Ha pasado menos de una semana desde que comenzó la crisis bancaria y el mundo ya está sintiendo sus consecuencias. Tras un fin de semana complejo y lleno de incertidumbre tras el cierre del Silicon Valley Bank y de Signature, ha llegado una semana llena de movimientos bruscos como el que están dando las acciones del Credit Suisse, movimiento que ha hecho que hasta el Departamento del Tesoro de EE. UU. supervise la situación.
Así lo ha anunciado un portavoz del Departamento del Tesoro este miércoles al mediodía tras la caída estrepitosa de las acciones de Credit Suisse. Según el comunicado, el gobierno de EE. UU. se encuentra en contacto con sus contrapartes de Europa y el mundo para reaccionar ante cualquier movimiento que se genere tras esta caída.
A su vez, según información de Bloomberg, el Tesoro está revisando la exposición que tiene el sistema financiero de EE. UU. con el banco suizo y cómo la caída estrepitosa de sus acciones podría afectar al mundo financiero de ese país.
Esta caída en bolsa de las acciones del banco suizo se dio tras las declaraciones del presidente del Saudi National Bank, Ammar Abdul Wahed Al Khudairy, quien aseguró en una entrevista que el banco saudí no incrementaría su participación en el Credit Suisse, un anunció que hizo saltar las alarmas en los mercados y que llevó a que las acciones del banco tocaran mínimos históricos.
Ahora el mundo está en alerta por lo que pueda pasar. Recientemente, se ha filtrado que por lo menos un país ha presionado a Suiza para que su gobierno intervenga al banco y evite que la caída se vuelva una situación incontrolable.
Toda esta situación parece ser una bola de nieve que poco a poco se vuelve menos controlable y que pudiese derivar en una crisis de mayores magnitudes en el corto y mediano plazo.
Las advertencias de crisis antes de Credit Suisse y la vigilancia del Departamento del Tesoro
Como es normal, cada vez que sucede un gran problema económico salen distintos analistas a advertir de sus consecuencias. El problema con lo que está sucediendo es que se une a un contexto económico sumamente preocupante.
El mundo ya va a pasar más de un año con una inflación que no cede a pesar de los esfuerzos de los bancos centrales y su intento por bajarla a 2% cuanto antes. Mientras esto se da, hay indicadores como los movimientos de los bonos del Tesoro que preocupan porque han vuelto a puntos que anteceden crisis graves.
Y luego se dan comentarios como el de Larry Fink, CEO y fundador de BlackRock, quien en una nota anual a sus clientes, aseguró que el mundo está pagando las consecuencias de años de dinero barato y poca regulación. Advirtiendo de que los próximos movimientos que hagan los bancos pueden ser definitorios para que una gran crisis de liquidez se dé.
Ahora, con estas tres caídas bancarias, el mundo está en vilo. Los mercados están quemando muchas ganancias que se dieron en los primeros tres meses del año y hay quienes aseguran que la Reserva Federal (Fed) tendrá que frenar sus políticas para evitar un desangre mayor.
Solo queda esperar a ver cómo se mueven los mercados y las decisiones económicas en los próximos días y semanas para saber si se logra esquivar, otra vez, una recesión o su esta es, como aseguran los expertos, inevitable.
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