuda. Por consiguiente, calificadoras de riesgo importantes afianzaron este término para el país sudamericano, como fue el caso de Fitch Ratings, que bajó la calificación de los bonos argentinos a “Default Restringido” el 26 de mayo. Esta es la segunda vez que se presenta un default argentino en 20 años, y aunque su panorama no se vea favorecedor, todavía existe la posibilidad de una reestructuración. Es por ello que las autoridades argentinas y los acreedores de los bonos han estado en constantes negociaciones para poder apretar sus manos ante un acuerdo que pueda beneficiar a ambas partes.

Las ofertas aún no convencen a los acreedores, pero se están acercando

El total de la deuda argentina en negociación sobrevuela el valor de los 66 mil millones de dólares, cifra que ha sido objeto de conversaciones entre los bonistas y las autoridades argentinas desde hace varios meses. Este acuerdo tiene un último plazo de prórroga previsto que vence el 12 de junio, plazo que se ha extendido por parte del presidente Alberto Fernandez en tercera ocasión. El último comunicado oficial del ministro de economía de Argentina, Martín Guzmán, presentó lo siguiente: “Hoy concluimos otra ronda de negociaciones bajo un acuerdo de confidencialidad. Las partes se siguen acercando, aunque sigue faltando una distancia importante por recorrer. Es necesario poder recorrer esa distancia.”

La postura del Fondo Monetario Internacional (FMI) favorece la oferta del gobierno argentino

El FMI ha estado presente ante todo el camino que han llevado estas negociaciones de la deuda sudamericana, y actualmente durante un comunicado técnico del 1 de junio aseguró que:

“El análisis del personal tecnico demuestra que la propuesta revisada de reestructuración de la deuda de las autoridades argentinas sería consistente con el restablecimiento de la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad”

Adicional a esto, la mismísima directora de la organización financiera, Kristalina Gueorguieva, añadió una palmada a la espalda del gobierno argentino resaltando nuevamente su postura favorecedora ante el acuerdo que lleve al país a saldar su deuda.

“El objetivo es reestructurar la deuda de una manera que Argentina pueda pagarla, nadie se beneficia de un país que cae al precipicio de la deuda; el país quedaría excluido de los mercados, el crecimiento sufriría, la gente sufriría y los acreedores no recuperarían su dinero”

Gueorguieva expresó en un evento del reconocido diario norteamericano Washington Post. Por su parte, los bonistas también han dado declaraciones que exponen sus opiniones de oferta y las posturas del FMI al respecto. Recientemente, el grupo “Ad Hoc Bondholders” liderado por los grandes fondos BlackRock y Exchange Bondholder Group expuso que “La diferencia entre la propuesta más reciente del gobierno y la propuesta conjunta de nuestro grupo con Exchange Bondholders Group es aproximadamente un 1,5 % del PBI distribuido en la próxima década hasta 2030, y otro 1% del PIB desde 2031 hasta 2040. La tarea de superar esta diferencia y asegurar un camino alejado del incumplimiento está en el gobierno”. La cifra en negociación de 66 mil millones de dólares solo significa un 19% de la deuda pública total de Argentina, ésta asciende a 323 mil millones de dólares y ocupa el 88.8% de su Producto Interior Bruto (PIB). Aunque el acuerdo de pago sea finalmente reestructurado con el plazo que vence el 12 de junio, le esperan 257 mil millones de deuda más al país sudamericano.