Las criptomonedas como Bitcoin (BTC) requieren que las computadoras acuñen nuevas monedas para resolver ecuaciones, un proceso llamado “minería”. Este proceso fue diseñado para recompensar a los mineros con BTC aproximadamente cada 10 minutos.
Para mantener este diseño; a medida que más computadoras trabajan para resolver las ecuaciones, las sumas se vuelven más difíciles de resolver. Esto ha llevado a los mineros a aplicar aún más potencia de procesamiento, lo que finalmente ha creado una demanda de energía cada vez mayor.
Cálculo de la energía utilizada
Una forma de ver cuánta energía se usa es calcular cuántas de estas sumas se realizan cada segundo y luego averiguar cuánta electricidad se necesita para hacer cada suma. Hay muchas de estas sumas individuales o valores hash; hay que considerarlos en millones de hashes (mega hashes) o miles de millones de hashes (gigahashes).
Según Blockchain.com, las computadoras en la red blockchain alcanzaron los 119 quintillones de hashes por segundo el 1 de enero de 2020.
Hay muchas computadoras de minería diferentes para elegir, pero muchas empresas se centran en circuito Integrado para aplicaciones específica (ASIC) que utilizan menos energía. Las compañías mineras afirman que cuando extraen BTC, usan 1 vatio de potencia por cada gigahash por segundo.
Bitcoin ha llevado el estigma de ser un monstruo consumidor de energía durante bastante tiempo. La investigación de la Sociedad Química Estadounidense que evalúa el impacto ambiental de Bitcoin sugiere que en 2018, la producción total de BTC utilizó 31,3 TWh de electricidad y produjo 17,3 megatones de CO2.
De esto, aproximadamente el 99% del impacto provino del equipo minero. Uno de los factores más importantes que influyó en esto fue la ubicación de los mineros. Por ejemplo, los países que utilizan principalmente combustibles fósiles tuvieron un impacto mucho mayor que los países que utilizan energías más verdes.
Los resultados también concluyeron que el impacto ambiental disminuiría si el equipo se vuelve más eficiente o si los mineros se trasladan a climas más fríos, donde se necesita menos energía para enfriar las computadoras.
Para asegurarse de que las ganancias obtenidas con la recompensa superen el costo de la electricidad, muchas personas optaron por establecerse en países donde la energía es barata como China, Kuwait e Islandia.
¿Alternativas más ecológicas?
Entre las crecientes preocupaciones sobre el consumo de electricidad, en junio de 2019, Coinshares realizó una investigación que reveló que el 74% de las operaciones mineras se realizan con energía renovable.
La minería de Bitcoin tiende a ser más frecuente en regiones donde hay un amplio suministro de energía renovable como la solar, eólica o hidroeléctrica. Por ejemplo, en los Estados Unidos, la mayor parte de la minería se realiza en el estado de Washington, donde los costos de energía son más baratos debido a la implementación de la energía hidroeléctrica.
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