Las elecciones Bolivia 2025 llegan en un momento en que Bitcoin se ha convertido en un actor político, económico y social sin precedentes. En medio de una segunda vuelta entre Jorge “Tuto” Quiroga y Rodrigo Paz Pereira, el verdadero protagonista no está en la boleta electoral, sino en la blockchain. La criptomoneda ya transformó la economía boliviana y, gane quien gane, su presencia es irreversible.
El auge de Bitcoin en Bolivia refleja más que una tendencia: es una respuesta a la crisis. En un país golpeado por la devaluación del boliviano, inflación desbordada y escasez de divisas, los ciudadanos hallaron en los criptoactivos una vía de supervivencia financiera. Este fenómeno no solo influye en la economía, sino también en la narrativa política nacional.
SponsoredBitcoin redefine la economía de Bolivia
La adopción de Bitcoin y criptomonedas en Bolivia marca un punto de inflexión histórico. Lo que comenzó como una prohibición total en 2014 —cuando el Banco Central de Bolivia (BCB) catalogó a Bitcoin como un esquema riesgoso— se transformó en aceptación regulada tras la Resolución 082/2024, que legalizó las transacciones digitales bajo supervisión oficial.
Los resultados fueron inmediatos: según datos del BCB, el volumen de trading con criptomonedas se disparó de 46,5 millones de dólares en 2024 a 294 millones en 2025, un crecimiento del 630%.
En apenas un año, más de 250,000 bolivianos ingresaron al ecosistema cripto. Las stablecoins USDT y USDC lideran como refugios de valor frente al dólar escaso, mientras Bitcoin se consolida como símbolo de independencia económica.
A lo largo de la nación del Altiplano, más de 60 comercios aceptan BTC mediante Lightning Network, y las remesas digitales ya superan los 430 millones de dólares anuales.
Esta expansión también responde a políticas públicas: la Ley del Presupuesto General del Estado 2025 permite usar activos digitales en importaciones energéticas, y el Boliviano Virtual, una CBDC prevista para 2026, buscará competir con las monedas descentralizadas.
¿Qué proponen los candidatos a la presidencia?
En el terreno electoral, Jorge “Tuto” Quiroga lidera encuestas con su propuesta de una reserva estratégica de Bitcoin para fortalecer las reservas del país. Aunque su Plan de Gobierno 2025-2030 no incluye esta idea de forma explícita, su pilar “Bolivia Digital” contempla regular los activos digitales y promover el uso de blockchain para auditorías estatales y minería responsable.
Por su parte, Rodrigo Paz Pereira propone una visión más institucional: su plan “Agenda 50/50” busca que los criptoactivos se declaren como parte del patrimonio nacional, para financiar un Fondo de Estabilización Cambiaria. También plantea usar contratos inteligentes en las contrataciones públicas, eliminando discrecionalidad y corrupción.
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Aunque con matices distintos, ambos candidatos reconocen el papel de Bitcoin como herramienta económica y tecnológica, no como amenaza. Esta coincidencia política marca un hito: por primera vez, en un país sudamericano, Bitcoin es parte del consenso electoral.
Más allá de las urnas: un cambio cultural
En Bolivia, Bitcoin no representa especulación, sino autonomía y supervivencia. El 49% de la población sigue sin acceso bancario, y la inflación galopante erosionó la confianza en el sistema financiero. En este contexto, Bitcoin emerge como alternativa al fracaso estatal.
Sin embargo, los expertos advierten riesgos: volatilidad, falta de educación financiera y posibles esquemas fraudulentos en zonas rurales. También se teme un “cripto-colonialismo” si las plataformas extranjeras concentran el flujo monetario local. El desafío del próximo gobierno será equilibrar innovación y soberanía.
SponsoredAun con esos retos, el mensaje de fondo es claro: gane quien gane, Bitcoin ya venció. El país que alguna vez lo prohibió hoy lo ve como activo estratégico, refugio de valor y símbolo de resistencia frente a la inflación y el control político.
En resumen
- Bitcoin es el claro ganador en Bolivia, sin importar quién gane las elecciones.
- Ambos candidatos respaldan la digitalización financiera y el uso de blockchain.
- El país vive un auge cripto tras su legalización en 2024 y busca equilibrio entre innovación y regulación.
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