Blockchain aplicado al sector de la salud es analizado en Madrid

Existen diferentes casos en las que el Blockchain puede utilizarse, el más conocido es en el sistema financiero, pero existen otros usos en los que la tecnología DLT pueden ser beneficiosas para los usuarios como es el sector salud. ¿Por qué es bueno usar Blockchain si aún no hemos sido capaces de implementar una historial clínica que sea utilizada en cualquier centro médico u hospital en caso de necesidad? La composición técnica de la tecnología blockchain es perfecto para este caso al ser una base de datos compartido entre muchas partes, también llamados nodos, donde cada dato queda registrado, protegido (encriptado) y es virtualmente imposible alterarlo. Como varios países, España ha dado un paso hacia adelante para gestionar toda esta data con la tecnología blockchain. Ya existen proyectos en funcionamiento como el proyecto Adichain que pretende dar el poder del historial médico al paciente usando blockchain. Juan Pablo Mejía, director de Madrid de GBA, comenzó la ponencia ejemplificando diferentes usos que blockchain puede aplicar al sector de la salud.

Rastreo mediante blockchain de la cadena de suministro

La versatilidad de blockchain y su carácter abierto podría unificar el diverso sector de proveedores de los medicamentos como el proceso de fabricación. Rastrear la procedencia de los medicamentos mediante blockchain es una realidad que ya se utiliza, pero le falta mucho para hacerse estándar. Blockchain es perfecto para una cadena de suministro. Tener una tecnología que muestre cada paso del suministro es una ventaja tanto para los fabricantes como para los compradores. Esta tecnología ayudaría a limpiar la turbulenta imagen que tienen algunos proveedores de la salud, ya que forzaría una transparencia inaudito en los pasos de su manufacturación. Además en caso de que algún producto se vea contaminado o manipulado con malas intenciones se podría identificar el foco del problema rápidamente. Esto ahorraría mucho dinero y tiempo en la investigación de los hechos y haría más efectivo el proceso de fabricación.

Verificación de credenciales médicos mediante la DLT

Mejía puso como ejemplo la empresa Hashed Health, una empresa que utiliza blockchain para verificar que un profesional realmente tenga la experiencia que dice tener. Los especialistas podrán verificar sus estudios como sus experiencias reales en hospitales y mediante blockchain los centros lo podrán revisar fácilmente. Actualmente cuando un empleado de la salud se muda a otra ciudad o de país el hospital tendría que verificar uno a uno los centros donde haya trabajado como la procedencia de su título. Esto es costoso en tiempo y desgraciadamente no es una práctica común. La tecnología blockchain ya ofrece la confianza necesaria de que la información es verídica, debido que varios miembros podrían comprobar si fuera cierto o no, engañar al sistema sería más complicado. En el sector de la salud blockchain se podría evitar historias como la del falso médico que ejerció como médico en diferentes centros de España durante años. [20Minutos]. El estafador trabajó en centros de salud sin tener la titulación de médico, incluso después de haber sido condenado por la justicia en 2009 por falsedad documental. Este hecho es un ejemplo claro de cómo la industria de la salud necesita urgentemente herramientas para verificar tanto sus productos como su personal, la tecnología DLT podría evitar fiascos de este tipo.

Tokenización de su data médico y genético

Los costes para realizar pruebas de ADN han bajado drásticamente, haciendo que sea muy barato conocer tus antepasados cómo posibles futuras enfermedades según tu genética. Debido a los precios tan atractivos esta práctica se ha puesto de moda. Un nuevo problema ha surgido gracias a esta nueva industria, la comercialización de sus datos médicos. Se ha comprobado que esta data es compartido y vendido en el mercado de los datos por empresas como Google a grandes empresas farmacéuticas y de tecnología médica [InternetHealthReport]. Evitar la venta de sus datos personales es algo casi imposible a día de hoy y es un tema de debate. Por ello, varias empresas han decidido combatir este problema desde otro enfoque, dar el poder de los datos al usuario para que se les pague por cada venta que se realice con sus datos personales, al menos el usuario saldrá beneficiado económicamente. Para ello existen iniciativas, como Shivom que utiliza blockchain para detectar la venta los datos de sus usuarios y automáticamente reembolsa parte del dinero al dueño de los datos. Para que esto se haga realidad el usuario debe ser dueño de su data digital, para conseguir esto existe un nuevo concepto de la identidad digital dentro del ecosistema blockchain, la identidad soberana digital.

Retos para aplicar blockchain al sistema de la salud

Puede que blockchain tenga todas las cualidades necesarias para poder triunfar en el campo de la salud, pero existen retos obvios.

Múltiples marcos regulatorios

Los datos relacionados con la salud tienen una mayor sensibilidad. Por ello existen múltiples regulaciones para proteger esta información. Blockchain es global pero las regulaciones son locales, por ello sería un gran reto construir un sistema abierto para que funcionase con todos los diferentes tipos de regulación. Un ejemplo sería el Reglamento General de Protección de datos (RGPD) en Europa, el cual dice que todo ciudadano tiene derecho a que se borra sus datos bajo petición personal. Blockchain es inmutable y por ello esta regulación chocaría con la tecnología, habría que encontrar otras soluciones.

Almacenamiento y ciberseguridad

Al igual que en el presente la información debe estar almacenado en diferentes puntos. Semana a semana hay casos de hacks de plataformas exchange, la seguridad de los datos de la salud tendrían que estar muy bien asegurados al ser mucho más sensibles.

Interoperabilidad de blockchain

El gran reto al que se enfrenta esta tecnología y la industria de la salud es la gran cantidad de sistemas existentes. Para insertar esta información en blockchain el sistema tendría que poder comunicarse con la cadena. Homogeneizar una tecnología a los diferentes sistemas de datos utilizados en el presente es inmenso. Si este punto no es posible no servirá de nada todas las bondades de la tecnología blockchain.

La importancia de la identidad soberana digital en el campo de la salud

Josu Rebollo, co-fundador de Ubicua y presidente de AECHAIN, presentó Ubicua un ecosistema digital de código abierto aplicado a la salud. Según él el futuro de la industria de la salud va encaminado al servicio remoto, expuso que sólo el los servicios médicos online mueven 500 mil millones de euros. Por ello, la digitalización del mercado de la salud es inevitable, la pregunta es más como que el cuando. Criticó que el actual sistema está muy centralizado cuando el uso de los datos tiene que ser muy descentralizado, ya que en un paciente puede necesitar una variedad de hospitales y doctores según su patología. Resumió en tres puntos que sería lo necesario para que blockchain funcionase correctamente en el sector de la salud.

1. Identidad soberana digital
2. Interoperabilidad
3. Servicios

Para Rebollo la identidad digital aplicada al campo de la salud garantiza la seguridad sobre los datos de todas las entidades. Sin la interoperabilidad el blockchain sería completamente inútil, por ello este punto es representa uno de los puntos más difíciles al aplicar una tecnología única. Los servicios médicos tendrán que ser suficientemente atractivos para atraer no sólo al usuario final sino al consorcio de médicos y otras industrias como la de las aseguradoras. Blockchain ofrece unas características concretas debido a su tecnología muy atractivos para la industria de la salud. El problema no reside en la tecnología sino en la transición desde un sistema de datos obsoleto y variado a uno moderno escalable. En este mercado se mueve mucho dinero así que el premio por conseguir un producto viable atrae a muchos inversores, es sólo cuestión de tiempo en que veamos blockchain aplicado al campo de la salud de manera efectiva.